*Narra Peter*
La noche, callada y silenciosa. Fría y oscura. Este era mi hogar por las noches. Nadie conocía este lado de mí, nadie me conoce cuando estoy furioso, ni cuando debo hacer el trabajo.
Todos piensan que yo soy uno de esos niños buenos, pero se equivocan.
Saqué las llaves de mi Amarok del bolsillo izquierdo de mi pantalón y entré en él. Abrí la guantera que se encontraba en el lado del copiloto y cogí mi arma de 22 mm. para guardarla en la cinturilla de mis pantalones, también cogí una bolsa de color negro de allí y la guardé dentro de mi chaqueta de cuero negro. Encendí el coche, procurando no hacer mucho ruido aunque fuera imposible y arranqué para alejarme lo más que podía de mi hogar.
Los caminos de tierra y piedras hacían que el auto se llenara de polvo y se ensuciara, aunque no me importaba demasiado. Lo único que tenía en mente era ir donde los chicos y yo nos habíamos acordado en juntarnos, a las 2:30 am. En el mismo callejón de siempre por la calle San Martín del barrio Ascasubi. Debíamos reunirnos para así terminar de entregar algunos de los pedidos y terminar un ‘’pequeño’’ trabajo.
Sonreí para mis adentros. Vería la cara de ese bastardo cuando le apunte con el cañón de mi pistola sobre la cien para acabar con su patética vida. Por un momento, recordé el miedo que veía en los ojos de Lali cada vez que me acercaba a ella; un miedo profundo, terror.
Cuando vi su moretón en su pómulo me extrañé demasiado. ¿Qué le habrá sucedido? Esta tarde, cuando me la encontré sentada bajo ese árbol, no logré ver si aún lo tenía, por lo que era más que seguro que había intentado ocultarse las marcas. También fue extraño habérmela encontrado sola, casi congelada, bajo ese árbol en medio de una gran ventisca y cuando me contó lo sucedido, no le creí. ¿Haberse perdido?
Negué para mí mismo. Encendí la radio en cuanto salí de los caminos de tierra y pasé a los de cemento. En la radio que tenía puesta estaban dando ‘’Afinidad’’ de Axel.
(…)
Llegué a la calle San Martín y luego de estacionar y apagar el motor de mi polvoriento auto, bajé con la bolsa de plástico negro y caminé hasta adentrarme en la oscuridad del callejón. Al llegar a una puerta verde, giré el pomo y entré. Respiré el aire con olor a cigarro y marihuana, ya deben estar todos aquí.
Me adentré más a la construcción que usábamos como base. El lugar estaba abandonado y nadie sospechaba que nuestro paradero era este lugar. Entré a la sala y vi sentados en el único sofá gastado que había allí a los hermanos Pablo y Gastón Martínez Dalmau, uno al lado del otro mientras ambos fumaban que se yo que cosa. Ambos tenían 17 años, eran los menores aquí con esa edad. A su lado, estaba Nicolás Riera, el líder y el mayor de nuestra banda llamada “La Ala Negra”. Tenía 20 años, cabello un poco rubio, tez blanca y ojos celestes, abdominales… tiene todo lo que quieren las wachas (?
Y parados a los lados del umbral de la puerta que llevaba a una habitación, estaban Stéfano de Gregorio y Agustín Sierra. Todos tipos duros y buenos para las peleas.
Lancé la bolsa sobre la mesa de centro que se encontraba allí y esperé allí, de pie alguna reacción antes de hablar.
— ¿Qué debemos hacer primero, mhm? ¿Matar al bastardo de Alan y entregar el pedido, o entregar el pedido y matar al bastardo de Alan? —pregunté, mientras sacaba un cigarrillo del bolsillo de mi chaqueta y lo encendía con el encendedor que estaba sobre la mesa. Inhalé una gran calada antes de expulsar el humo por mi boca.
—Primero… —habló Nico, mientras se levantaba y tomaba la bolsa para ver su contenido: Drogas —…Nos dividiremos. Tres irán conmigo a matar a Alan y tres irán a entregarle esto a Charles —nos miró a todos mientras suspiraba para volver a hablar— Peter, Stefano y Pablo vendrán conmigo. Los demás, tomen la camioneta y vayan a darle las drogas a Charles.
Él comenzó a caminar a la salida, obligándonos a seguirlo por la espalda mientras los otros tres se quedaban allí para esperar a que nos fuéramos. Le lancé las llaves de mi Amarok a Nico, quien las atrapó en el aire y nos subimos a este para partir en la dirección a la muerte de Alan.
ESTÁS LEYENDO
Rescatame {Laliter} || Adaptada
Fiksi Penggemar| Historia del 2014 | Lali Espósito. 16 años. Vive en la Patagonia Argentina. Su padre la golpea. Su madre murió. Hija única. Peter Lanzani. 17 años. Vive en la Patagonia Argentina. Sus padres y son los más buenos del mundo. Su misión será lo que d...