Parte 11

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Y casi sin darme cuenta me había convertido en su perro. Escucho la comida y voy al plato. Me silba como a un perro es una loca. Mummy Ducky me había bautizado como Lucifer y desde entonces, parece que no hay cielo ni infierno para éste demonio.

El Sr Blue aparcó frente a la casa de Candy. Vino por su hijo y desde luego, a convercerme de volver con ellos. Mamá estaba preocupada por la hija que caminaba con el diablo en los ojos. La chica de ojos de cielo se quedó sentada dónde la dejé. Ella era un ángel de Dios, no yo. Tras nuestra partida en coche, ella se volvió a la fiesta y se desdibujó entre tantos.

Al llegar a casa, mamá me sostuvo en sus brazos. Ofreció una manzana, que yo solo mordí una vez. Acarició el nuevo apellido que se colaba por detrás de mi oreja. Me miró a los ojos y supo que ya nunca más volvería a ser inocente y que mi piel ya había conocido el calor. Se levantó y acomodó su vestido azul, el Sr Blue, pronunció el nombre de mi padre, solo para saber si yo me había ido o visto con él. La sangre brotó de mi nariz y él la limpió con su pulgar con una sonrisa amable en los labios. Con la otra mano me acarició el cabello y me besó la frente. Blue Boy nos miraba desde la puerta. 

"Lucifer como sinónimo de lucero"

Corrí a la tienda de Mummy Ducky. En la puerta estaba la chica que se había vuelto protagonista de mi respiración. Me dirigí a la valla que conducía al bosque. No había oscuridad más espesa que mis ojos y pude encontrar el camino sin pérdida. Ella me seguía de cerca, ambas, sin hablar, sabíamos que ibamos a las entrañas de todo ésto.

-Peter murió, fue porque la soberbia le hizo perder su posición en los cielos -la voz fría de Mummy Ducky  me hizo erizar la piel -Estás hermosa vestida de ángel caído, Lucifer -su mano reocorrió mi rostro, lo acarició y se detuvo con fuerza en mi mandíbula -Hija de hombre y monstruo, veo que has conocido a Ámbar -la mano de la chica se aferró a la mía y la anciana dio un paso atrás.

Lancé el anuario del último año en el que las vidas de Mummy Ducky y papá estaban enredadas con un lazo rojo que ahora me tenía amarrada por el cuello y que la mujer había convertido en un collar de animal. Ámbar me apretó la mano y salimos corriendo al amanecer. Caímos de rodillas sobre las tumbas de los patos desaparecidos. 

-Vuelve a casa -dijo mamá con voz áspera, cerrando la puerta del coche del Sr Blue -¡Vuelve a casa diablo! -Ámbar y yo subimos al coche. Dejamos a la chica en su dirección, y de camino a casa mamá rompió en llanto. El hombre azul y de perfume a menta, le consoló solo colocando una mano sobre la suya. 

Corrí hasta mi habitación. Blue Boy sobre mi cama, dándo la espalda a la puerta. Me senté sobre el marco de la ventana con un cigarro sobre la boca. El humo se hizo más ligero que las espesas palabras de mi familia. Mis manos temblaban, tenía los dedos fríos. Se colocó junto a mi, dubitando en si agarrar mi mano o no.

-No creas que has muerto para mi, aunque parezca que la sangre en tus venas se haya helado, sé que nunca quisiste ser una Blue -me sostuvo la mano un instante, a la vez que mis ojos se enrojecían conteniendo las lágrimas -Nunca has encajado, aunque lo mío contigo, fue amor a primera vista, supongo que no estabamos hechos para ser.

-Yo he muerto por ti Blue Boy -sus ojos se tornaban borrosos -Eres imposible de amar para mi, ojalá pudieras ver por mis ojos y no sentir más el viento.

-Te daría todo mi mundo, si pudiera llamarte mía -sostuvo mi mano -Y me rompería medio corazón para que nunca más vagaras sola entre tus tinieblas.

Ya no tengo corazón. No sabía porqué eso me hacia sentir tan insegura. Blue Boy me dio las buenas noches y se arrastró fuera de la habitación, dejando que me envolviese en mis sábanas, que olían a menta. ¡Maldición! Ya nunca volvería a respirar el mismo aire. Que Dios se apiade de Peter y le de un buen lugar en la vida a Mummy Ducky.

"Funeral"

-No quiero que estés muerto -le dije a su tumba -No me dijiste que estabas muerto por esto, papá... -me arrodillé y dejé un pequeño ramo de flores. Recé por su alma y le miré a los ojos, apenada por lo ocurrido hasta ahora.

-Era imposible contarte lo ocurrido -dijo con la voz ronca y vestido de oscuridad -Mummy Ducky me dio nombre, me bajó del cielo una vez más para luego darte un nuevo nombre a ti, Lucifer...

-No sé porque mis alas parecen quemadas -los ojos de Peter se volvieron de noche -Ésto no debería ser una caza de brujas, papá.

-Tu madre pensó que medicarte era la solución pero, cariño, ahora hay un hilo que te convierte en propiedad de Mummy Ducky, como muchas de las almas que corren por esta ciudad -me levanté y mis ojos también se tornaron negros. Atravesé el cuerpo de mi padre.

Caminé hacia la salida del cementerio, pensando en un nuevo plan para dejar de ser un alma desgraciada y con placa de collar para perros. Lucifer, ¿verdad? Pues si Dios no encontraba un mejor camino para mi, yo misma lo encontraria y dejadme apuntar que Mummy Ducky no hará más el papel de Dios.

"de nuevo, Lucifer"




"Why did you steal, my cotton candy heart?"Where stories live. Discover now