XIV

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¿De verdad lo es?- preguntó nuevamente Yeri.

-Si de verdad- afirmó Jennie colocándole sus zapatos- pero si no quieres podemos quedarnos aquí.

-Mmm- la pequeña lo pensó por unos segundos-está bien pero si quiero irme de ahí ¿No te enojas?

-Claro que no mi amor- Jennie dejó un beso en la frente de la pequeña- tú solo debes decirme cuando quieras irte o simplemente podemos quedarnos aquí, jamás te obligaría a hacer nada.

-Quiero ir- dijo la niña sonriéndole- solo...solo que no sé, no la conozco y me da vergüenza.

-Nada de eso, mi mamá ya te ama pero no te sientas obligada a hacerlo tú o a llamarla abuela- dijo tranquilizándola- solo quiero que seas tú- la pequeña asintió sonriendo.

-Me gusta tu chaqueta y tus botas- dijo Yeri cambiando radicalmente el tema de conversación-te ves diferente con esta ropa- Jennie sonrió viendo lo que cargaba puesto, hace tanto que no usaba sus botas negras y su chaqueta de cuero, se había vuelto tan formal y aburrida que había hasta cambiado su forma de vestir.

-¿De verdad te gusta?- la niña asintió sonriendo- entonces comprare unas iguales para ti.

-Gracias Jennie- dijo la pequeña para luego abrazarla, la chica la apretó entre sus brazos y beso su frente.

-Ahora vamos que ya es casi hora del almuerzo y mi mamá odia que llegue tarde- la niña abrió los ojos asustados, tal vez tener abuela no era buena idea.

[...]

-Oh Dios mío- gritó Hye cuando vio a la pequeña entrar a su casa- pero si es preciosa, se parece a ti Jennie- dijo emocionada corriendo hacia la pequeña quien instintivamente abrazo la pierna de Jennie como si no hubiera un mañana- ven aquí mi amor, soy abuela Hye, tú abuelita favorita.

-En realidad no tengo más abuelitas- dijo la pequeña aún aferrada a su madre- y recién la conozco para que sea mi favorita, lo dejaremos en mamá de Jennie por ahora.

-Oh Dios y es inteligente como tú, ven aquí mini Jennie- gritó emocionada.

-Me llamo Park Yeri, pero puede decirme Yeri- apuntó la niña.

-Si es una copia tuya, solo le falta rodar los ojos y no hay duda- como si le hubieran dicho que lo haga, Yeri rodó los ojos y se cruzó de brazos, dos segundos después sintió como Hye la envolvía en sus brazos y la estrujaba hasta casi dejarla sin aire.

-Espere...espere- decía la niña tratando de zafarse- aun no quiero morir, Jennie ayuda- la chica río ante el dramatismo de la pequeña y procedió a separar a su madre de su hija, a veces la pequeña podía ser idéntica a Chaeyoung.

Todas fueron a la mesa para que les sirvieran el almuerzo, Yeri vio cómo dos mujeres en uniforme colocaban los platos y los cubiertos frente a ellas para luego traer grandes bandejas con comida y servirles.

La pequeña frunció el ceño, su abuela la había invitado a almorzar sin embargo eran otras personas que le habían servido y habían cocinado para ella, técnicamente su abuela no había hecho nada.

-Pensé que dijiste que Yeri era más tímida- cuestionó Hye a su hija.

-Lo es, mucho en realidad sin embargo muchas veces puede sorprenderte cuánta confianza demuestra al hablar o demostrar lo que piensa.

Hye miró con adoración a su nieta, jamás imaginó que de un día a otro sería abuela.

-Tengo una sorpresa Yeri, cuando termines la cena que preparé especialmente para ti quiero que me acompañes arriba.

No me rendiré; Chaennie[Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora