LOVE ME ; SEULRENE [G!P]

37.I love you (I)

⚠️recomiendo escuchar este temazo y preparar pañuelos.⚠️

Considerar profundamente la elección, una elección enorme. El qué quería hacer en un futuro y prácticamente huir y hacer oídos sordos a las amenzas, a las señales que le estaba dando la vida porque varias personas le habían avisado que una vez enamorada el tomar decisiones se vería afectado o más bien se cegaría por amor. Y ella no se sentía tan ciega...

¿Y si verdaderamente su destino era elegir la universidad y mejor olvidar a Seulgi?

¿Y si en verdad no quería tanto a Seulgi como ella creía...?

—¡La odio! —chilló Joohyun bastante frustrada.—¡No la amo! ¡La odio!

Y por mucho que gritara y se tratara de convencer que la odiaba, desde el fondo de su corazón había algo que le hacía no tener las agallas suficientes para contestarle a su novia en aquel coche. El que le pidiera no llorar más por ella le sorprendió.

Irene comprendía lo que significaba aquello. Sabía que no le estaba pidiendo terminar su relación porque conocía el enorme amor de Seulgi hacia ella, Seulgi jamás sería capaz de terminarle.
Más bien le estaba dando a entender que era libre de escoger lo que quisiera.

Tanto romper con ella como intentarlo.

Y lo de no llorar iba obviamente porque se suponía que en las dos opciones terminaría derramando alguna lágrima.

Pero, otra de las cosas que se preguntaba Irene era por quién lo hacía, por quién estaba tomando esa elección si por ella misma o por su incumbencia. Había tantas razones por las cuales podría haber propuesto aquello que después de que le dijera aquellas palabras, Bae salió huyendo del coche sin querer responder.

Y no respondió porque no tenía respuesta.

No tenía respuesta porque no sabía ni qué decir. No podía mirarle a los ojos y decirle que no lloraría más porque le estaría mintiendo.

—Hija, ¿estás bien? —tocó repetidas veces la puerta Taeyeon, quien acababa de llegar de trabajar.

—No mamá, no estoy bien.

Taeyeon se asomó por la puerta observando a su hija con el peluche que le había regalado Kang entre sus brazos, llorado desmesuradamente. Tenía los ojos rojos e hinchados y ni hablar de los pañuelos que estaba alrededor...

—¿Qué te ha hecho?

—Nada, es solo que —su voz se rompió —Ha decidido no hacer la universidad y nuestros planes futuros no concuerdan en nada.

—Cariño, no es el fin del mundo —dijo abrazando a su hija que se rompía en sus brazos.

—No quiero alejarme de ella mamá, pero tampoco quiero cometer una locura...

—Es tu elección hija. No te pediré que hagas la universidad ni tampoco te diré que lo dejes todo por amor —se sinceró la mujer acariciando la mano de su hija.

Bae frunció el ceño quedándose más confusa de lo que estaba. Creía que su madre le pediría mandar a la mierda su noviazgo con Kang...

—Eres ya prácticamente una adulta, sé que escogerás lo que creas mejor para ti —sonrió tratando de calmarla —Pero si me preguntas a mi, el amor a distancia es posible...mírame a mi con tu padre.

Aquella confesión hizo que Irene ensanchara los ojos, un claro ejemplo de amor a distancia lo tenía delante de sus ojos. Su padre que se la pasaba viajando de aquí para allá, siempre buscaba un pequeño hueco para aparecerse por casa y la pequeña Bae puede afirmar que la felicidad reflejada en los ojos de su madre ha sido siempre la misma.