Te habías levantado de forma agitada, junto con una capa de sudor en tu frente. Tenías tú vestuario de noche, cosa que te sorprendió un poco, ya que además de ello, no sabías él como habías llegado a aquel lugar.
— los sentimientos que experimentaste en esta prueba, te ayudarán mucho.
Frunciste tus labios, entonces lo demás ya era más fácil de realizar. Solo debías de saber cuál era fueron aquellos sentimientos para que aprendas a saber utilizar aquella técnica y, también para aprender a extenderla.
Un sonido había atrapado tu curiosidad, y tras dirigir tú mirada hacia aquello, provocó que tu rostro expresó sorpresa instantánea. Era él, se trataban de la persona que siempre te causó curiosidad desde él primer instante.
Shiro Fubuki.
Este se encontraba descansando sobre una asiento alado de tí. Una sonrisa se apodero de tí, aunque había sido poco él tiempo en él que este se encontraba preocupadose por cualquier integrante del equipo.
Dirigiste una mano en su melena acariciándolo en él acto, él te causaba ternura, ya sea por la forma en la que se comportaba o él como expresaba algo.
Sin embargo tenias algo en mente, no sabías cuanto tiempo había pasado cuando sucedió aquello. Tenías un extraño presentimiento de que estaban a unos días del partido contra Épsilon, así que debías de aprovechar aquello.
Caminaste hacia él baño de aquella habitación, no querías ser una carga, no querías depender de sus amigos. Querías tener él poder de ayudarlos, de darlo todo por ti misma, de querer jugar un fútbol sincero, de querer jugar fútbol solo por diversión y no por la completa necesidad que les a dejado él instituto Alíen.
Observaste a él chico que se encontraba junto a la camilla, en donde anteriormente te encontrabas. Tomaste él balón de fútbol que se encontraba cerca de Fubuki, para después dirigirte hacia la salida de este.
Aquel lugar no era nada más ni nada menos que el supuesto lugar de entrenamiento de Osaka. Los pasillos yacían deshabitados así que habías aumentando tu velocidad, querías entrenar, no podrías quedarte atrás de tus compañeros, solo verles la espalda en él juego, debías de hacer algo más que eso.
Cuando lograste visualizar una habitación con un campo de fútbol deshabitado, una sonrisa fugaz se había asomado por tu rostro, dando la bienvenida a una ansias de patear él balón con tu fuerza.
Tomaste él balón para dirigirlo hacia él suelo, en donde te dedicaste a suspirar. Las palabras de tu "yo" del pasado se había asomado en tu cabeza, como un mar de agua. Negaste rotundamente para que después aquella sensación, provocada por una oleada de poder recorriera todo tu ser.
Tus pies comenzaron a moverse por si solos, ya no te podías controlar. Esta era la misma situación anterior, tenías que descubrir la clave de aquella sensación, la respuesta que te había dejado tu yo del pasado.
— los sentimientos te ayudarán mucho.
Cerraste de forma apresurada tus orbes de color azul, tu cuerpo había parado dejándote sin tantas energías como él comienzo. Era extraño, aquella energía surgía de tu interior expandiéndose en cada esquina de tí, pero, al final te dejaba sin energías.
Negabas la cabeza, no podrías descifrarlo tan fácilmente pero aunque fuera así no, debías de confiar en sólo esa recarga de energía.
Fue así como te habías dirigido hacia él balón, comenzando a recorrer él campo entero. Querías superarté, querías lograr utilizar mas tus técnicas especiales. Querías derrotar a él instituto Alíen.
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— ¡Me alegra saber que te encuentras bien!. — exclamó Endo, al momento de que este te robará un cálido abrazo, el cual no dudaste en corresponder.
— Gracias. — pronunciaste con una ligera sonrisa. — aunque solo falta un día para enfrentarnos al instituto Alíen, tratare de recuperar los entrenamientos perdidos. — agregaste en un tono firme y decidido.
— Solo, no trates de sobrepasarte esta vez. — asentiste ante la petición de Kido, era bueno tener amigo que se preocupaban por tu bienestar.
Ante aquello cada uno de tus compañeros se había retirado, para comenzar por último sus entrenamientos finales para él día que seguía.
Habias dirigido la mirada hacia la entrandora, quien de igual manera sostuvo tu mirada.
— ¿No vamos a entrenar?. — le cuestionaste a la mayor, causando una ligera sorpresa en ella.
Tu ingenuidad demostraba que aun no eras una adolescentes, mostraba un comportamiento de una pequeña temiendo de lo que podría pasar sino estaba acompañada por alguien. La mayor sonrió, cosa que te dejo ahora sorprendida.
— No. — respondio dando media vuelta, aun le remordía en la conciencia aquello que había sucedido.
No quería que nuevamente volvieras a caer por culpa suya, ya que en parte ella había sido la persona que te presionó a que continuaras tus entrenamientos. Suspiraste tomando el balón que habías colocado debajo de tu pie, ahora te tocaba entrenar por tí misma.
Te habías dirigido hacia él campo de entrenamiento, él lugar en donde se encontraban la mayoría de tus compañeros. Observando como estos chicos se esforzaban por correr a la misma velocidad que la maquina les permitía.
— (T/N). — te llamo una voz reconocida. — ven, te enseñaré un lugar adecuado para tí. — mencionó al momento de tomar tu muñeca, guiándote a aquel supuesto lugar.
— ¿Lugar adecuado?. — cuestionaste al momento de que ella pronunciará aquello.
— Así es. Tus compañeros me habían mencionado que juegas cualquier posición en él campo ¿es eso cierto?. — te cuestiono la de cabellos azulinos, aún sin observarte.
— Es cierto. — le respondiste con total firmeza.
— Bueno, de ser asi este lugar sería completamente útil para ti. — aquella chica se había dirigido a aquella sala, soltando de tu muñeca.
Cuando dirigiste la mirada hacia aquel lugar, lograste observar casi él mismo campo en donde entrenabas con la entrenadora Hitomiko. Solo que habían cambios, la caminadora era extendida además de ser extendida sabías que podría tener otro tipos de arma secreta.
— Te dejo. — se despidió Lika, al momento de que ella abandonara él lugar.
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PERFECT ━━ fubuki shirou
Fanfic𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓 ➥ ⁱⁿᵃᶻᵘᵐᵃ ᵉˡᵉᵛᵉⁿ ❝ 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝐏𝐄𝐍𝐒𝐄 𝐐𝐔𝐄 𝐅𝐔𝐄𝐑𝐀𝐒 𝐄𝐒𝐄 𝐀𝐋𝐆𝐔𝐈𝐄𝐍 esperando por mi, no te dejaría ir tan fácilmente. Porque ahora estás muy en el fondo de mi corazón y en tus ojos guardas los míos. Lo único que s...