Capítulo 16

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-¡Aurora, despierta!¡Vamos a llegar tarde!-oyó Aurora mientras notaba como alguien la sacudía.

-No quiero ir.-dijo ella dándose la vuelta en la cama.

Mario suspiró y se rascó la cabeza derrotado. De pronto se le ocurrió una idea.

-Santi te está engañando con Megan.-le susurró al oído.

-¡¿QUÉ?!-gritó Aurora levantándose de la cama de un salto.

Mario sonrió. Eso nunca fallaba.

-Era broma, Aurora. No me has dejado otra opción.

Aurora se cruzó de brazos.

-Esa es una broma de mal gusto.-dijo enfurruñada.

Mario rió.

-Venga, vístete que vamos a llegar tarde.

Y dicho esto, salió de la habitación.

Aurora se dirigió hacia su armario y buscó algo que ponerse.

Ya era mayo y hacía bastante calor asíque optó por unos pantalones vaqueros y una blusa de tirantes junto con sus converse grises.

Ya era mayo…Dentro de dos meses cumpliría un año de novios con Santi. Como pasaba el tiempo…

Cogió la mochila y bajó a la cocina. Allí la esperaban su madre con una taza de café en la mano y un Mario bastante malhumorado.

-¿Cómo puedes tardar tanto en vestirte?-dijo Mario cruzándose de brazos.-Vamos a llegar tarde como no nos demos prisa y yo tengo clase con el profesor de mates, y ya sabes como es…

-Lo siento, pero tampoco tienes por qué esperarme. Te podías haber ido tú solo.-dijo la chica cogiendo una manzana.

-Encima que te espero…

Aurora se despidió de su madre y salió de la cocina. Afuera ya la esperaba Mario.

-Mira que eres lenta…

Cuando llegaron, vieron un montón de gente en la puerta del instituto.

-¿Qué pasará?-preguntó Mario.

-No tengo ni idea.-contestó Aurora aturdida.

De pronto, la masa de gente se fue disipando y Aurora pudo entrever un chico alto y moreno de espaldas.

-¿Quién es?-le preguntó Mario en un susurro.

-No…se…-pero lo cierto es que sospechaba quien era y cuando el chico misterioso se dio la vuelta sus sospechas se hicieron ciertas.

Frente a ella estaba nada menos que David y cuando sus ojos azules y penetrantes se clavaron en los suyos supo que aquello no había hecho más que empezar.

Aurora se sentó en su pupitre, todavía confusa.

¿Por qué habría venido? Y tenía que ser justamente ahora que todo le iba tan bien que tenía que volver a meterse en su vida y confundirla, otra vez.

Se giró. Allí estaba él, riendo con sus amigos mientras todas las chicas al fondo se lo comían con la mirada, ajeno a los pensamientos de la chica que tiempo antes hubiera dado la vida por él.

En ese momento entró la profesora y todos se sentaron en sus respectivos sitios.

-Buenos días, alumnos.-dijo.-Hoy tenemos a un antiguo compañero que acaba de volver de Estados Unidos. Supongo que fue una gran experiencia. Cuéntanos como te fue.

-Pues estuvo bien.-dijo él y todos estallaron en carcajadas. Todos menos Aurora. Tiempo atrás ella también le hubiera reído sus bromas y chistes y le hubiera seguido allá a donde fuera. Pero ya no.

-¿Solo bien?-preguntó la profesora.

-Si, estuvo muy bien. Allí todos son muy majos. Me iba a quedar todo el curso pero la familia con la que estaba se tenía que ir y yo no tenía en donde quedarme asíque me tuve que volver.

‘’Maldita sea. ¿Por qué se tendría que ir la maldita familia?’’, pensó Aurora irritada.

Pasaron las horas y cuando sonó la campana que anunciaba que ya podían irse a casa, Aurora recogió sus cosas rápidamente y se marchó corriendo. Mientras menos viera a David mejor.

Llegó a la puerta del instituto donde su primo la esperaba para marcharse a casa y para su asombro se lo encontró hablando con David.

‘’¿Es que el mundo hoy se ha vuelto contra mi o qué?, se preguntó Aurora irritada.

No sabía que hacer. No se podía quedar en medio del patio sin hacer nada pero tampoco podía llegar como si la cosa no fuera con ella. Porque la cosa si que iba con ella. Y mucho. Aunque nadie más a parte de ella lo supiera.

Optó por la segunda opción porque Mario la acababa de ver y la estaba haciendo señas para que se acercara.

-Hola.-dijo cuando llegó hasta donde ellos estaban.

-Hola.-dijo él.-Y tú eres…

Alucinante. Ni siquiera se acordaba de ella.

-Aurora.

-Es verdad. Estamos en la misma clase, ¿no?

-Si.-dijo ella incómoda.

-Ya me acuerdo de ti. Estás muy cambiada.-dijo él sonriendo.

¿Cambiada?¿Ella? Si lo único diferente es que ya no se alisa el pelo. Por lo demás está igual que siempre.

-Bueno, me tengo que ir. Me están llamando. Nos vemos mañana.

Hizo ademán de marcharse pero antes de irse se inclinó sobre Aurora y le depositó un suave beso en la mejilla.

-Adiós, Aurora.-le susurró en el oído antes de marcharse ante la mirada atónita de Mario.

-¿A qué ha venido eso?-preguntó éste asombrado. Aurora seguía sin habla.

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