El número de teléfono

1.8K 63 25
                                    

Narra Alex:

Caminaba por los pasillos del instituto cuando un cartel anunciando la creación de un grupo de baile del instituto llamó mi atención, haciendo que los recuerdos de mi antiguo grupo de danza me vinieran a la cabeza. Extrañaba esos días, lo libre que te sentías bailando, la adrenalina que te corría por las venas mientras movías tu cuerpo casi fundiéndose con la música, como si no existiera nada más que tus manos y pies en ese momento.

Las audiciones eran para la semana que viene. Por un momento pensé en apuntarme y volver a aquel mundo que para mi era tan mágico, creando a una Alex que solo existía cuando bailaba, pero hacía mucho tiempo que no bailaba y no me veía con la suficiente fuerza como para pasar esas audiciones. Resople y aparte la mirada de los carteles, girando mi cuerpo para irme de nuevo hacia mi aula.

-¿No te vas a apuntar?- Preguntó una chica de tez morena y pelo oscuro. Se encontraba a mi lado, mirando el mismo anuncio y señalandolo con el dedo.

-Me encantaría, pero estoy un poco oxidada y no creo que pase las pruebas.
- Respondí con mi más sincera sonrisa

-Si la falta de entreno es el mayor de tus problemas, aquí tienes a alguien que estaría encantada de ayudarte.- Respondió haciendo una pequeña reverencia, sonriéndome.

-¿De verdad me ayudarías para las audiciones?- La chica sin decir nada arrancó un post-it del tablón escribiendo su nombre y número.

- Escríbeme cuando te apetezca entrenar. Yo pondré la música y la casa.

Antes de que pudiera contestar note a alguien ponerse detrás de mi y carraspea.

-Muchas gracias víbora, pero creo que no nos hace falta tu ayuda.- Ingrid miró a la chica con cara de pocos amigos

-Deberías preguntarte quien de las dos es más víbora aquí. Igualmente ya me iba, disfruta con tu protegida- La chica morena remarcó esas palabras con una sonrisa maliciosa antes de entregarme el papel y marcharse.

-¿A qué ha venido todo esto?- Pregunté girandome para mirar a Ingrid a los ojos. Wow, era lo único que podía decir. Se había cortado su cabello para dejaselo rapado por la nuca y un poco por los costados, dejando caer hacia un lado su flequillo despeinado. Junto con el septum negro que llevaba podíamos decir que sexy era una palabra corta.

-Si te hubiera dejado un minuto más con ella estoy segura de que estaría comiéndote la boca. Era obvio que intentaba ligar contigo.

-¿Estás celosa?- Pregunte achicando los ojos mientras la miraba con una sonrisa.

-¿Yo celosa? Por favor. Lo único que hacía era un favor a Chloe. ¿A ti ya se ta ha olvidado que tienes novia o qué?- Alzó las cejas y me miró con picardía, poniéndose delante de mi.

Rodé los ojos y le di un pequeño golpe en el hombro.

-Hay gente que es amable sin querer ligar contigo o no sé, sin buscar tener sexo ni nada de eso.

-¿Estás insinuando algo?- Preguntó mirándome inquisitivamente.

-Solo digo que no todos tienen una mente perversa cómo tu.- Ingrid entrecerro los ojos al escucharme.

-Tu no has conocido de verdad lo que pasa por mi mente perversa, y como  buena amiga de Chloe que soy, nunca te lo enseñaré.

- ¿Ah si?, ¿Qué crees que pasaría si me lo enseñaras? - Pregunté alzándome de puntillas para quedar cara a cara. Ingrid sonrió maliciosamente y puso sus labios en mi oreja, haciéndome cosquillas

-Pues que ahora mismo estaríamos en los baños besandonos como locas. - Se paró un momento para pensar y añadió:- Seguramente también con menos ropa.

¿y si te beso?{LGTB}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora