Me guarde mi secreto de mi nuevo escondite que era el bosque. Salí de casa para ir al colegio, me vestí de manera similar a las anteriores pero esta vez quería mostrar más seguridad. Me costó decidir algo, pero finalmente lo hice.
Cuando me encontraba en el caminito de piedra de mi calle, me encontré con una silueta familiar.
Zara corrió a mi de prisa abrazando mi cuerpo con fuerza, su melancolía se embarro en mi pecho quedándome inmóvil para no interferir su acto.
Se quedó ahí un par de minutos, no dijimos nada.¿Dónde estabas?... - Sujeto mis hombros agitando unas cuantas veces, su rostro me indicaba que tenía una preocupación enorme. No creí que ella se recordará de mi desde la última vez que fui al instituto. - Quise tomar tiempo para mí... - Aún tenía ese suplicio que hería mis sentimientos, no quise mostrarme como antes y quise quedarme a contestarle. - Me preocupaste, pensé todo este tiempo que te habías mudado al no verte salir de casa. - Agache la cabeza para pedir disculpas. - Lo sé todo. - Mencionó en un tono plácido. - ¿Qué es todo?... - Le mire con cuidado. - Renata, antes de destrozar tu diario, tomó algunas fotografías. Cuando me tomó confianza me las mostró después de ver que me aleje de ti. Los hilos del destino... - Interferí, aun después de haberlo tomado era más que claro que invadiría mi privacidad a un grado de querer tachar más mi reputación. - No, no lo digas. - Guarde mis manos detrás de mi espalda. - Te creo... - Quedé vacilante, pensé dentro de mi que lo hacía por lástima después de haberme abandonado. - No necesitas hacerlo, casi nadie comprende... - Alcé los hombros rendida pero replicó. - Alguna vez conocí a alguien que podía hacer lo mismo que tú. Un día, tuvo que irse de mi lado. Yo era presente de lo que veía y quien le ayudaba a unir a la gente en uno mismo... - ¿Existía más gente como yo?, quizá lo guardaban como lo hacía . - ¿De verdad?... - Tuve una sensación de felicidad emotiva, todo este tiempo considere que sólo me pertenecía a mi. - Lo juro, ahora más que nada entiendo tus razones. Déjame ayudarte. - Quise sonreír, aun no me tragaba lo que había visto, era amargo. - No se si sea correcto que lo hagas. Pude encontrar tu hilo, lejos de mi... - Recordé la misma sensación de aflicción. - ¿Le has visto?... - Asentí una vez llevando una respiración honda. - Renata. - Alzó las cejas negando varias veces. - No, no puede ser... No podría, no es quien necesito... - Tome su brazo. - La gente no decide, es el hilo que los une. Por eso mismo quise escapar, Kali hablo conmigo y es quien me trajo de vuelta. - Zara reprimió lo que acaba de confesar. - No lo creo, no puedo aceptarlo. - Adelantó el paso. Le seguí detrás manteniendo una distancia, ahora sabía que esto marcaría una lejanía entre nuestra relación. Pero era mejor a que nuestros sentimientos nos dictarán otras cosas. -
Finalmente llegamos, no había cambiado mucho desde que huí. El aula aún estaba vacía. Cuando recién tomaba mi asiento, Zara tomó mi mano dirigiendome a ese auditorio donde hacía magia.
Su instrumento se recargo en su hombro y empezó...No tuve palabras, ese mismo efecto volvía a mi. Me quedé completamente para escucharle, mi mente le pertenecía inconscientemente ; se apago el dolor y sabor amargo. Olvidé que no me pertenecía. Quería romper las reglas y quedarme, mirarle detrás de su enigma, su verdadera figura que no esconde siendo auténtica. Me emociona pero al mismo tiempo me aturde casuandome rigor.
Se incó frente a mi después de terminar la pieza de su melodía, oculto su cabeza entre mis brazos.
No era capaz de rechazarlo, entre en el estado efímero que me llevaba a ese mundo utópico como al que viaje con Kali. Acaricie su cabeza de manera tierna apagando los ruidos del mundo.
Éramos dos ajenas que se unían en uno mismo sin la necesidad del Hilo rojo.Nos amábamos. Aún si confesarlo, lo aceptamos con los actos, miradas y palabras. Aún con la gente en contra, aún después del tormento que recibimos para llegar hasta ahí. Nuestro mundo, una burbuja amigable.
No me explicó su actuar.
Tristemente nos volvíamos al mundo real, el ruido comenzó a interrumpir la escena.
Al terminar las horas, me llevó hasta casa. Sabíamos que no nos pertenecíamos pero queríamos creerlo así.Me pidió que me cuidará por las noches, si las pesadillas volvían recordará su aroma y su melodía.
Me envolvió entre mis sábanas, sin antes mirar el listón en el árbol que deje hace algunos días. Le agradecí a Kali su compasión y su acto de heroísmo.
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Entre Hilos del Destino
القصة القصيرة;... "Podía ver la felicidad en cada persona, el hilo que unía a dos en uno solo, entre nudos y revoltijo, sabía que era su destino. ¿Por qué no existe el mío?"... Contenido : 🏳️🌈 🚫 No adaptaciones