Capítulo 4

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Aurora escuchó el claxon de un coche abajo. Terminó de peinarse y bajó. Todavía no entendía porque había aceptado.

Llegó a la cocina y se despidió de su madre. Todavía entendía menos la reacción de su madre cuando se lo dijo. Pensó que se lo prohibiría, cosa que ella quería para así tener una excusa, pero todo lo contrario.

-Menos mal. Por fin sales un poco. Pensé que te tendría que llevar yo ha alguna fiesta para que fueras por fin a alguna y dejases de meterte tanto en los libros.-le había dicho.

Aurora salió afuera y se encontró un BMW negro esperándola en la puerta. De la puerta del conductor salió Santi y se la quedó mirando. Aurora bajó la mirada.

-No me mires así.-dijo ella.

-¿Y cómo te miro, entonces?-dijo él acercándose a la puerta del copiloto y abriéndola.-Entre princesa.-dijo mientras sonreía divertido al ver que Aurora se sonrojaba.

Aurora se dirigió a la puerta del copiloto y entró en el coche. Santi dio la vuelta al coche y se sentó en el asiento del conductor.

-Pensé que no ibas a venir.-dijo él ya de camino a la fiesta.

-Y no se porque he venido.

-Pues yo si.-dijo él mirándola serio.-Ahora ya tengo claro lo que sientes por mí.

-Yo no siento nada por ti.

-Lo que tú digas.

 Cuando llegaron a la fiesta Aurora se sorprendió un poco. Nunca había estado en ninguna fiesta y era muy distinto a como se lo imaginaba. En realidad, Aurora nunca había tenido muchos amigos. Solía estar bastante sola pensando, soñando.

Un camarero se acercó a ellos y le ofreció un vaso con una bebida que Aurora no supo averiguar que era pero que seguro contenía alcohol.

Santi cogió un vaso y miró a Aurora inquisitivamente.

-No, gracias. Yo no bebo.-dijo ella respondiendo a la muda pregunta del chico.

-¿Pues, sabes qué? Yo tampoco.-dijo Santi volviendo a darle el vaso a camarero.-Quiero recordar esta noche.

Santi se dirigió a Aurora y señaló con la cabeza la pista de baile.

-¿Vienes?

-Claro.-dijo ella no muy convencida.

Aurora y Santi se dirigieron a la centro de la fiesta y empezaron a bailar.

-Es la primera vez que vienes a una fiesta, ¿no?-le preguntó él mientras bailaban.

-¿Tanto se nota?

-Bastante.-dijo él sonriendo.

Siguieron bailando sin hablar hasta que Santi cortó el silencio.

-Aurora, quiero presentarte a unos amigos míos.-dijo.

-¿Unos amigos tuyos?-dijo Aurora no muy convencida.

-Sí, ven.-dijo él tomándola del brazo y arrastrándola fuera de la masa de gente.

Santi la llevó hasta una esquina de la sala dónde estaban dos chicos conversando con un  vaso cada uno de la bebida que les habían ofrecido a Santi y a ella cuando habían llegado.

-Hola tío.-saludó uno de ellos al ver a Santi.

-Ya estábamos pensando que te había pasado algo, como no te veíamos.-dijo el otro.

-O eso o que ya estabas ligando con alguna tía de por aquí.-dijo el primero mientras miraba a Aurora con una sonrisa en el rostro.-Hablando de ello, ¿quién es esta preciosidad?

-Jorge, Carlos, ella es Aurora.-dijo Santi señalando a Aurora.

-Encantado de conocerte Aurora. Yo soy Carlos.-dijo el segundo en hablar.

-Lo mismo digo. Yo soy Jorge.-dijo el otro chico sonriendo.-Espero que lo estés pasando bien en mi fiesta.

-¿Ésta fiesta es tuya?-dijo Aurora asombrada.

-Si.-contestó él sonriendo orgulloso.

-¿Ésta es la chica de la que nos hablaste?-le dijo Carlos a Santi sonriendo.

-¿Les hablaste de mí?-dijo Aurora asombrada.

-Si…-respondió Santi rascándose la nuca. Se le notaba nervioso.

Después de un rato hablado con Jorge y Carlos, Santi decidió que ya era hora de marcharse. Se despidieron de ellos y se dirigieron a la puerta.

-Son bastante majos.-dijo Aurora cuando desaparecieron de la vista de Jorge y Carlos.

Santi abrió la boca para responder cuando una voz lo paró en seco.

-Hola Santi, ¿no sabía que habías venido?

Aurora y Santi se dieron la vuelta a la vez. Allí de pie delante de ellos estaba Megan Reigman. La mismísima Megan Reigman.

-Hola Megan, yo tampoco sabía que tú estabas aquí.-dijo Santi ante el asombro de Aurora. ¿Ellos dos ya se conocían?

-Pero si tú ya sabes que nunca me pierdo ninguna fiesta de mi primo.-dijo ella sonriendo coquetamente.

-¿Jorge es tu primo?-dijo Aurora hablando por primera vez.

-Ah, hola Aurora. No te había visto.-dijo Megan ignorando la pregunta de Aurora y con una sonrisa falsa en sus labios mientras la miraba despectivamente evaluándola.

-Perdona Megan pero tenemos que irnos.-dijo Santi dándose la vuelta para irse mientras cogía a Aurora del brazo arrastrándola hacia la salida.

Cuando ya estuvieron fuera Santi la soltó.

-¿De qué conoces a Megan?-le preguntó Aurora mientras caminaban hacia el coche.

-Es la prima de Jorge.-dijo Santi abriendo la puerta del copiloto de su coche y haciéndole una seña a Aurora para que pasara adentro.

Cuando los dos estuvieron dentro del BMW, Santi arrancó.

-¿Y tú de que conoces a Megan?-preguntó él cuando se pararon en un semáforo en rojo.

-Va a mi instituto.

No hablaron más en todo el camino. Cuando llegaron a su casa, Aurora se desabrochó el cinturón de seguridad y abrió la puerta del coche.

-Espera.-la detuvo Santi.

-¿Qué quieres?-dijo ella seriamente.

-¿Te ha molestado que conociera a Megan o algo?

-No es eso… Es que…-Aurora suspiró.-Es solo que no me esperaba que ella estuviera ahí. Ya sabes… Ella es de las populares en mi colegio y yo… Se podría decir que soy de las marginadas…-lo último lo dijo casi en un susurro.

Santi se la quedó mirando sin decir palabra. Aurora abrió la puerta del coche para salir y así parar ese momento tan incómodo que se había formado.

-Espera Aurora.-la paró antes de que pudiera irse.

-¿Qué?

Tardó unos segundos en contestar.

-Nada.-dijo por fin con cansancio.-Adiós, Aurora.

Y dicho esto Aurora cerró la puerta del coche y vio como el BMW se marchaba y desaparecía de su vista.

Cruce de caminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora