Five

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De nueva cuenta este capítulo contiene escenas ligeramente explícitas de sangre y esas cosas. Inicia después del "∆" y otro marca el final.

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Se sostuvo de las orillas de la caja mientras sentía como su garganta volvía a contraerse y por su esófago pasaba aquel ácido quemándole la laringe hasta salir por su boca. Tosió un poco, escupió algo de saliva y limpió las lágrimas que salieron sin permiso de sus ojos, le dolía el tórax como si lo hubieran golpeado.

Llevaba al menos unos quince minutos vomitando, hacía tiempo que su delicioso desayuno había salido ya sólo escupía bilis, se limpió la boca con el antebrazo y finalmente se puso de pie algo tambaleante. Cerró la caja alejándose de ella y volvió con el resto si volvía a vomitar le daría una migraña.

  —¿Cómo te sientes? —la coneja sobó su espalda suavemente al verlo regresar aún estaba un poco alterada pero se sentía aliviada de ver al poseedor de dos colas a salvo físicamente.

  —Horrible, ¿en qué nos quedamos? —Desde hace un rato, después de tranquilizarse un poco, comenzaron a interrogarlo para saber que fue lo que pasó sólo que no aguantó mucho el recordar lo sucedido.

  —¿Cómo fue que la encontró? —Continuó en tono apasible y tranquila Anyle.

  —Poco después de perder a Cream regresé sobre mis pasos a buscarla pero no la encontré y creo que me perdí en este laberinto. En un momento al doblar una esquina tropecé con sus piernas supongo, entre la oscuridad pude distinguir muy poco su rostro, comencé a llamarla fue en ese momento que sentí la sangre, de inmediato busqué la herida y supuse que no me contestaba porque estaba en shock o algo así pero la oía respirar lo juro —se estremeció al recordarlo, el sonido áspero de cuando el aire entra y sale de los pulmones de forma errática.

  —Pero por lo que vimos lo más seguro es que ya estuviera muerta así que probablemente lo imaginó —le respondió Vitaliy.

  —No lo imaginé, juro que oí una respiración —en sus ojos sólo se mostraba la desesperación y tristeza de quién dice la verdad.

  —Eso significa que escuchó al asesino —una gélida corriente eléctrica recorrió su espina dorsal y nuevamente le sobrevinieron unas gigantescas ganas de vomitar, eso algo que prefería no haber sabido.

  —¿Y por qué no lo mató a él también? —Knuckles aún se sentía muy dolido y no le importaba hablar sin cuidar sus palabras.

  —No debería de ser tan grosero, la razón es simple está jugando con él y con nosotros, atacarnos unos a otros sólo le facilitará el trabajo —sentenció la oficial fulminando al equidna con la mirada.

  —Lo mejor será continuar nuestro camino —el erizo de vetas rojas se dirigió hacía la salida del piso donde estaban las escaleras y los demás lo siguieron.

Por suerte no tendrían que volver a pasar junto al cadáver de Cosmo.

Hasta el final de la fila Scourge y Fiona caminaban tranquilamente platicando en susurros como si lo sucedido no les afectara en absoluto. Después de intercambiar otras cuantas frases se tomaron de la mano y se alejaron del resto al llegar al pasillo en dirección a una ventana.

  —¿Qué están haciendo? —Sonic alcanzó a verlos, aún apesar de todo, se preocupó al instante por su bienestar que uno de ellos fuera un criminal no significaba que no le tuviera compasión.

  —¿Qué crees, genio? —le respondió con burla el de color verde —, obviamente pienso marcharme de aquí y la linda señorita ha decidido acompañarme.

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