Capítulo 14

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-Mañana le dan el alta.-dijo Aurora sonriendo.

-Me alegro de que se haya recuperado. No me gustaba verte triste.-dijo Santi dándola un corto beso en los labios.

Era el cumple de Santi. Aurora y él habían comido en la casa del chico y después habían ido a dar un paseo por el Retiro.

-Ya. Estoy muy feliz. No me imaginaba la vida sin mi padre. Siempre ha sido una persona muy importante para mí.-dijo la chica. Su padre llegaba a su casa al día siguiente. Era posible que tuviera que llevar muletas durante bastante tiempo pero estaba bien y eso era lo que importaba.

-¿No vas a hacer nada por tu cumpleaños, Santi?-dijo ella después de un rato de silencio.

-Ya lo estoy haciendo. Lo estoy celebrando contigo.-respondió él sonriendo.

-Me refiero a que si no vas a celebrarlo con tus amigos. Una fiesta. Ya sabes.

-No quiero hacer una fiesta. Con estar contigo me vale. Ya sabes que no me gustan mucho los cumpleaños.

-Si, pero sigo sin entender por qué. Para mí el día de mi cumpleaños siempre a sido un día muy especial.

-Ya te lo he dicho: me parece una tontería eso de cumplir años, eres el mismo de antes solo que con un año más, no le veo lo especial.

-Pues si que es especial. Ya eres mayor de edad. Ya puedes conducir, irte de casa…

-Pues yo me siento el mismo de antes.

Aurora suspiró. No entendía por qué estaba así.

-Se ha hecho muy tarde.-dijo Santi mirando su reloj.-¿Nos vamos?

-Vale.

Cuando Aurora entró en casa ya eran las diez de la noche.

Mario estaba mirando una película en el salón. La chica se acercó a él sigilosamente y le tapó los ojos.

-¿Quién soy?-dijo. Era algo que hacían mucho cuando eran pequeños.

-Mmm, déjame pensar.-dijo su primo haciendo que pensaba.-ya se, ¡un dragón!

-No.-dijo ella riendo, igual que cuando eran niños.

-¿No? Pues habría jurado que eras un dragón. Pues entonces…¡un pandicornio!

Aurora soltó una carcajada y se sentó a su lado en el sillón.

-¿Qué tal con tu novio?-preguntó Mario cogiendo un trozo de la pizza que estaba cenando.

-Muy bien.-dijo ella sonriendo.

-¿Has cenado?

-No y tengo hambre.-dijo Aurora cogiendo el último trozo de pizza.

Mario se rió.

-Ya, ya veo que tienes hambre.

-¿Dónde está tía Clara?

-Se fue a dormir.

-Y yo también me voy a dormir, estoy cansada.-dijo Aurora mientras se levantaba.

-Hasta mañana, Aurora.

-Hasta mañana.

Cruce de caminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora