I Don't Like Him [Muke Clemmings]

Epílogo II

—¿Qué carajos hace ese Señor aquí?

—Luke, cálmate. 

—¿Quién mierda lo invito? ¿Con qué jodida cara viene ahora cuando nos botó de su casa?

—Luke, escucha. Tiene que tener un pretexto muy claro para que este acá. Por favor, no permitas que ese Señor arruine la boda.

Calum tenía razón. Pero el padre de Michael había venido. Había venido con su madre. Michael y yo le avisamos a su madre del casamiento pero pensamos que tal vez no asistirían, que tal vez solo nos llamara.

La corbata me asfixiaba alrededor de mi cuello y sentía más calor de repente, me miré el espejo. Joder lucía como el jodido Slenderman.

—Tengo que ir a ver a Michael.

—No. No puedes, Luke

¿Y si el padre de Michael había venido para cancelar la boda? ¿Si solo había venido para decir "Yo me opongo"? ¿Si malogra la boda? Él no puede hacer esto, Michael estaba tan entusiasmado, él estaba tan feliz.

Mis ojos picaban de repente y la cabeza me estallaba.

Agarré mi teléfono y marqué su número.

El teléfono timbraba y mi corazón estaba expuesto.

—Luke —sollozó.

—Bebé, no.

—No sé porque está aquí. Yo- Yo no quiero que él arruine esto.

—No lo va a arruinar, bebé. Hemos estado planeando esto por mucho tiempo. Y él no lo va a arruinar.

—Me lo- ¿Me lo prome-tes?

—Te lo prometo.

Escuche un suave suspiro y luego una risita que hizo que mi corazón volviera a palpitar.

—Me he puesto un traje, solo por ti.

—Me he puesto una corbata, solo por ti también.

—Ya quiero verte. Te he extrañado a noche, Luke.

—Yo también, Mikey.

—Ashton no me dejó jugar y me mando temprano a la cama —rió.

—Calum no me dejo tomar leche, porque pensó que me haría daño —él volvió a reír, y ocasionó lo que siempre ocasionaba en mí. 

—Estoy muy nervioso —murmuró.

—Yo también, pero mi mamá dice que es normal.

Las campanas sonaron fuertemente anunciándonos.

—¡Ya es hora, Luek! —gritó a través del teléfono haciéndome reír.

—Dentro de poco serás Sr. Hemmings.

—Y tú, Sr. Clifford.

—Umm, suena bien.

—Yo tampoco me quejo.

Reí.

—Más te vale que me estés esperando ya, porque ya entro.

Colgué el teléfono y sacudí fuertemente a Calum quién estaba concentrado en su teléfono.

—¡Ya me casó!

Él rió y salí corriendo del pequeño cuarto hasta ponerme al lado del cura.

La boda iba a ser sumamente privada y secreta, las fans lo sabían pero no sabían dónde. Habíamos contratado solo aun fotógrafo profesional para las fotos de nuestro futuro álbum familiar.