Capítulo 5

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Aurora abrió la puerta de su casa y se dirigió a su habitación.

-Hola Aurora.-dijo una voz a su espalda.-¿Qué tal te lo has pasado?

Aurora se dio la vuelta. Detrás de ella estaba su madre con una taza de leche en la mano.

-Bien, mamá. Pensé que ya estarías dormida.

-No podía dormir. ¿Qué tal te lo has pasado con tu novio?

-Mamá, Santi no es mi novio.

-Pues lo parece.-dijo su madre sonriéndola.

-Pues no lo es.-contestó su hija. Y dicho esto se fue a su habitación y cerró la puerta. Se tiró en la cama. ‘’¿Por qué a mi? Ahora no se que hacer. Si tuviera al menos una amiga a la que contarle todo esto…’’

Dos semanas después Aurora no había vuelto a ver a Santi.

Llegaba a su casa después del instituto. Era el último día. Al día siguiente empezaban las vacaciones de verano.

Cuando Aurora abrió la puerta de su casa apareció su madre sonriendo con el móvil en la mano.

-¿A que no sabes qué?-le dijo su madre nada más verla.

-Dime.

-Tu tía Clara va a venir con tu primo dentro de dos días. Se van a quedar todo el verano. ¿No es genial, Aurora? Hace cuatro años que no los ves. Desde que se mudaron a Buenos Aires…

Aurora se quedó de piedra. ¿Su primo, Mario, iba a venir? La última vez que Aurora lo vio ella tenía once años y él doce. Siempre se habían llevado muy bien. A parte de su primo era su mejor amigo y por eso cuando se fue lo pasó muy mal y se encerró en si misma.

-Aurora, ¿me estás escuchando?-le dijo su madre chasqueando los dedos delante de su cara y sacándola de sus pensamientos.

-¿Qué? ¿Qué me decías?-preguntó Aurora aturdida.

-Digo que tenemos mucho trabajo. Hay que preparar sus habitaciones y limpiar la casa que está hecha un desastre y solo somos dos porque tu padre se ha ido esta semana por el trabajo ya lo sabes.

-Si, mamá.

Se pasaron los dos días limpiando la casa y preparando las habitaciones para su primo y su tía. Después de que se fuera habían hablado por skype en un par de ocasiones pero no era lo mismo de antes.

Cuando llegó el día fueron a cogerlos al aeropuerto. Aurora estaba esperando con su madre en la sala de espera cuando una voz la llamó por detrás. Ella se giró y lo vio. Allí estaba su primo andando hacia ella con una gran sonrisa en el rostro. Estaba más guapo

que nunca. Su pelo castaño le caía por la frente y le tapaba uno de sus ojos color miel. Sonrió al recordar cuando la gente les confundía con hermanos de pequeños por el parecido que tenían.

Mario llegó hasta ella.

-Hola prima, tenía muchas ganas de verte.-la dijo sonriendo. Y la abrazó antes de que ella pudiera decir nada.

-Hola primo.-dijo ella riendo cuando se separaron.

-¿Y yo qué?-dijo su tía quejándose detrás de Mario.-¿Yo no me merezco un abrazo?

-Hola tía Clara.-contestó Aurora abrazándola a ella también.

Después de los saludos y los abrazos se fueron todos al coche para llevarlos a casa.

-¿Dónde está Jose?-preguntó la tía Clara cuando estaban en el coche.

-Mi padre está de viaje por trabajo. No vendrá hasta la semana que viene.-contestó Aurora desde el asiento de atrás.

Cuando llegaron a la casa, su tía se quedó con su madre hablando abajo y su primo fue a darse una ducha. Aurora se subió a su habitación. Cogió su ipod, se colocó los cascos, puso la música y se tiró en la cama. Después se quedó dormida.

Cruce de caminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora