Capítulo 28

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Llegó el día de la fiesta. Aurora estaba en la habitación de Colette terminando de prepararse.

Habían quedado las dos chicas en ir juntas en el coche de la francesa. Jorge llevaría a Carlos en el suyo,  Santi y Megan en el de Santi. David iría por su cuenta en el suyo.

Al principio iban a ir Mario, Carlos y Santi juntos pero desde que Aurora y Santi lo habían dejado, la relación entre los dos se había enfriado. No se odiaban pero tampoco eran tan amigos como antes.

-¿Ya estás lista?-preguntó Colette entrando en la habitación.

-Si.-dijo dándose un último vistazo en el espejo.

-Estás muy guapa.-dijo la francesa apoyándose en la puerta. Aurora se había puesto un vestido rojo ajustado y corto con unos tacones negros de aguja. No era mucho de su estilo pero Colette la animó para que se lo pusiera y al final aceptó, y ahora que se veía tampoco se veía tan mal.

Colette llevaba un vestido negro, corto, ajustado y con escote. Ella si que estaba espectacular. Sonrió al recordar que Colette le había dicho que a Jorge no le gustaba que se pusiera ese tipo de vestidos porque los chicos la miraban mucho y él decía que el único que la podía mirar era él.

Santi también la decía eso cuando eran novios pero no se los ponía mucho de todas maneras porque no eran mucho de su estilo.

-¿Nos vamos?-dijo la francesa cogiendo las llaves del coche.

-Claro.

Salieron a la calle y se metieron en el coche.

Cuando llegaron a la casa de Jorge vieron que estaba abarrotada de gente, más de lo normal, y no era de extrañar, esa iba a ser la fiesta del año.

Entraron en la casa y se abrieron paso entre la gente.

Divisaron a Mario y a Jorge conversando en una esquina. Se acercaron a ellos.

-Hola, amor.-dijo Colette besando a Jorge.

Aurora no paraba de mirar hacia todas partes pero no había ni rastro de Santi.

-Tranquila, Aurora.-dijo Jorge separándose de Colette.-Santi se ha ido con Carlos al jardín trasero.

Aurora suspiró aliviada. Tenía miedo de encontrárselo.

Apareció un camarero que les ofreció una bebida parecida a la que les había ofrecido a Aurora y a Santi la primera vez que Aurora había ido a una fiesta. Se acordaba perfectamente. En ese momento la había rechazado porque nunca consumía alcohol pero ahora le daba igual así que lo cogió.

-¿En serio vas a tomarlo?-preguntó Mario asombrado.-Si tú nunca bebes.

Aurora se encogió de hombros.

-Pues ya va siendo hora de que empiece, ¿no?

Y se bebió el contenido del vaso de un trago.

Aurora bailaba en el medio de la pista. Se había olvidado de Santi y de todos sus problemas. Estaba feliz. Hasta que Colette la llamó por detrás.

Se giró con una sonrisa pero al ver la expresión de la francesa se le borró la sonrisa del rostro.

-¿Qué pasa? ¿No te estás divirtiendo?

-Aurora, tienes que ver esto.-dijo Colette. Y sin darla tiempo a reaccionar la tomó por el brazo y la arrastró hacia el jardín trasero.

-¿Qué pasa?¿A dónde me llevas?-se quejaba ella.

Cuando llegaron Aurora sintió desfallecer.

Santi y Megan estaban a menos de seis metros besándose.

Sintió como la primera lágrima surgía. Salió corriendo de allí para no seguir viendo aquello.

En su huida se chocó contra alguien.

-Perdón.-dijo ella.

-¿Aurora?

La chica levantó la cabeza y se encontró con unos ojos azules que la miraban inquisitivamente. David.

-¿Por qué corrías?-preguntó él.

-Quiero irme de aquí.-dijo ella mientras lágrimas caían por sus mejillas.

-¿Quieres que te lleve a casa?-preguntó él.

Ella asintió con la cabeza. David la acompañó hacia la salida y caminaron hasta llegar al coche del chico.

Se metieron en él. David lo arrancó alejándose de aquel lugar como si nunca hubieran estado en él.

Cruce de caminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora