Capítulo 21.

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Todos nos miraron cuando entraron. Peter me guió hasta un sofá y me hizo sentarme allí, mientras que él se sentaba en el brazo de éste a mi lado. Junto a mi estaba Nico, quien suspiró y se frotó las sienes.

— ¿Alguna idea?

—Deberíamos seguir su rastro para ver donde se quedan, primero que nada —señaló Agus, desde una esquina de la habitación.

—Eso primero que nada. En segundo lugar, deberíamos buscar a más gente y contratar guardias para todos nosotros solo por si acaso. Las amenazas debemos tomarlas en cuenta —dijo Nico mientras se levantaba. Se paseó por toda la sala hasta lograr encontrar su celular entre algunas bolsas de plástico de comida rápida. Comenzó a teclear algunas cosas y, luego de mirarnos a todos, salió de allí justo después de comenzar a hablar con la persona de la otra línea.

Comencé a sentirme incómoda, estando yo allí, una chica muy delgada y baja, entre muchos músculos y chicos de alta estatura. Me encogí repentinamente, mientras intentaba quedarme al lado de Peter.


*Narra Peter*


Sentí como Lali se pegaba más a mi pierna. La miré de reojo.

Ella estaba con la cabeza gacha y evitando todo contacto visual con los chicos. Tenía la espalda encorvada, haciendo así que levantase los hombros para esconder de ella todo lo posible.

Suspiré frustrado. ‘’¿Qué puedo hacer para quitarle el miedo?’’ me pregunté. Lali le temía a todo lo que se movía, obviamente todo por culpa del imbécil de su padre. Levanté un brazo y lo pasé por los hombros de ella, mientras que inconscientemente acariciaba su hombro con el pulgar.

Notaba lo tensa que estaba, entonces me incliné hasta pegar mis labios a su oreja y susurrarle: —No temas.

Ella me miró con la inseguridad reflejada en sus ojos, entonces asintió con la cabeza.

—Y… Bueno, ¿cómo te sientes, Lali? Peter nos dijo lo que te había sucedido hace unos pocos días —dijo Stéfano.

Ella dirigió su mirada a él y se tocó la cabeza, donde aún descansaban pegados y enterrados en su piel los puntos.

—Bien, supongo…

Stef le sonrió.

—Me alegro.

Rechiné los dientes. El muy hijo de puta. Besé la cabeza de Lali donde estaban los puntos con cariño y demostrándole a Stef y a los demás que ella era solo mía.

Noté como sus mejillas tornaban un color más rosa que antes, mientras sonreía tímidamente.

Nico volvió a los pocos minutos, guardando su móvil en el bolsillo de su pantalón.

—Contacté con Smith. Me dijo que estaría de acuerdo en buscar a Alexander y a los otros a cambio de algo. Aún no me lo dice, solo sé que lo sabré cuando todo esté listo. Solo es cosa de esperar hasta que me llame para que me de la dirección —hizo una pausa— ¿Peter? —Levanté la cabeza ante la mención de mi nombre— Hay un par de guardias fuera de tu casa por ahora. Solo es por precaución, ya sabes, ahora no solo debemos cuidar de ti —señaló con un movimiento de mentón a Lali— Debemos cuidarla a ella también.


Rescatame {Laliter} || AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora