Los rayos del sol habían conseguido filtrarse por una pequeña rendija entre sus cortinas dándole directamente en el rostro, masculló una grosería muy molesto ante su mala suerte, con coraje y algo de resignación se levantó hasta quedar sentado en la orilla de su cama. Pasó su mano por su rostro lentamente para despertarse, una vez que su vista se aclaró procedió a estirarse sintiendo un ligero alivio al oír sus huesos tronar.
Se puso en pie dispuesto a ir en busca de su primer alimento del día importándole poco ir descalzo y sin camisa. En cuanto salió de su alcoba una corriente fría lo envolvió pero ignoró por completo el deseo de su cuerpo por algo que lo cubriese y se dirigió hasta la cocina. Con la mirada recorrió la habitación pensando en lo que podría desayunar, una idea un tanto inusual cruzó su mente.
«Hay que hacernos un gran banquete.»
Se sorprendió al darse cuenta que en verdad lo había pensado pero no le parecía una mala idea, se puso manos a la obra sacando todos los ingredientes que tenía y necesitaba.
Después de estar casi hora y media cocinando colocó el último platillo en la mesa. Pasó su antebrazo por su frente mientras admiraba el delicioso banquete que estaba frente a él, había preparado de todo desde simple tocino hasta un gratinado de queso con diversos tipos de carne recién salido del horno, sintió como su estómago gruñó deseando que ya devorara las delicias frente a él y bueno no se iba negar ante tal petición. Tomando un plato y un par de cubiertos se sirvió a su antojo degustando cada bocado.
Cuando terminó lavó todos los utensilios que ocupó y guardó la comida restante en el refrigerador para aprovecharla a la hora de la comida, si le sobraba demasiado le llevaría a sus vecinos para que no se desperdiciara. Se sentía con mucha energía y muy alegre algo poco usual en él ya que siempre estaba cansado o fastidiado pero aprovecharía su estado de ánimo para arreglar su casa la cual ya tenía una fina capa de polvo en cada mueble.
Aunque necesitaba algo que lo acompañase mientras hacía la limpieza así que se dirigió al minicomponente que tenía en su sala, lo compró hace un par de años pero las veces que lo había usado se podían contar con los dedos de una mano, no solía poner música ya que vivía junto a gente mayor la cual apreciaba mucho la tranquilidad del lugar pero sabía que la mayor parte de los residentes se encontraban fuera a esas horas, ¿por qué? fácil, casi todos asistían a una especie de cursos que gobierno ofrecía a pensionados y jubilados como ellos para que convivieran, se divirtieran o aprendieran algo nuevo.
Conectó su celular al aparato por medio de Bluetooth, dió un rápido vistazo a su lista de canciones pero ninguna le llamó la atención por lo que se dirigió a internet, casi de inmediato encontró el álbum de una banda de rock que le gustaba así que sin dudarlo le dió "play" a la primera canción y colocó el celular sobre el estéreo. Por las bocinas se oyó el golpe del bajo junto con el resto de instrumentos, él se alejó dando pequeños golpes en el suelo con cada acorde, cuando la voz del cantante se hizo presente comenzó a tararear la letra mientras limpiaba las estanterías donde tenía una gran cantidad de libros.
Ya sonaba la cuarta o quinta canción en el momento en que terminaba los últimos quehaceres, decidió dejar la música en lo que tomaba una ducha, en cuanto las primeras gotas de agua tocaron su cuerpo todo en su mente desapareció dejándolo sólo con aquella sensación de alivio, la canción lo envolvió por completo y se permitió cantar un poco más alto de lo normal. Al salir del baño se sentía muy bien a comparación de las últimas semanas, eligió un pantalón de mezclilla holgado junto con una camiseta negra de manga larga y sus amados tenis que no había podido usar los días que estuvo fuera ya que debía ir formal.
Fue hasta su sala apagando la música, tomó su celular y le conectó los audífonos. Se sentó frente a su escritorio, encendió su laptop y mientras esperaba que iniciara se colocó ambos auriculares dejando al sonido invadir su cabeza. Una vez inició sesión abrió aquel archivo que trabajaba desde hace... ¿cuántos eran ya? ¿siete? ¿ocho? ¿O nueve meses?
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Me conoces
FanfictionMiedo, terror, desesperación, dolor. Conocía bien estos sentimientos había escrito sobre ellos tantas veces pero ahora, encerrado en aquel tétrico edificio temiendo por su vida junto a quince personas más, finalmente los entendía. "Me conoces. Tú me...