Jennie y Yeri salían del hospital como todos los días, habían ido a ser su visita diaria a Chaeyoung y esta vez habían desayunado junto a ella aunque está simplemente hubiera estado recostada, la chica y la pequeña se sentían más que bien de estar las tres juntas en el mismo lugar.
Las cosas comenzaban a mejorar de a poco, Yeri ya no le molestaba que todos se refirieran a Jennie como su madre y tampoco se oponía cuando está la llamaba hija sin embargo aún la chica no había conseguido hacer que la pequeña la llamara mamá como tanto quería.
Yeri seguía recibiendo consultas con la psicóloga infantil quien la había ayudado a canalizar y a manejar su ira y las frustraciones que sentía a raíz de los últimos acontecimientos en su vida, la pequeña iba mejorando poco a poco sin embargo había muchas ocasiones donde Jennie encontraba a la pequeña apagaba como si estuviera pensando en algo y aunque esta le decía que podía hablar con ella la pequeña prefería negar con la cabeza y simplemente abrazarla.
Hye por su parte estaba más que feliz porque Yeri iba a visitarla todos los miércoles y jueves en la tarde y a veces los fines de semana, no había perdido oportunidad de retratar el rostro de su nieta y ahora su casa estaba lleno de fotos de la pequeña y hasta uno de Nabong quien siempre la acompañaba, tampoco perdió la oportunidad de presumirla con sus amigas del club quienes estaban encantadas con la pequeña Yeri por lo educada que solía ser está en las reuniones en las que su abuela la había llevado.
Todo parecía marchar en orden salvo por un pequeño detalle, un castaño pequeño Jungkook quien hacía la vida imposible de la niña en la escuela, ya había tenido quejas de él en varias ocasiones pero pese a todas las llamadas de atención el pequeño no daba su brazo a torcer y seguía molestando a Yeri.
-Jennie- gritó Somi entrando a la oficina sin siquiera tocar la puerta- es de la escuela de Yeri.
La chica se asustó al escuchar el tono de su secretaria y ver la cara que traía así que sin perder tiempo tomó el teléfono.
-Buenas tardes- saludó educadamente aunque sus nervios comenzaban a hacer mella en su interior.
-Buenas tardes señora Kim- Jennie percibió el nerviosismo de la mujer al otro lado de la línea- lamento comunicarle esto pero Yeri fue trasladada al hospital St. Josh, sufrió un pequeño inconveniente en la hora de receso y....
-¿Cómo que sufrió un pequeño inconveniente? Si fuera así mi hija no estuviera ahora mismo en un hospital- gritó alterada-No puedo creer que esto ocurra en sus instalaciones con una niña de solo cinco años cuando estaba bajo sus cuidados y su responsabilidad.
-Señora Kim de verdad lo sentimos no sabemos cómo esto sucedió.
-Pues mas les vale averiguar qué sucedió o prometo demandar a la escuela por negligencia, ahora salgo para el hospital.
Jennie tomó su chaqueta y su cartera para salir disparada del lugar como si hubiera visto un alma, estaba tan nerviosa para manejar que prefirió que Charles la llevara, apenas llegó al hospital habló con la enfermera en la recepción y esta le indicó la habitación de su hija.
-Mi bebé- dijo con apenas un hilo de voz al ver a la niña llorando y junto a ella una enfermera tratando de consolarla- ya estoy aquí- dijo colocándose a su lado y agachándose para abrazarla.
La frente de Yeri estaba roja y con una enorme protuberancia color púrpura la cual estaba cubierta por pequeños triángulos de papel, la niña estaba más que segura que le habían puesto puntos y su brazo izquierda estaba inmovilizado por un yeso.
-Mamá- sollozó la pequeña aferrándose a ella con su brazo derecho- me duele mucho.
Jennie en aquel momento no sabía si alegrarse por lo que había escuchado o sentirse mal por el estado de su hija.
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No me rendiré; Chaennie[Finalizada]
FanfictionJennie sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento. Se había ubicado en la cima de un pedestal que ella misma había construido con sacrificios y esfuerzos. Al morir su padre y al ser abandonada por el amor de su vida, toda su atención se va...