Capítulo 6

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La despertó el sonido de una música y unos gritos.

-¡Aurora!

Alguien estaba golpeando la puerta de su habitación mientras gritaba. Medio dormida fue a abrir la puerta.

-¿Qué quieres? Estaba durmiendo.

-¡El móvil!-gritó su primo dándole el móvil que estaba sonando. Aurora se quedó mirando la pantalla y se quedó helada. En la pantalla estaba escrito el nombre de Santi.

Aurora miró a Mario sin saber que hacer.

-¿Es que no vas a contestar?-le dijo éste.

Aurora reaccionó y contestó al teléfono antes de que el móvil pudiera dar el último pitido y se cortara la llamada.

-¿Si?

-¿Aurora?¿Por qué has tardado tanto en contestar?-le llegó la voz de Santi desde el otro lado. Aurora se deshizo al escuchar su voz. Una voz que, aunque le costase admitirlo, había extrañado.

-Ya…es que estaba durmiendo.

Se quedaron unos segundos en silencio.

-¿Por qué me has llamado?-dijo por fin Aurora.

-Te echaba de menos.

Aurora se sonrojó y dio gracias al cielo porque Santi no estaba viéndola en ese momento.

-¿Aurora?¿Te pasa algo? Oye, lo siento por lo del otro día y por no haberte hablado en todos estos días. No se que me ha pasado pero por favor, perdóname.

-No…no pasa nada.

-Te iba a preguntar si querías ir al cine hoy.

-¿Al cine?-dijo Aurora a la que aquello le había pillado por sorpresa.

-Si, ¿quieres? Te dejo elegir la película si quieres.-Aurora no le podía ver pero hubiera jurado que estaba sonriendo.

-Claro.

-Vale, ahora mismo voy para tu casa.

-¿Pero ahora mismo?

-Si, claro. ¿Cuándo si no? Ahora nos vemos.

Y dicho esto colgó. Aurora se quedó mirando al móvil sorprendida.

-¿Con quién vas a ir al cine?-dijo Mario mirándola divertido.-¿Es que acaso tienes novio y no me lo habías dicho?

-¿Qué? Yo no tengo novio.

-¿Y entonces con quién vas a salir hoy?

-Es…un amigo.-lo último lo dijo mirando al suelo.

-Pero te gusta, ¿verdad?

Ella lo miró y por un momento le pareció que él no se había ido nunca. Se sintió como cuatro años atrás, cuando él era su mejor amigo, quién le aconsejaba de todo y al que se lo podía contar todo. Y no pudo aguantar más las lágrimas y se echó a llorar. No sabía por que lloraba pero sentía que tenía que hacerlo.

Mario la abrazó.

-Tranquila, Aurora.-dijo él mientras la acariciaba el cabello.-¿Ya estás mejor?

-Si, si, estoy mejor, gracias Mario.-contestó Aurora secándose las lágrimas con la manga de su camiseta.-No se ni por qué lloraba.

-A veces no hay un ‘’por qué’’, solo quieres hacer algo y lo haces porque te apetece hacerlo.

-Te he echado mucho de menos, Mario. No sabía hasta que punto te necesitaba. Ahora me doy cuenta. Eras mi mejor amigo aparte de mi primo. A ti te lo contaba todo y cuando te fuiste me quedé sola. Ya sabes que a mí nunca se me ha dado muy bien hacer amigos.

-Lo se.-dijo Mario con una sonrisa cansada en la cara.-Para mi también fue muy difícil para mi, Aurora. No te creas que yo lo pasé bien. Para mi eras como mi hermana pequeña,-hizo una pausa.-y lo sigues siendo.

Aurora sonrió.

-Y ahora te vas a ir a preparar para tu cita con quién quiera que sea que hallas quedado. Después hablaremos.

-Vale, papá.-dijo Aurora riendo.

Cruce de caminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora