Capítulo 21

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Sonrió.

Se movió entre las sábanas blancas para cambiar de posición y estar más cómoda entre sus brazos.

Abrió los ojos y volvió a sonreír.

Miró aquel rostro perfecto, relajado, con la ventana de su alma cerrados, totalmente dormido. Acaricio su mejilla suavemente evitando despertarlo, la suave piel de su cuerpo hacía sentir a sus dedos en la más suave almohada de seda.

¿De verdad ese hombre era suyo?  Un hombre asi deberia ser ilegal.

Pero la realidad era que si era suyo, se lo había susurrado en el oído la noche anterior, se lo había repetido cada vez que la besaba y acariciaba.

La forma en que la amaba demostraba que se pertenecían el uno al otro. La pura realidad.

Miró el anillo de pareja en su dedo anular, no había duda, si eran algo extra oficial.

Miro el reloj en la mesa de noche, marcaba las 9:30a.m, tarde, a esta hora ya tendría que estar en su oficina con dolor de cabeza y llena de papeles en su escritorio.

Se levanto lo mas rapido posible de la cama y corrió al baño, estar desnuda tenía una gran ventaja en este momento, cerró la puerta de la ducha, encendió la llave y dejo que el agua mojaba su cuerpo, al cabo de unos minutos la cerró la llave, tomo el jabón y empezó a pasarlo por su cuerpo.

Unos brazos rodearon su cuerpo, a la vez que besaba su cuello y tomaba el jabón de sus manos.

-¿Que haces?

-Pués me quiero bañar con usted.

Eso se no se lo creía ni una niña de ocho años, menos se lo creería una mujer a punto de llegar a los veintiocho años.

¡Le crecerá la nariz como pinocho!

-Eso no te lo cree nadie.

-Lo digo en serio, es distinto a que usted piense otra cosa.

Ella siguió bañándose con toda tranquilidad, sin preocuparse porque su hombre estuviera junto a ella viendo como se lavaba las partes de su cuerpo.

-Noona….

-¿Si?

-¿Usted habla más idiomas?

-Si….. ¿Por qué?

-¿Como cuales?

¿Por qué diablos le preguntaba eso en este momento? Ni siquiera era el lugar correcto, estaba en su baño, preocupada por su trabajo porque ya iba tarde, estaba bañandose rapido pero bien, e irse para que su secretaria no la matara.

-Inglés, chino y japonés.

-Digame, ¿Como se dice en japones?: Quiero hacerla mia ahora mismo

Y entonces abrió los ojos y lo miro.

¿Qué diablos había dicho? 

-¿Q-que…?-La tomó de la cintura y empezó a besarla.

Los besos siguieron hasta que cuyos labios no pudieron más. Él mayor en estatura empezó a bajar los besos por el cuello de su pareja hasta que llegó a sus pechos, empezó a regar besos por toda la piel femenina, una vez que los besos llegaron a los pezones este lo metió a su boca logrando sacarle uno que otro respiro a la femenina.

Las traviesas manos de ambos seres en la ducha empezaron a recorrer el cuerpo del opuesto, llegando a lugares muy sensibles para manos tan descaradas. Las caricias y la excitación iban subiendo de nivel, si eso ocurría, la ducha se llamaría: "Ducha caliente".

Eres para mi, noona Donde viven las historias. Descúbrelo ahora