Día 19

597 92 26
                                    

Tenten fácilmente podía quedarse ahí hasta que Neji se cansara de ella y la llevara de regreso a casa, pero una de sus necesidades más básicas la traicionó cuando su estómago gruñó con fuerza cuando casi se acercaba el ocaso.

No podría evitar apreciar lo hermoso que era eso, la arena en sus pies, el silencio pacífico con la única interrupción del ruido de las olas rompiendo al llegar a la orilla de la playa.

Su estómago gruñó con más fuerza y se levantó derrotada y traicionada por su propio cuerpo, observó con molestia hacia la mansión en medio de la isla, las luces ya se encontraban prendidas previniendo cuando cayera la noche en aquel lugar.

Tampoco podía dudar de lo hermosa y bien cuidada que se veía la mansión en cuanto más se acercaba a ella, era el sueño de cualquiera tener una casa así y un sueño casi imposible tenerla en un lugar apartado de todos que solo te pertenecía a ti y a nadie más.

Tenten muchas veces en su vida quiso desaparecer a donde nadie la encontrara, podría enlistarlas una por una con los dedos de una mano, lo sabía perfectamente porque las había contado todas esas horas a solas en la playa.

1. Cuando murió su padre.

2. Cuando Kankuro viajó al extranjero por su intercambio quedándose sola.

3.Cuando rompió con ella por las peleas a distancia.

4. Cuando conservó las esperanzas en vano de revivir su relación apenas él regresó al país.

5. Cuando se dio cuenta que ese día en el aeropuerto al recibirlo no venía solo y su corazón se rompió en mil pedazos cuando notó en ese preciso momento que él no había esperado mucho tiempo para conocer a alguien y peor aún comprometerse de inmediato al considerarla el amor de su vida.

Subió con desinterés los enormes escalones para entrar a la mansión que por supuesto se encontraba abierta, recorrió asombrada el recibidor y los pasillos hacia las habitaciones en el segundo piso, notó que lo que Neji le había dicho era verdad, dentro de todos los armarios que encontró había ropa, zapatos y todo lo que se le ocurriera ponerse encima estaba ahí, eligió una de las habitaciones y se dejó caer boca arriba en la cama junto con sus cosas, las sábanas y el colchón eran más suaves de lo que ella imaginó cuando las vio.

Su celular se encontraba apagado y cuando volvió a prenderlo recibió todas las notificaciones de llamadas perdidas principalmente de Gaara.

No tenía ganas de hablar con él, no ahora que después de mucho tiempo había podido hacer su sueño realidad de desaparecer por un momento dejos de todo y de todos.

Su estómago le recordó el problema principal de su existencia en ese momento, gruñó fastidiada levantándose y después de varias vueltas encontró la cocina, era enorme y se conectaba con un comedor del mismo tamaño.

-Debes tener mucha hambre -Neji la observó con seriedad sentado en la enorme mesa en la que había comida de todo tipo, Tenten se preguntó si había preparado todo eso él mismo o se había pagado para que lo hicieran- por favor come lo que quieras, hay de todo lo que puedas imaginar que consigas en un supermercado, en el refrigerador y los gabinetes.

Tenten lo ignoró mientras recorrió la cocina abriendo toda puerta frente a ella, confirmando lo que Neji había dicho.

Fue hasta que vio una mesa llena de frutas de todo tipo que fijo su vista en una uvas verdes que a simple vista se veían jugosas y dulces.

Tomó el tazón completo de ellas y las llevó consigo devuelta a su habitación.

-Te harás daño al estómago si solo comes esas uvas Tenten -Neji observó con seriedad y dijo con un tono de regaño como un padre a su hija, ella casi pudo notar un leve preocupación pero frunció el ceño dejando se imaginarse cosas.

28 Días Para EnamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora