-¿Qué…?¿Cómo…?-logró balbucear Aurora aturdida.
-Está en el hospital.-dijo Mario.
-Pero…está bien, ¿no? Quiero decir…se recuperará, ¿verdad?-dijo Aurora al borde de las lágrimas.
-No se sabe… Dicen que está grave.-dijo su primo.
-Pero…¿cómo?¿Qué ha pasado?
La primera lágrima surgió y resbaló por el rostro de Aurora.
-Nos han llamado los del hotel donde se alojaba tu padre y nos han dicho que ha tenido un accidente con el coche, que está en el hospital y que está bastante grave.-dijo su tía con los ojos rojos. Se notaba que había llorado.
Aurora no pudo aguantar más las lágrimas y lloró. No se imaginaba estar sin su padre, era una de las personas a las que no querría perder por nada del mundo. Era muy importante para ella. De repente le vinieron a la cabeza millones de recuerdos relacionados con su padre.
Las lágrimas surgían de sus ojos como una cascada incontrolable y le nublaban la vista.
Subió las escaleras corriendo y se metió en su cuarto para tumbarse en la cama. Las lágrimas no cesaban.
Su móvil sonó. Era Santi. Por un momento dudo si contestar o no pero al final optó por descolgar.
-¿Si?-dijo entre lágrimas.
-¿Aurora?-le llegó la voz de Santi desde el otro lado.
-Si…-contestó ella. En otro momento le habría contestado con algo así como:’’deberías saberlo tu que eres el que me ha llamado.’’ o algo parecido, pero en ese momento no le apetecía hablar con nadie. Todavía estaba en shock.
-¿Estás bien? Te noto rara.
Aurora suspiró.
-No.-dijo en un susurro casi inaudible.
-¿Qué te pasa, Aurora? Me estás asustando.
-Mi padre a tenido un…-no le salía la palabra. Se le había quedado trabada entre los dientes.
-¿Un que?
Seguía sin salir la palabra.
-Aurora, ¿qué ha pasado? Sabes que a mi puedes contármelo.
-Un…accidente.-dijo por fin.
Se hizo el silencio durante unos segundos.
-Lo…lo siento.-dijo por fin Santi.
-No te preocupes…-dijo Aurora llorando otra vez.-Tú no tienes la culpa…
-No llores, Aurora, por favor. Me mata saber que estás triste.
-¿Cómo quieres que no llore cuando me acabo de enterar que mi padre está en el hospital en estado grave?
Más lágrimas brotaban de sus ojos. Incontrolables.
-Tienes razón. ¿Quieres que valla para allá?
-¡¿Qué?!¡No! No es un buen momento, Santi.
-¿Cómo que no es un buen momento? Estás tu sola llorando. Alguien tiene que consolarte y ¿quien más indicado que tu novio?
Aurora sonrió. Aún en los momentos difíciles Santi le sacaba una sonrisa.
-Pero son casi las diez de la noche. Además, mi madre todavía no te conoce y no creo que sea un buen momento para que te conociera…
-¿Por qué? Así la animo a ella también.
La sonrisa de Aurora aumentó. Por un momento se olvidó de lo de su padre.
-¿Qué tal estás tú?¿Por qué te había llamado tu hermana?
-Ah, nada importante. Solo quería que le hiciera un recado.
-Ah.
-Ahora no puedo hablar mucho, Aurora. Hablamos mañana y por favor, no llores más.
-Vale. Hasta mañana, Santi.
-Hasta mañana, mi princesa.
Y dicho esto, colgó. Aurora se quedó mirando la pantalla de su móvil pensando en lo que había pasado. Cerró los ojos unos instantes en inspiró profundamente. Los volvió a abrir y vio los auriculares a un lado de la cama. Los cogió y se los puso. Encendió la radio, ya que no le apetecía oír más música y puso kiss fm, su cadena de radio favorita.
Estaban poniendo ‘’All of me’’ de John Legend.
Se metió en la cama y cerró los ojos.
Se despertó tres horas más tarde.
Había tenido una pesadilla. En ella veía a su padre al final de un camino. Ella corría hacia el pero cada vez estaba más lejos. No le alcanzaba. Corría y lloraba gritando su nombre y cuando por fin llegaba hasta donde estaba él, una pared invisible le impedía estar a su lado.
Aurora se incorporó y miró a su alrededor todavía bajo los efectos de la pesadilla.
El móvil se le había quedado sin batería hacía rato. Lo dejó en la mesilla de noche junto con los cascos y se volvió a tumbar en la cama.
‘’Solo ha sido una pesadilla’’, se repetía a si misma una y otra vez. Hasta que cayó en la cuenta de que su padre estaba en el hospital, y eso no había sido una pesadilla.
-Ojalá lo fuera…-se dijo a si misma en un murmullo.
Dio vueltas en la cama pero por más que lo intentaba no podía dormir asíque decidió bajar a la cocina a por un vaso de leche fría o algo así.
Bajó por las escaleras y se dirigió a la cocina, pero un murmullo proveniente del salón la detuvo.
Entró en la sala. Su primo estaba frente a la tele con el mando en la mano y durmiendo como un tronco.
Aurora se acercó y le quitó el mando con cuidado. Apagó la tele y se dispuso a salir cuando una voz la detuvo.
-¿Qué haces aquí, Aurora?
Su primo estaba sentado en el sillón frotándose un ojo y mirándola.
-No podía dormir.
-No me extraña…
Permanecieron unos segundos callados. Después Aurora se acercó al sillón y se sentó.
-¿Tú crees que…?-no pudo completar la frase porque se le hizo un nudo en la garganta pero Mario la entendió perfectamente.
-No lo se, Aurora. Espero que si, pero no lo se.
Aurora levantó la cabeza. Tenía la mirada perdida y una expresión de angustia en el rostro.
-Vamos a la cama, Aurora. Ahora lo mejor que podemos hacer es descansar.
La chica suspiró.
-Vale.
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Cruce de caminos
أدب المراهقينDavid, el chico más guapo y popular del instituto y el que ha conquistado el corazón de Aurora, se ha ido a Estados Unidos y Aurora está destrozada. Pero un día se tropieza con Santi y su vida cambia por completo...