Capítulo 10

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Strange suspira, mientras juega con los niños.

-papá!- corre la niña y le abraza fuertemente -el señor rubio dice que nos quiere llevar de papi.

Tony miraba la camioneta donde se habia ido el rubio, sintiendo su corazón un poco más roto.

Pero le molesto mucho que él otro pensara que habia tenido hijos con alguien más, cuando con el rubio habian pasado mucho para poderse embarazar.

Habian pasado tantas cosas con el rubio, que tambien se le hacia dificil pensar que todo habia acabado.

Strange suspira y le pide a los niños, incluida la pequeña que fue a avisarle que el rubio le queria 'robar' a su papi, que fueran a ver una pelicula y él haria algo para alegrar al menor.

Comenzo a hacer un pastel con una sonrisa, tomando los colorantes naturales y los sabores de que haria, además deberia hacer otro más para sus pequeños.

Comienza con la masa, haciendo un capuchino y tomando chocolate para el de los pequeños.
pronto tiene la mezcla e integra el capuchino y el chocolate, sonriendo suave, sabe que quedara bien, comienza a hacer el relleno mientras la masa se cocina.

Finalmente en unas horas donde Tony aun no habia entrado, saco los pasteles y comenzo a adornar.

Los cuatro pequeños llegaron a su lado, y todos comenzaron a adornar los pasteles.

-bien, mis pequeños, vamos a buscar a papi y demosle la sorpresa- dice Strange, y todos gritan contentos, estaban sucios, y por eso Strange, con infinita paciencia, les limpia.

Todos salen al patio delantero, donde Tony estaba sentado, mirando al horizonte, con ojos melancolicos y rostro angustiado.

Strange suspira y se acerca a su aún novio, su capa se desprende y le abraza desde la espalda, Strange sonrie, mientras levi acaricia el rostro del moreno.

-te tenemos una sorpresa- dice Strange, y Tony sonrie al saber que estaba preocupado por él.

-Si!, una sopesa!- dicen las niñas, y los dos mayores sonrien tierno ante ellas.

Strange le toma su mano con cuidado, como si fuera un objeto tan valioso, como si se pudiera romper, y dulcemente besa sus labios.

Tony no puede evitar comparar a Strange con Steve.
Es que Strange le trata tan bien, es demasiado bueno con el, cuidadoso, amable, atento...
Es todo lo que Steve era y dejo de ser.

Quizás debia cerrar el libro, cambiar la pagina y quedarse con él.

Es que seria tan fácil enamorarse de Strange... si no amará aun a Steve.

Seria tan fácil como caer de un edificio, como respirar...

-Tony, te gusta?- pregunta suavemente el mago, a lo que Tony sale de sus pensamientos y busca con la mirada a que se refiere, viendo una torta de tonos cafés y blancos, al saber de que era, su boca se hace agua, él realmente amaba aquel pastel que solo Strange sabia hacer, Strange y sus pequeños diablillos.

-me encanta el pastel de capuchino- dice con una sonrisa, y Strange se alegra de haber sacado una sonrisa al moreno y todos se sientan para comer los pasteles -les hiciste el de chocolate, cierto?- Stephen asiente y les sirve a todos un trozo de pastel, él se siente muy a gusto con esa familia, porque sí, no la siente suya realmente, aunque esas niñas pequeñas, a veces las sentia como suyas, aunque no quisiera involucrarse.

Pasan un agradable resto de tarde juntos, los seis como una familia.

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-¿y que piensas hacer?- pregunta Natasha por telefono a Steve, quién sabia al fin habia encontrado a syu pareja.

-no lo sé, esta con un sujeto extraño, que además es padre junto a Tony de una niña... él... él me olvido, y me duele, no quiero darme por vencido...

-no lo hagas, vamos Steve, Tony lucho por ti en su momento, él te persiguio y seducio, ahora te toca a ti salvar su relación- dice con tono algo exasperado.

-¿como lo hago?- pregunta bajo, estaba realmente deprimido.

-sabes que le gusta y que no, conoces sus gustos, que ama... reconquistalo, y esta vez, cuidalo.

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Strange habia bajado las luces del cuarto de ambos, tenia velas por toda la estancia, habia aromatizado la misma y habia puesto a dormir, con cuentos y chocolate caliente, a los cuatro niños.

Un camino de rosas estaba de la entrada del amplio cuarto hasta la cama, donde habian sabanas de seda rojas, satinadas, y más petalos, en el sillon y la mesa auxiliar, habia rosas rojas y un vino rose.

Tony entro y se sorprendio, Strange estaba vestido con un terno que le quedaba demasiado bien.

-queria una noche contigo, Tones, quiero hablar contigo... sobre nosotros.

Déjame volver ~Stony~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora