veintiocho

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  El partido había terminado, Raimon había empatado contra polvo de Diamante, todo debido a la ayuda de el capitán del instituto Zeus, Aphrodi Afuro. Aunque al principio no habías decidido en confiar en el debido a los acontecimientos que ocurrieron en la final del futbol frontera, aunque en el transcurso del partido te habías percatado que sus palabras habían sido sinceras, podías confiar en Afuro justo como todos en el equipo.

  Ahora todos se encontraban frente a la caravana relámpago, donde la entrenadora se encontraba frente a el equipo, para después menciono que Endo ahora dejaría la portería. En el partido te habías percatado que inclusive Endo había dejado la portería en ciertas ocasiones y en esas veces el equipo rival se había apoderado del balón, afortunadamente no hicieron más anotaciones en esas veces pero, estuvo muy cerca de que lo hicieran.

— Nuestra responsabilidad es convertirnos en él equipo más fuerte de la historia. — anunció Kido, espués del gran silencio que se ocasionó entre los jugadores. — al salir de tu posición para realizar una técnica especial le brindas ventaja al oponente, creando un punto débil al equipo y nuestro deber es superar todas nuestras debilidades. Solo así Raimon se convertirá en un equipo invencible.

— ¿Y cuál será la función de Endo en el equipo?. — cuestiono Touko.

— Endo jugará como líbero. — expuso Kido, causando aún más sorpresa entre los presentes.

— Esta bien lo haré, quiero que mi equipo gane. Aceptare el cambio de posición. — afirmó el capitán de Raimon.

  Al poco tiempo después el equipo le había pedido a Tachimukai que cambiara su posición a portero, sabias como el equipo que él sería capaz de entrenar cualquier técnica para proteger la portería como alguna vez lo había hecho Endo.

— Esto será emocionante. — murmuraste hacia Touko, quien asintió con un toque de alegría.

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  Te encontrabas alado de Kido, quien era tu compañero dentro de la caravana relámpago. Para la suerte de todos en el lugar afortunadamente el viaje había terminado, finalmente tendrían el resto del día para visitar a sus seres queridos.

— Muchachos, mañana parcticaremos con la nueva formación. — expuso Hitomiko levantándose de su asiento, a lo que simplemente los jugadores asintieron.

  Después de aquello la entrenadora había dado aviso para que todos los del equipo se tomaran el día libre, estabas feliz por aquello ya que finalmente después de varias semanas no habias vuelto a ver a tu única familia, tu abuela, ella estaría ansiosa de verte nuevamente. Con una ligera sonrisa en tu rostro estabas apunto de acercarte hacia la parte trasera de la caravana, en donde se encontraban las mochilas de todos los de el equipo, solo que alguien había llegado con tu mochila.

— Gracias Touko. — formulaste mientras tomabas aquella mochila y la colocabas sobre tu hombro.

— ¿A dónde irás?. — pregunto la de cabellos rosados con curiosidad, mientras se colocaba a tu lado, observando como es que los demás jugadores salían de la caravana.

— Yo vivo por aquí, a unas cuadras. — resumiste mientras tomabas el tirante de la mochila. — te invitaría a ir, pero veo que Endo ya invito a todos a su casa.

— Entonces sería para otro día. — agregó Touko mientras se acomodaba su gorro.

— Claro que si, eres bienvenida. — anunciaste con una sonrisa, Touko imitó tu gesto.

— Gracias por tu invitación. — al instante te había dado un pequeño abrazo, el cual te costó corresponder, debido a que fue rápido. — ¡nos vemos!.

  Ambas habían salido de la caravana relámpago, ya que eran las últimas en el lugar. La fémina se había despedido alegremente mientras se dirigía hacia el pequeño grupo en el cual se encontraba Endo, ya que este les había invitado a quedarse en su residencia. Cuando estabas por dirigirte hacia el otro extremo del lugar, observaste como es que un albino se encontraba con la cabeza gacha, así que simplemente te habías acercado a este con un toque de confusión.

