Todo comenzó aquella noche, hace dos meses, aquella fiesta que arruino mi vida, aquel rumor que daño mi autoestima, aquel chico que lo invento y me destruyo.
-Ruggero, déjame.- Pedí con angustia al sentir sus cálidas manos al alrededor de mi cintura...
Abro la llave del grifo una vez más mojando mi irritada cara debido a las lágrimas que en toda la noche han salido de mis ojos involuntariamente. Las cosas cada vez van peores en mi vida ¿Qué haré mañana? ¿Qué me dirá Lionel? Dios mío, siento curiosidad al respecto.
Cansada me recuesto en mi cama, suspiro mirando hacia el techo, miro la pantalla de mi teléfono con alguna esperanza de que el me llame, de que todo sea una pesadilla, que todo sea una mentira.Pero no es así, todo se ha acabado, no quiero sufrir más, pero tengo que verlo, quiero verlo, quiero ver a mi Lionel, porque pase lo que pase el siempre será el primero en mi vida, mi primer amor, mi primer beso y mi primera vez, aunque ninguna de esas cosas hayan sido verdad, para mí siempre lo fue, el amor que le tengo sigue intacto y soy una estúpida al seguir sintiendo esto por él, por alguien que solo fui una broma, las lágrimas no tardan en salir de nuevo, me siento pésimo, una chica estúpida y sin cerebro.
Me levanto tratando de secar mis lágrimas, entró al baño para mojar de nuevo mi cara, me seco y me veo nuevamente al espejo fijamente, ¿Qué hay de malo en mí? ¿Qué tengo de malo? ¿Qué cosa he hecho para merecer tanto odio de la gente?Trato De asimilar mi situación. Mierda, tendré que acostumbrarme a esto, a no hacerme fantasías, a aceptarme como soy yo, una mierda.
No soy nadie y jamás lo seré, porque simplemente no le agrado a la gente. Quizás no soy lo suficientemente bonita, quizás estoy gorda o quizás mi color de ojos no es aceptable. Dios mío, hace mucho tiempo que no me sentía así, Lionel siempre estaba conmigo dándome confianza, haciéndome sentir bien porque con tan solo tenerlo a mi lado, el me hacía feliz,
¿Cómo diablos hacia eso?, lo extraño demasiado, no entiendo porque me hizo esto, se lo di todo, por fin abrí mi corazón a él, todo para que él lo pisoteara y se burlara de mí.
Quizás debí haberme acostado con Ruggero en el primer momento que se me ofreció, si lo hubiera hecho nada de esto hubiera pasado. Fuera una de las tantas chicas que pasan a ser unas don nadie a ser populares todo gracias al "Sexy Ruggero", debí haber sido una más para poder evitarme todo este problema, todo este sufrimiento.
No puedo creer lo que estoy viendo frente al espejo en este momento, estoy demacrada, tengo el cabello quebrado y revuelto, tengo unas grandes ojeras, estoy más pálida que un papel y ni hablar de moral, está por el piso.Tengo rabia conmigo misma, rabia de no ser lo que todos quieren, de no ser perfecta, linda, hermosa, inteligente, atractiva como las otras.
Agarro lo primero que encuentro en mis manos y lo lanzo en contra del espejo. Quiero borrar mi imagen, quiero desaparecer, apuesto a que así todos son felices.El espejo que se rompe en miles de pedazos, me tiró al suelo y pataleo como una niña pequeña, desatando todo el odio que llevo dentro.Levanto mi mirada y veo un corto pedazo de espejo tirado a mi lado ¿Por qué no? Hace mucho tiempo que no lo hago, lo agarro entre mis manos temblando al pensar que lo voy a volver a hacer.Junto el pequeño pedazo con mi muñeca y la hundo en mi piel, en mis venas, dios; se siente tan bien.Así es como siempre debió de ser.
Veo como la sangre corre por mi brazo, manchando mi chaqueta y cayendo en el piso, cierro mis ojos y me dejo llevar.
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