Capítulo 27

163 19 2
                                    

Últimos capítulos. 

Cuando era pequeña su nana le había dicho que mentir era malo, era tan malo que probablemente el demonio mismo saldría de infierno en carne y hueso para llevarla a este horrible lugar. Recuerda que su nana le dijo que por más necesaria que fuese esa mentira siempre había que decir la verdad, porque era mil veces mejor que la verdad fuera dicha por su portador que por otra alma que pudiese alterarla. 

Pero esta mentira era tan necesaria. Podría salvar a más de una vida. 

La Maléfica salida del cuento de la bella durmiente no dañaría al hermoso ser que estaba frente a ella, mucho menos al niño en su vientre. Las cosas seguirían como estaba en aquel contrato de palabras. 

Pero, lo que joven universitario pedía era imposible, quería que le viese a los ojos y dijese la mentira más real que haya podido decir en su vida. 

Imposible. 

Le pedía algo imposible. 

Se obligo a sí misma a actuar como una ganadora del Oscar. A buscar las palabras correctas pero rápidas que sirvieran para la situación. 

-No. 

Fue lo único que encontró en las más de mil palabras, en las más de mil maneras de expresarse. 

Y otra vez su mente viajo al pasado. A la vez en que su mamá regreso de un viaje. Recordó que días atrás había roto su florero favorito mientras jugaba, y que había ocultado los restos de aquel objeto, cuando su mamá se dio cuenta que este hacia falta, pregunto por el muy enojada, y le prometió no castigarla si decía la verdad, pero sabía que era mentira, y por eso desidia no hablar, pero su madre igual la castigo culpándola hasta de demás cosas para que su padre la enviara a un instituto fuera de la cuidad, cosa que logro. 

Así que si planteaba eso en el presente, era muy probable que no le creyera, por su falta de palabras para convencer al ajeno. 

-No le creo, noona. 

Y ahí estaba. 

Otra vez se quedaba sin palabras. Otra vez se quedaba sin reaccionar, sin saber que hacer. 

-No esta siendo sincera, lo sé. 

Si él no le creía, si no era tan convincente, no había manera de engañarlo y decirle que el niño no era suyo. 

Entonces recordó la facilidad con la que mentían los muñecos de las caricaturas. Ellos miraban con atención a los ojos, sin parpadear, sin moverse y hablaban de una manera segura. 

Entonces una vez lista hablo. 

-No es tu hijo. 

-Se que me miente. 

-¿Por qué piensas eso? 

-Porque su esposo fue él que me dijo que no habían dormido juntos ni una vez. 

Entonces, si él sabía la verdad, si él la sabía, ¿Por qué la torturaba de esa manera? 

Claro, porque después de todo lo que ella le había hecho, preguntar algo tan sencillo no era nada, ni siquiera le podía poner un cinco de diez. Era tan tonto pensar que podría ser una especie de castigo, él sólo preguntaba por una simple verdad, sólo quería una simple respuesta, era ella la que se ponía el castigo al no decirle la verdad, al no intentar luchar con él por una vida feliz. 

Toda su vida había sido un castigo, ella lo sabía, y sin embargo, lo seguía soportando como si fuese el momento más alegre de su vida. 

-Si ya sabes la verdad, ¿por qué la preguntas? 

-Porque quiero oírlas de sus labios. 

Lo observo por un rato, busco y busco una manera rápida y sencilla, pero no encontró nada. Sabía que si lo decía tenía que contar toda la verdad, desde cero, desde el inicio. Así que, lo llevo a la sal de estar y se sentó frente a él. 

-Mi madre me obligo a casarme-Soltó de una. 

-¿Por qué? 

-Porque ama el dinero-Lo miro a los ojos-Porque quiero protegerte. 

Y así, se dispuso a contar toda la verdad, desde el inicio. Le conto todo lo que su madre quiso hacer para dañarlo, como amenazo con hacerle daño a toda su familia, como se atrevió a quemar su hogar, como ella contrato a unos hombres del bajo mundo para que lo golpearan y matara. Le conto todo. Hasta se atrevió a contar como esa mujer que se hacia llamar su madre destrozo su matrimonio. Y varias cosas más que hizo desde que se caso con Vernon. 

Las reacciones era lo que mas odiaba ver después de contar tales historias. Siempre esperaba impaciente las reacciones del consejo cuando proponía algo nuevo para los hoteles. Pero, esta vez era diferente, esta vez ni siquiera quería que hubiera una reacción, ni palabras. No quería nada. 

-Noona… 

-Sé lo que piensas-Hizo una leve pausa-Una mujer así no podría ser mi madre. 

Sintió como JungKook tomo su mano y la apretó levemente. 

-No. No pienso eso. Pienso que debería divorciarse y casarse conmigo. 

-JungKook, ¿No lo entiendes? No podemos, esa mujer es peligrosa. 

-Se que es su madre, pero… Esa mujer tiene que estar en prisión, ha hecho muchas cosas ilegales, intento matarme.. Hasta le roba dinero a la familia de su esposo… Noona, no la deja ser feliz… 

Y al parecer, algo la ilumino, algo la hizo darse cuenta de su inmenso error. 

Ese algo la hizo darse cuenta que todo el tiempo, todos estos años ella le abrió la puerta para que su madre gobernara en su vida. _____ Nunca lucho por demostrar que ya era una mujer adulta. Y cuando quiso hacerlo termino peor que al principio. 

Esta vez seria fuerte. Además, estaría acompañada por dos personas más. 

-¿Lucharas conmigo? 

-Luchare con usted, noona. 

~•~ 
Lamento la tardanza. 
Mañana otro capitulo. 

Eres para mi, noona Donde viven las historias. Descúbrelo ahora