— Endo ya se va. — formulaste mientras tomabas su hombro, llamando su atención. Sabias que el capitán de Raimon también había invitado al albino a su casa, aunque no sabias porque el seguía parado observando el suelo.

  Al instante Fubuki alzo la mirada encontrándose con tus orbes azul intenso y una suave sonrisa, cosa que logró calmarlo por un corto tiempo. Ahora mismo Fubuki no planeaba ir a la residencia de Endo, pero le alegro tu preocupación hacia su persona.

— Si. — respondió Fubuki con una sonrisa, mientras observaba al pequeño grupo de jugadores alejándose un poco más. — tengo algo que hacer. — explicó mientras le daba un ligero apretón a su bufanda blanquecina.

  No querías entrometerte en los asuntos que no te pertenecían, llegaste a pensar que quizás solo trataría de hablar con algún amigo de Hokkaido o algo parecido. Sin embargo su sonrisa había desaparecido segundos después, lo que encendió una pequeña alarma en tu persona. Durante la trayectoria hacia el instituto Raimon, habías notado como es que Fubuki Francia el ceño en ciertas ocasiones, querías ayudarlo.

— ¿Estas bien?. — le preguntaste nuevamente, a lo que el estaba por responder afirmativo pero, lo que surgió de tus labios lo dejo sorprendido. — te vi durante el trayecto del camino, quizás estoy exagerando pero si necesitas algo no dudes en decírmelo. — tus labios se habían movido por si mismos, formulando palabras que preferias callar.

  A Fubuki le agradabas demasiado, le gustaba estar a tu lado en un silencio, incluso ustedes en una ocasión, habían compartido asientos en la caravana relámpago, en donde en esa trayectoria el albino se la pasó observando tu perfil una otra vez, aunque ese no era el tema ahora. Por alguna razón un sentimiento cálido se adjuntó en su pecho tras escuchar aquellas palabras, sabia que últimamente algo le estaba ocurriendo cuando estabas cerca.

  Le pareció lindo el hecho de que te preocuparas por él, aunque le causaba curiosidad el porque te lo habías observado en la trayectoria.

— ¿Me estabas observando?. — cuestiono Fubuki ejerciendo una sonrisa nuevamente.

  Le pareció tierno de tu parte el que tus mejillas blanquecinas estuvieran ruborizadas, mientras que tu estabas totalmente avergonzada con lo que había sucedido.

— Claro que te contaré. — expuso al poco tiempo después de ver tu sonrojo.

— (T/N), ¿nos vamos?. — pregunto una tercera persona, a lo que ambos dirigieron la mirada hacia aquella persona.

— Claro. — estabas por dirigiste hacia el de cabellos rubios pálidos, quien te estabas esperando un poco cerca de donde ambos se encontraban.

— Espera.

  Aunque rápidamente sentiste como es que una mano se había colocado en tu antebrazo, deteniendo tu pequeña caminata. Tras ver aquella acción Goenji, simplemente se giro dándoles la espalda.

— ¿Que sucede?. — observaste al albino con curiosidad, este con cierta rapidez busco algo entre los bolsillos de sus pantalones.

— Esto es para ti. — anuncio mientras extendía un brazalete en tu dirección, se trataba de uno que tenía pequeños copos de nieve de plástico como adornos.

— Muchas gracias.— lo tomaste con impresión, mientras lo observabas con una alegría que se resplandecía en tus ojos.

  Por tus impulsos estaba segura de querer darle un beso en la mejilla, solo que allí se encontraba Goenji esperandote, así que rápidamente le habías dado un pequeño abrazo, justo como el que te había dado Touko hace unos momentos. Le sonreiste por último para después dirigirte hacia el rubio, quien se mantenía de espaldas, el te esperaba debido a que ambos vivían, cerca aunque no tanto.

  Fubuki obserbaba como es que ustedes se alejaban del lugar, por unos segundos el quizo ser Goenji para estar a tu lado platicando amigablemente, así como lo estabas haciendo tú.

PERFECT ━━ fubuki shirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora