Nuestros pasos resonaban en aquel pasillo iluminado, pero no estábamos solos, detrás de nosotros corría un Liam furioso. Noah tiraba de mí para correr más rápido, ya que esté pasillo parecía no tener fin.
—¡Cobarde! ¡Cuando te atrape te cortaré las pelotas! ¡La pagarás caro!.
Sin duda estaba muy enojado, eran unos metros lo que nos separaba. Dirigí mi mirada al frente, y me asombre al mirar una puerta metálica con 5 candados enormes qué detenía nuestro paso del exterior.
—Abre la puerta Kim, yo lo detendré si no logro hacerlo corres, no te detengas por mí.
Noah me entrego una llave, la cual era exageradamente grande y de un color plateado.
Su semblante era serio como siempre, sus mejillas lucían rosadas por lo agitado que estaba, Noah se dió la vuelta esperando la aparición de Liam, yo comencé a colocar la llave en la cerradura del primer candado.Apenas había quitado uno, cuando la risa de Liam seguida de un golpe seco me puso nerviosa, no miré atrás entre más pronto abriera los candados más ayudaría a Noah.
—¡Intentando escapar con la zorra!.
—¡Levántate!.
Intercambiaban golpes y palabras, no podía creer que el dulce Liam que conocí cometiera tales cosas. Me pregunto que habría pasado de no haber descubierto a el verdadero ser que era en realidad.
Quinto candado, suspire de alivio me dí la vuelta y ví a Noah escupiendo sangre y a Liam en el suelo agarrando sus costillas.
—Noah...
Corrí y lo abrace por la cintura el se apoyo en mí
—Vámonos Kim.
Liam se quejo del dolor .
—¡Juro que los voy a encontrar!
¡Y los mataré!.Liam escupía sangre con cada palabra en otro momento lo hubiera ayudado, ahora solo quería salir de aquí, Noah señalo su mochila yo lo solté, y tome la de ambos.
Él quito el último candado ya abierto por mí y lo tiró al suelo éste emitió un fuerte sonido que resonó en todo aquel largo pasillo. Empujo la puerta metálica que emitió un chirrido, aún era de noche las estrellas iluminaban lo que parecía un desierto.Noah me tomo de la mano dimos un paso afuera se giro y vimos por ultima vez a Liam quién sonrió mostrándonos una sonrisa siniestra cubierta de sangre, la cual me erizo la piel.
Cerramos la puerta y corrimos lejos de todo, o al menos lejos del tutelar que en algún momento creí un lugar perfecto.Tal como recuerdo el primer día que llegue aquí, exactamente un 25 de septiembre. Reconocí la hierba seca el olor a tierra mojada todo cubierto por la oscuridad, corríamos por la hierba y los matorrales para no dejar nuestras huellas a simple vista, recorrimos unos kilómetros más nos encontrábamos exahustos, hasta qué encontramos una casa abandonada escondida detrás de unos árboles, que solo notamos por la vieja pintura amarilla que relucía bajo la luz de la luna.
Noah dijo que podíamos descansar aquí hasta que amaneciera.
Al parecer Liam no hablaría ya que no le favorecía que la directora se enterará que él estaba en el momento que nos escapamos.
Así que teníamos hasta mañana antes de que los oficiales nos buscarán por todo Toledo.En un rincón Noah y yo nos acurrucamos, el tenia de todo en su mochila, linternas, mantas, ropa, comida, navajas y un arma, que le quito a un oficial que dormía en el piso que cuidaba.
Los golpes que recibió por Liam le dejaría moretones, sus nudillos mostraban raspones y estaban muy ensangrentados.
Lo había curado con un poco de alcohol y con una camisa había vendado sus nudillos, no se quejo sólo me miraba atento, era la primera vez que dormíamos juntos y se sentía cómodo no como si fuera un extraño, si no como un momento de paz, Noah había cumplido su promesa.
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Mis verdaderos colores
Teen FictionKim Jobs, es una señora de 45 años, que vive en Texas. Una tarde de primavera es entrevistada por Lauren Bramsom quién es su vecina que estudia en la universidad como periodista. Y es así como Kim narra por primera vez sus verdaderos colores. Algun...