Mi período para reencontrarme recién iniciaba. Mi madre dejó de insistir en mi manera de vestirme, buscó un empleo real y en la mayoría de veces no ah estado en casa.
Perdí absolutamente su presencia que necesitaba. Se alejo como todo lo demás. Por la tarde empaque lo necesario para un campamento.
Era el momento que yo debería mirar mi ventana desde la punta de ese cerro que solía contemplar cada día cuando necesitaba tranquilidad. No sabía exactamente la ruta para subir, solo seguí mi instinto.Cuando me adentre, entre en un estado de imperturbabilidad, aspire el aroma a hierva. Localice a algunos refugios de animales que habitaban entre los árboles. Había caminado cerca de dos horas sin parar, al menos ese era mi cálculo.
Creí que sería imposible llegar a la cima, a la lejanía se veía tan pequeño. De todas maneras podía ver la cortina entre abierta de mi ventana. Suspire al ver lo lejos que había subido, deje una sábana en las hojas secas y me senté para admirar un poco más el ambiente y concentrarme. Me conecte conmigo misma, encontré lo magnífico del silencio y de la naturaleza.
Monté mi pequeña casa de acampar, ya que comenzaba a oscurecer y debía refugiarme. Demoré un poco más de lo que tenía planeado. Llevaba el tiempo suficiente como para olvidar como se armaría de manera correcta.
Cuando terminé cerré el cierre que dividía la casa portátil, me ilumine con una lámpara que recargue antes de venir...No recordé más, solo cruce mis rodillas adoptando una posicion de ralajación que me dejó exhausta...
Desperté entre los mismos árboles, el clima junto con la vegetación eran distintas, un poco más estravagantes y coloridas. El aroma, era notorio que era distinto que cuando llegue... El cielo se miraba despejado decorado con galaxias despejadas y colores fantasiosos... Cada árbol parecía moverse como un sujeto, se balanceaban de un lado a otro, parecía que seguían un compás, el ritmo de una melodia que llegaba muy pasajera a mis oídos. Debía prestar atención para darme cuenta que una música distinta a la que conocía venía de entre todo, cada cosa parecía tener vida, lucía como un cuento utópico.
Cada detalle era precioso a mi vista, camine sintiendo la fresquedad de las hojas... Dejaban de ser secas, podía sentir que pizaba un suelo tapizado de algo suave que no hería mis pies descalzos.
Alguien más se acercaba donde me encontraba, no sentí miedo... Solo mi cuerpo se quedo quieto como si supiera que ese extraño me esperaba y tenia que quedarme.
Su piel resplandeciente cerúlea, llamo mi atención. Reconocí su belleza significante que solo pocos entendían. Kali, venía a pasos lentos... Agache la cabeza, recordé las veces que maldije por no sentir su ayuda cuando le suplicaba su auxilio. Mi corazón se encogió conforme se acercaba... Tomó mi brazo tirando de él para que fuese a su paso.
Estas aquí ... - No entendía a lo que se refería, estaba confusa por estar en un lugar tan falaz. - Tienes motivos para llegar aquí, Samira. - Me sonreía cálida, me guió hasta una fuente de rocas de colores distintos, su brillo de debía a los diamantes que conformaban su irrealidad. - ¿Qué motivos?... - mencioné con la voz baja, aun tenía un poco de vergüenza por mis actos aberrantes. -
Escuché tus súplicas muchas veces, finalmente considere que era el momento de traerte para que escuches lo que necesitas.. - Me senté en la esquina de la fuente magnífica admirando el agua cristalina. Suspire ante sus palabras, sabía perfectamente que realmente necesitaba de su apoyo después de convertirme de nuevo en ese ser pequeño e inofensivo. Kali arrugó la frente y estrecho mi mano con dulzura. - Tú no puedes verlo, pero aquí está... - Levantó mi dedo meñique, aquel que consideraba como una maldición por no traer consigo mi destino. - ¿El hilo?...- Tuve un hueco en el estómago , no podía creerlo, desde que nací me sentí incapaz de poder conseguir mi felicidad. Si el resto no quería cuando les decía, simplemente era su decisión de perder.- Si, el que tú conoces tan bien. Esta justo aquí... ¿Sabes por qué no lo puedes ver?. - Tuve un golpe mental. No sabía que decir, tampoco que pensar. Sólo me quedó mirarle para que me diera aquel motivo que me impedía ser libre. - Fobos, solo él es el causante de tus miedos. El asustarte cada vez que el viene contra ti, alimentas su ego. Te alejas de tu destino y felicidad. Hasta que no puedas enfrentarlo, jamás verás ese hilo. - Ahora tomaba cierto sentido, todo el tiempo viví bajo una manta invisible. Me alejaba para evitar las preguntas y simplemente lloraba por miedo, no tenía el valor de enfrentar a Fobos. - ¿Cómo se supone que podré enfrentarlo?... - Ella sonrió de lado a lado acariciando mi coronilla. - Eso solo lo sabes tú, yo solo te doy la solución. - Se levanto con calma dándome un abrazo cariñoso. -Me transporte de vuelta a mi casa de acampar, era aún el anochecer. Escuche a los grillos cantar y el aire que soplaba con una fuerza débil.
Esta vez mire mi mano, era algo que solo yo sabía. No tenía mucha idea en mente, aún así consideraba que quería intentarlo. Quería saber si realmente existía esa pequeña felicidad donde pueda compartir mi vida con alguien más, que pueda protegerme como tanto lo eh necesitado.
Las horas transcurrieron y no pude reconciliar el sueño, me quedé acostada mirando por un hueco el cielo. Tuve la fortuna de mirar la puesta del cielo anaranjadizo y la huida de las estrellas y la luna llena. Tenía muchas cosas en la cabeza, sentí una motivación interna y pude confirmar que Kali aún la hacía más hermosa.
Me levante, quería devolverme a casa para enfrentar la realidad, enfrentar esos miedos de los que Kali me advirtió. Tarde un poco de tiempo en alzar mis pertenencias. Antes de regresar a casa mire una vez más el sitio lleno de vida. Traía conmigo un listón rojo atado a mi bolso, lo amarre en un árbol dejando un moño bien puesto para que no cayera después. Quería dejar la marca de donde decidí tener agallas. Era el momento de devolverme, camine a un paso calmado y cuando llegue a casa, mi madre estaba sentada. Esta vez no me miro, no quise insistir.
Me cambie de ropa después de un baño tibio. Debía regresar a mis actividades diarias para emprender una nueva vida que aún me costaba aceptar.
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Entre Hilos del Destino
Kısa Hikaye;... "Podía ver la felicidad en cada persona, el hilo que unía a dos en uno solo, entre nudos y revoltijo, sabía que era su destino. ¿Por qué no existe el mío?"... Contenido : 🏳️🌈 🚫 No adaptaciones