CAPÍTULO UNO

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  Siempre había sentido una gran admiración y devoción por él. Siempre supuso que era algo normal debido a que fue su ejemplo a seguir durante su infancia. Siempre deseaba pasar tiempo con él, aprender de él, reír con él y llegar a ser un amigo cómplice para él. Pero todo aquello cambió al poco de cumplir dieciocho años, entonces entendió que esa admiración y devoción se convirtió en amor. Un amor que se empeñó en olvidar y alejar de su interior, pero todo lo que hizo fue en vano. Durante meses trató de mantenerse distanciado de él pero de una manera u otra el contrario siempre se las apañaba para quedarse cerca. Era el precio a pagar por haberse enamorado de su hermano.

  Una tarde se quedaron solos en casa. Su hermano estaba en el salón viendo una película de peleas que él prefería no ver aunque le había propuesto que la vieran juntos. Mientras él se distraía con el móvil.
  La puerta se abrió de golpe haciendo que se asutara, su hermano empezó a reírse.
  - Eh ¿hacemos algo? Me aburro mucho.
  - Sal con tus amigos.
  - No me apetece salir. Vamos, Hiro algo podremos hacer.
  Lo único que quería era no pasar su tiempo con él.
   - Estoy ocupado.
   - No mientas, no estás mirando nada.
   - ¿Solo por qué tú te aburres significa que yo también me aburro? - Aunque en realidad se aburría.
  El mayor se lanzó en la cama provocando que el menor se moviera de forma exagerada por la fuerza que usó su hermano.
  - A ver, déjame tu móvil.
  - Ni hablar ¿quién te has creído?
  - Umm no sé - Fingió que pensaba - Tu hermano quizá.
  - Exacto, solo eso. No eres mi dueño. No puedes controlar lo que hago en cada momento.
  - Claro, no soy una novia obsesiva.
  - No te comportes como tal.
  - Si fuera una chica no me trataría así.
  Hiro le miró por unos segundos mordiéndose el interior de su mejilla. No hacía falta que fuera una chica, le volvía loco tal y como era.
  - ¿Qué me miras tanto?
  - Por lo que has dicho.
  - ¿Lo de la chica? Sería guapa ¿no?
  - Ahora no eres feo.
   El comentario salió solo. Taka elevó una ceja, normalmente no desaprovechaba ninguna ocasión para meterse con él, pero ahora le alagaba.
  - Estás un poco raro.
  - Era una broma, pero si fueras una chica serías mucho peor que ahora.
  - Vale, ahora me vas a decir que te pasa.
  - Nada.
  - No me lo creo.
  - Que me estás molestando ¿contento?
   El mayor se levantó alzando las manos.
  - Ya me voy. Solo quería pasar un rato contigo.
  - En otro momento.
  - Si no estoy ocupado te atenderé.
   Salió molesto de la habitación. Hiro se sintió tan culpable que solo podía pensar en eso. Oyó en la distancia como su hermano cerraba la puerta de su cuarto. Cuando la abrió encontró al mayor tumbado boca abajo en la cama mirando hacia el lado contrario.
   - Vete, estoy ocupado.
   - Solo quería disculparme.
   - No estoy de humor, vuelve luego.
   - De acuerdo.

  A los pocos minutos estaba quedándose casi dormido cuando sonó su móvil. Le llamaba su mejor amiga.
  - Hola, Su.
  - Prométeme que no dirás nada del bombazo del que me acabo de enterar.
  - ¿Sobre mí?
  - Sí. Mi prima es la mejor amiga de tu hermano y no tenía ni idea, ni él tampoco.
  - Que bombazo - Dijo irónico.
  - No. Si lo supiera no le habría contado una cosa que todavía no me creo. Claro que ella no me ha dicho nada lo escuché por casualidad, lo prometo.
  - Suéltalo ya.
  - Hiro está enamorado ¡de ti!
  Primero soltó una risa verdadera creyendo que era una broma. Luego hizo memoria por como éste se alejaba de él y le trataba tan fríamente. Sintió algo desagradable dentro de él.
  - ¿Estás ahí?
  - Me gustaría estar lejos de aquí.

N/A: Es algo corto porque quiero ver si os gusta la idea. Puede que empiece un poco típica pero intentaré hacerla interesante.

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