nueve

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  Hitomiko pensaba que justamente ustedes dos tenían cierto parecido, ambas habían perdido a un familiar, o familiares en tu caso, que ustedes querían demasiado. Ella incluso pensó que el fútbol sería un pequeño refuerzo para ambas, un pasatiempo para distraerte pero, llego a la conclusión de que no era así, lo jugabas porque en verdad te gustaba y las palabras de Endo argumentaban aquello.

  La mayor observaba a los pequeños jugadores entrenar, sabía que tu estarías haciendo eso en esos momentos, su método de entrenamiento contigo era un poco más estricto y así lo seria, porque tu serias el arma secreta en los partidos.

  De pronto el capitán del equipo, junto a un joven del mismo equipo se acercaron en su dirección.

— Entrenadora, ¿sabe algo de (T/N)?. —  le cuestionó él de cabellos castaños en compañía de un peligris, quienes se estaban buscándote a sus alrededores.

— Ella no vendrá. — respondió la mayor con firmeza.

— ¿Porque?. — cuestionó él acompañante, Fubuki.

— Eso ya no es asunto mío. — demandó con cierta desinterés, al momento de alejarse del lugar azotando su melena.

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— Tienes que sacarlo. — te pidió él mayor al momento de observar como caías al suelo con la respiración agitada. — por lo que me dijiste tu abuelo fue Koizumi Hideo ¿no?.

— Si. — respondiste luego de levantarte del suelo.

— El fue un miembro de los legendarios Inazuma Eleven. — resumió con una ligera sonrisa. — siempre defendía la portería pero también anotaba los goles.

— ¿En serio?. — cuestiónaste con interés.

  Podrías apostar que en esta semana habían sucedido muchas cosas que te impresionaron.

— Si. — respondió con sinceridad. — el siempre decía que siempre entrenaba de esta manera. — Hibiki fruncio sus cejas. — espera, dejame probar algo.

— ¿Que es?.

  Minutos más tarde habias intentado realizar lo que Hibiki tenía planeado, fallando en la mayoría de los intentos.

  Pensaste un poco en tu abuelo, si el estuviera contigo posiblemente solo te daría ciertas palabras de aliento, justamente como el siempre lo hacia. Cuando pensaste en tu abuelo un sentimiento recorrió todo tu cuerpo, aquello provoco que te dirigiras hacia el balón lanzando con gran fuerza.

— Impresionante. — Hibiki se acercó a tu persona. — siempre ví como es que tu poder florecía, antes pensaba que se trataba de el trabajo duro pero ahora que lo veo bien, ese tiro tenía la certeza de ser una súper técnica. — tomaste la mano de Hibiki para levantarte del suelo.

  Aquel tiro te hacia costado toda tu energía, la verdad es que aún no descubrias como lo podías activar pero, entendía unas pocas cosas que te ayudaban a saber.

— Aún hace falta. — murmuraste algo disgustada.

— No hace falta que te excedas, dejemos esta práctica para mañana. — aconsejó Hibiki a lo que no te habías negado.

  Cuando finalmente te habías retirado de aquella sala de entrenamiento, te encontrabas caminando en dirección hacia el parque cercano. Querías refrescarte un poco, aunque cuando llegaste al lugar indicado tus compañeros se encontraban entrenando, justamente como tú lo habías hecho anteriormente.

  Lo primero que observaste fue la técnica de Fubuki y Someoka, una técnica que había surgido de la rivalidad, después observaste que él portero que no logró detener él tiro, había sido Sugimori.

PERFECT ━━ fubuki shirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora