Todo comenzó aquella noche, hace dos meses, aquella fiesta que arruino mi vida, aquel rumor que daño mi autoestima, aquel chico que lo invento y me destruyo.
-Ruggero, déjame.- Pedí con angustia al sentir sus cálidas manos al alrededor de mi cintura...
Despierto inmediatamente al no sentir a Lionel a mi lado, me alarmo al ver que todavía es de madrugada y él se ha ido, dejándome sola.
Me levanto de la cama cubriéndome con la sábana, sonrió al recordar todo lo que hice con Lionel hace unas horas, no puedo estar más feliz. Él es perfecto para mí, después de la noche que pasamos me siento aún más enamorada de él.
Observó una nota en el espejo de mi velador, me acerco rápidamente hacia él, me encuentro con una nota de Lionel, ha dejado una nota pegada solo para mí. La leo lentamente deleitándome con el hecho de saber que el la ha escrito.
¨Nena fue genial, la mejor noche de mi vida, nos vemos el lunes. Te amo¨.
Mi rostro se extiende sonriendo aún más que antes, me recuesto otra vez en la cama, soñando todo lo que Lionel me hizo sentir. Después de cuatro horas. El grito de mi madre me despierta al instante, yo me levanto ágilmente de la cama para vestirme lo más rápido posible, tomo al azar la ropa del día anterior. Un short y una camiseta, mi madre abre la puerta de un solo golpe.
-Buenos días.- me saluda obligatoriamente, yo sonrió-. ¡Dios santo Karol! ¡¿Qué diablos apesta aquí?!-Agarro mi cabello en una coleta tratando de evitar sus preguntas, ya que lo que apesta es evidencia de lo que acabo de hacer con Lionel, y lo menos que quiero es que se entere que me he acostado con alguien, de ser así, ella me trataría como una puta barata.
-No se...es que... no me he bañado.- ella me mira pareciendo que se lo cree.
-Bien, pues báñate y cuando termines bajas y comes, me tengo que ir, regreso por la noche.-Dice y se va con mala cara, la misma que tiene siempre.
Suspiro cansada y a la vez aliviada, me desvisto de nuevo y me meto a la ducha.
(***)
Cepillo mis dientes, me lavo el cabello varias veces, ya que por alguna razón un sentimiento punzada en mi corazón, hace varios días que no lo he sentido, Prácticamente desde cuando Lionel entro a mi vida; esa punzada quiere decir que algo malo va a pasar.
Durante todo el domingo no hago absolutamente nada, camino desesperadamente por mi casa.Esperando a que algo interesante pase, mejor dicho, que Lionel me llame, Pero eso nunca pasa.Me frustro y me como las uñas, fijo mi mirada en mi celular cada vez a ver si él me ha llamado, la respuesta es nula. Prendo el televisor en busca de alguna distracción, encuentro que están dando "Legalmente rubia", aunque me la he visto un montón de veces, es mejor verla que estar como una loba pendiente a que suene mi teléfono.
La película avanza y yo como más de dos botes de helado de chocolate. Cuando Elle está a punto de ganar el juicio, mi teléfono timbra.Como una leona me tiro sobre el sofá para contestarle a Lionel, resulta que no es el, es Carolina.Mis pensamientos se pelean entre aceptar o rechazar la llamada, sin embargo escojo la primera.
-¿Hola?.-Karol...yo... necesito hablar contigo.
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