Capítulo 5.

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La castaña se levantó de la cama en cuanto vio los primeros rayos del sol colándose por su ventana. No había podido dormir durante toda la noche, pensando en lo sucedido con Axl, aún podía sentir su intensa mirada puesta sobre ella.

Con ese pensamiento en su cabeza, se calzó las pantuflas, fue al baño en donde cepilló sus dientes y bajó a la cocina para prepararse un café que le diera la suficiente energía como para continuar con su rutina diaria. En cuanto estuvo en la cocina, sacó todo lo que necesitaba para prepararle un buen desayuno a William.

Estaba poniendo a descongelar los tocinos que freiría cuando sintió una tensión bastante poderosa en su espalda, como si alguien la estuviese observando.

—¿Tampoco pudiste dormir? —cuestionó esa voz masculina que tanto conocía.

Dio un respingo y volteó a verlo cuando se hubo calmado de semejante susto. Axl estaba sentado en la mesa, tomando una taza de café, apenas podía diferenciar el color de su cabello puesto a que la cocina estaba algo obscura.

—Casi me matas del susto —siseó, abriendo las ventanas y corrió las cortinas ocasionando que la luz del día entrara por fin a la cocina.

—No respondiste mi pregunta —dijo él, mirándola fijamente,repasándola de pies a cabeza con la mirada.

—Lo hice,dormí como bebé —mintió, encogiéndose de hombros para restarle importancia al asunto.

—¿Ah sí? ¿Dormiste como bebé después de que me dejaras verte casi desnuda? —cuestionó él,enarcando una ceja.

Patience bufó,frustrada por el simple hecho de que el maldito pelirrojo la conociera tan bien. Era obvio que no había podido dormir nada, estuvo toda la noche reviviendo lo sucedido y recordando la noche en que tuvo a Axl encima suyo,haciendo todo tipo de cosas.

—Pues sí, de todas formas ya me habías visto desnuda ¿no? —respondió,obvia mientras empezaba a preparar mezcla para waffles.

Axl se quedó callado un par de segundos,por lo que la castaña dedujo que había salido victoriosa, pero se equivocaba.

—¿Por qué no te cubriste en cuanto me pillaste mirándote? —preguntó sin más y la castaña respingó al escuchar tal pregunta.

Una parte de ella ni siquiera sabía porqué lo hizo, la otra simplemente le decía que el pelirrojo ya la había visto más expuesta antes.

—Ya me habías visto, el que me cubriera no cambiaba eso —respondió,cortante.

—Puede que a tí no te afecte, pero a mí sí. Me robaste el sueño,estuve toda la maldita noche con el recuerdo de tu desnudez taladrando mi mente —se sinceró él y Patience tuvo que morder su labio inferior con fuerza para no sonreír.

—Pobre, siento pena por tí —la castaña se encogió de hombros, en lo que ponía la mezcla para waffles en la wafflera.

—Mientes,ni siquiera eres capaz de verme a los ojos —sintió la voz de él en su oído,ocasionándole escalofríos.

La castaña respingó, volteando a verlo con un gesto de incredulidad. Axl estaba parado a escasos centímetros de ella y llevaba el torso desnudo, portando los mismos jeans rotos de la noche anterior.

Patience se preguntó sí al menos llevaba ropa interior debajo,pero conociéndolo como lo conocía, las probabilidades eran mínimas.

—Sí no te miro a los putos ojos es porque no lo mereces —escupió ella,cargada de desdén.

—¡Otra mentira más! —murmuró un divertido pelirrojo.

Patience observó sus facciones, maldiciéndolo en silencio por ser tan devastadoramente guapo. Belleza que contrastaba a la perfección con su actitud arrolladora, esa misma que usaba para seducir mujeres y llevarlas a la cama.

Pᴀᴛɪᴇɴᴄᴇ |Axl Rose|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora