Todo comenzó aquella noche, hace dos meses, aquella fiesta que arruino mi vida, aquel rumor que daño mi autoestima, aquel chico que lo invento y me destruyo.
-Ruggero, déjame.- Pedí con angustia al sentir sus cálidas manos al alrededor de mi cintura...
Me siento fatal, aun sigo un poco confundida por lo que hizo Carolina hoy en la cafetería, ¿Lo habrá hecho por mi?, no lo creo, ella simplemente es otra mas de las amigas de Ruggero.
Tome asiento en una de las bancas del gimnasio con mi cabeza agachada, solo esperaba que llegara el profesor.Subí mi mirada lentamente, rápidamente me arrepentí al encontrarme con los ojos venenosos de Ruggero mirándome fijamente.
-Karol deja de ver a mi novio, no seas tan zorra.- Me dijo Candelaria.- El nunca te va a prestar atencion eres demasiado fea como para que alguien se fije en ti, como ya te has acostado con la mitad del instituto también quieres ahora estar con mi Ruggero.- Me dijo.
La verdad ya estaba harta de sus insultos, no la soporto siempre sintiéndose superior a los demás.
-Pues, de las dos, aquí la única que se ha acostado con medio instituto eres tu, ademas, la mayoría de las chicas de aquí se han acostado con el "maravilloso" Ruggero Pasquarelli.- Le dije enfrentándola.- Para que lo sepas, nunca me he acostado con el ni quisiera hacerlo.- replique.
Me dirigí hacia la puerta del curso de gimnasia para alejarme de Candelaria, en cuanto sentí un fuerte golpe en mi espalda haciéndome caer al piso.
Solo escuchaba la risa del resto de los estudiantes y observe la sonrisa triunfante de ella.
Me levante del piso con cuidado y me acerque hacia Candelaria la cual me miraba con desprecio y burla.Le solté una cachetada, me miraba atónita Candelaria y cuando estuvo a punto de devolvérmela alguien grito su nombre.
Lionel Ferro.Sabia que esto se iba a poner peor con su presencia.
-Candelaria, déjala, no vale la pena.- Dijo el mientras me miraba con cierto brillo en los ojos que no pude identificar a que se debía.
Ella se fue de ahí dejándome sola con Lionel, no sabia que hacer.¿Debería darle las gracias?.
-Gracias.- Murmure cabizbaja.
-Tranquila ella siempre es así.- Me dijo con una voz tan suave.
La verdad Lionel era un chico atractivo, mas nunca me fijaría en el porque simplemente es igual a Ruggero, siempre se ha burlado de mi.
No entiendo que lo llevo a defenderme.Luego del pequeño percance con Candelaria, me retire del aula, en los pasillos no se encontraba nadie, así estaba mejor, no tenia que sufrir humillaciones.
De repente sentí como alguien me jalaba del brazo y me empujaba hacia los casilleros, mi espalda podía jurar que crujió debido al impacto.
Alce mi rostro para encontrarme con Ruggero.
-¿Desde cuando tu y Lionel Ferro son tan amigos?.- Me pregunto ¿Celoso?.Eso nunca pasaría, el solo lo que siente hacia mi es asco.-No quiero que se vuelva a acercar a ti o dañara su reputación.- Me dijo, me sentí incomoda en la situación.
-Lionel y yo no somos amigos.- Dije en un murmuro.
-Eso es lo mejor para ambos.- Dijo a centímetros de mi rostro.
Sentía asco por el, no me gustaba tenerlo cerca.Se comenzó a alejar dejándome con varias dudas en la cabeza.
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