Capitulo VIII

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Un horrible ardor en su espalda baja le hizo sisear.

Trato de abrir los ojos pero sus párpados se sentían extrañamente pesados, trato de abrirlos de nuevo y fue imposible.
- shhhh tranquilos bebe, estas bien, yo estoy aquí - Era la voz de Tony apenas pudo Steve escuchar.

Todo su cuerpo reaccionó.
Sintió algo metálico contra su cuello.

¡Desgraciado!

¡Era el collar! ¡El maldito collar!

Sentía tanta ira, impotencia, dolor y muchas ganas de llorar. Lo golpeo por nada, le habia puesto el collar mientras estaba inconsiente.
En su garganta se agrupó un nudo a punto de estallar, trago seco y solo abrió lentamente los ojos.
Estaba boca abajo en la cama que compartía con Tony, este esparcia algo sobre su espalda, al parecer pomada.
- te odio... - fue lo único que salió de los temblorosos labios de Steve mientras trabaja de safarze el collar.
Los movimientos del alfa se detuvieron.
- mentira... - susurró Tony - ...tu me amas - completó con voz baja - deja de hacer eso, vas a lastimarte - le regaño al ver como el rubio peleaba con el collar.
Steve enterró su rostro sobre la almohada, no iba a llorar, no iba a darle el gusto a Tony de verlo roto. Pero lo estaba, estaba arto de toda esta mierda.

Lo peor es que tal vez Tony tenía razón.

Steve lo amaba.

...

- Te traje el desayuno cariño - por la puerta de la habitación entro Tony, con una bandeja de comida.

El omega estaba sentado en la cama, tenia almohadas debajo del trasero y en la espalda, le dedicó una mirada llena de ira.
- vamos, debes alimentarte - El alfa esbozó una hermosa sonrisa que derritió a Steve.
Anthony jamás le llevaría desayuno,  esas eran tareas de omegas, a menos que lo amara mucho.

Sacudió su cabeza

¡Dios que estaba pensando!

¡Tony no lo amaba, solo estaba obsesionado, con romper su cordura y volverlo loco; loco y adicto a el!

- se te va quemar la cabeza de tanto pensar - respondió juguetón el alfa. Se acercó a la cama y se sentó a la orilla. - se te ve hermoso - tocó con la punta de los dedos la orilla plateada del collar.
Steve se alejó del toque de Tony.

Solto un gemido de dolor al moverse contra la cama su cuerpo vibró, apretó los dientes.

- Steve... - la voz de Tony era dulce - ... Perdoname ¿si? Es sólo que tu me provocaste - Steve dirigió su mirada hacia su alfa, y vio una gota de cordura.

Espera, ¿acababa de decir que ÉL lo provocó?

No dijo nada.
- ¿vas a comer? - dijo el alfa señalando la comida.

Steve asintió.

Anthony fue lindo, tal vez demasiado, al darle de comer a Steve.
Una cucharada y un beso en la mejilla, otra mas y uno en la frente, luego en la nariz, despues en la barbilla, asi transcurrió el desayuno, entre besos y mimos.
Steve no podia estar más confundido, Tony era una caja de pandora, llena de cosas que el no comprende.
- ¿que tal se siente el collar? ¿Cómodo, no? - Tony limpiaba con delicadeza la boca de Steve.
- bien - habló serio el omega.
- me alegra - El alfa sonrió.

"Señor tiene una llamada, de la agente Hill" dijo la voz robótica de F.R.I.D.A.Y.

- Claro linda, ya atiendo - se levantó de la cama no sin antes darle un largo beso a Steve y susurarle un "Te amo"
Que Steve no pudo responder.
Después salió por la puerta con la bandeja de comida vacía.
El rubio dejo escapar todo el aire que tenía contenido desde que Tony entro, empezó a respirar tomando grandes bocanadas de aire. Había sido bueno ocultando el horrible miedo que el pelinegro le provocaba.
Comenzó a sudar frío.
Debía controlarse.

"O M E G A"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora