Parte 1

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Mamá se encontraba en la cocina, arreglando las flores que acababa de recoger del jardín y colocándolas con delicadeza en un jarrón de vidrio que nos habían regalado los vecinos en nuestra última 'cena de hermandad'. 

Di otro bocado a mis tortitas, todavía calientes y caseras. Un trago a mi zumo de naranja recién exprimido y una de mis pastillas. Sin pensar.

"Sin pensar Lucy, sin pensar, trágate las pastillas" 

Creo que todo aquí se trataba de eso, no se permite sentir en exceso, así que antes de volver a decepcionar a mi madre con mis crisis existenciales, me acomodé la ropa y fui a por mis cosas para llegar a tiempo a clase.

Mamá se quejó por no recoger las sobras del desayuno, mientras yo escondía el paquete de tabaco en el fondo de mi mochila. Sacudí mi pelo teñido de colores, maquillé mis ojos y coloqué algo de perfume de mamá en el cuello. Ella odia que yo lleve su perfume.

Antes de irme, escupí la pastilla que guardaba bajo la lengua en un pedazo de papel, hice una bola y lo lancé a la papelera, un último vistazo en el espejo. Estaba lista para uno de esos días... 

Me gustaría decir que fui a clase, y contar mi larga mañana en esa escuela para azucarillos y tacitas de té, pero no, siento decir que ese día no fui a clase. 

Mi mejor amiga, Candy.

Candy Locks, me esperaba al final de la calle. Un lazo rojo a conjunto con sus labios, destacaba entre la palidez de su piel y su cabello casi blanco. Acomodó su vestido gris pizarra y me saludó con afectividad. Yo hice una mueca y le ofrecí un cigarro.

-Guarda eso...! -dijo mirando en todas direcciones -Lucy, aquí no... pueden vernos -susurró a mi oído. Rodé los ojos y volví a guardar los cigarrillos. Enlazó nuestros brazos y nos dirigimos al ultramarinos de Mummy Ducky.

Mummy Ducky era la persona más mayor de toda Sweet Town Falls. Vestido color crema, lazos, y una oca como mejor compañía. En su tienda, se podía encontrar de todo, incluído preservativos. Las farmacias aquí no los proporcionan, y si vas a la enfermería del colegio seguramente acabes en un lugar peor.

Mummy Ducky no hace preguntas, creo, que apenas habla. Siempre se le oye cantar melodías un poco espeluznantes, es muy conocida, pero nadie sabe de dónde viene, dónde vive o su verdadero nombre.

Es una lástima que ella no sea la protagonista de ésta história. Al llegar a su tienda, yo me puse a buscar entre los pasillos. Las paredes tenían un blanco limpio, había un montón de cajetillas de medicamentos, dulces, bebidas... 

Cuando quise darme cuenta, Candy ya estaba en el mostrador, con una caja de tampones y el dinero preparado para dárselo a Mummy Ducky de inmediato para guardar la cajita en la mochila sin que nadie desde fuera de la tienda la viese.

Quise haber comprado un par de chocolatinas para compartir con Candy, pero, como podéis comprobar, no soy una chica muy dulce, aún viviendo en Sweet Town Falls.

Tras la tienda de Mummy Ducky, descubrimos un viejo parking para bicicletas, un baño de madera antiguo y un camino rejado. Una entrada al bosque, algo más que nos prohibian, pero no se me da bien cumplir las normas.

-¿De verdad vamos a entrar ahí? -Candy colocó su mochila en la espalda, mientras yo escalaba la valla. Mi falda se hizo un pequeño jirón, no me importó demasiado. Di unos pasos hacia la entrada al bosque, y escuché como mi amiga se quejaba mientras escalaba la valla.

-Tengo ganas de entrar, descubrir algo nuevo -coloqué un cigarrillo en mis labios, lo encendí y solté el humo despacio -Vamos a perdernos solo unas horas Candy, nos irá bien.

-¿No te gusta ésta ciudad, no? -dejé que diese una calada a mi cigarro, y la escuché toser el humo en lugar de soltarlo, no pude evitar reírme -Lucinda Tooth Breaker, compórtate como una señorita, yo he criado una niña no un jugador de jockey -dijo imitando la voz de mi madre.

-Eres idiota -ambas nos reímos, imitando a nuestros padres y recordando algunas de nuestras mejores vivencias, aventuras. Nos agarramos de la mano, el bosque era oscuro y espeso, tenía un fuerte olor a pino, la brisa que nos envolvía a ratos era fresca. 

Al final de un largo camino, encontramos un pequeño embarcadero abandonado junto a una casa destartalada con un buzón en forma de pato. Había una pequeña barca, atada con una cuerda sucia, parecía que en cualquier momento se hundiría o soltaría y desaparecería en el río y la vegetación.

-Parece la casa de Mummy Ducky -Candy miró por la ventana, estaba cubierta de polvo. La pequeña casa, tenía un gran agujero en el techo, y algunas de las maderas que la sostenían parecían podridas -Tal vez ella vivió aquí, no tiene familia ¿verdad? 

-Siempre está sola en la tienda, nunca habla, canta canciones macábras y su única compañía es una oca, tan vieja como ella -tomamos asiento al inicio de esa casa antigua. Candy sacó un par de bollos de su mochila, me ofreció uno y coloqué uno de sus mechones tras su oreja. 

-Pobre mujer, no quisiera vivir así cuando sea mayor, ¿estará loca? -sus ojos se abrieron como platos y se clavaron en los míos, evité reirme de su reacción. 

-Todos están un poco locos en la ciudad, Candy -su mirada estaba fija en la mía -El medicamento, sigue siendo medicamento, aunque se tome en taza de té.

-¿Sigues tomando tus pastillas? -dijo con un hilo de voz.

-Hace mucho que no lo hago, no quiero parecerme a... -nos quedamos un rato en silencio. Terminamos los bollos y nos preparamos para volver a casa. Parecía que la una no quería hablar con la otra. 

"Sin pensar Lucy"

"He criado a una señorita, no a un jugador de jockey"

Sacudí mi cabeza, y me lancé corriendo hacia la valla que separaba la ciudad y el bosque. Fui brusca y me hice una herida en una rodilla, al caminar, era molesto, pero fingí que no me dolía el tiempo suficiente hasta llegar a casa.

Candy, al verme sangrar y caminar coja, deshizo su lazo rojo del pelo. Su cabello cayó sobre sus hombros y no tuvo reparo en agacharse para vendar mi rodilla con la tela carmesí que había llevado todo el día.

-Deberías haberme avisado -dijo sonriendo -Eres realmente tonta -se dio la vuelta para dirigirse a su calle. Me volví, de camino hacia la mía.

"Hecha pedazos, con la mente fría como el corazón"

-Hola, bienvenida a casa cariño... 

"Why did you steal, my cotton candy heart?"Where stories live. Discover now