Capítulo 1

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—¿Seguro que no quieres que te acompañemos? —Pregunta Alice por segunda vez, mirando como me pongo la ropa más vieja que tengo, pues no quiero tener que sufrir luego su cabreo por romper ropa nueva. —Es que tengo un presentimiento extraño.

—¿Y no has visto nada? —Pregunta Bella, observándonos de reojo mientras lee un libro. Alice niega y se tensa, odia cuando no puede ver nada, pues Nessie y Jacob le causan interferencias.

—Estaré bien. —Digo antes de saltar por la ventana y comenzar a correr por el bosque, sintiéndome libre de poder destrozar todo lo que tengo a mi alrededor, intentando desahogarme pese a que ya han pasado casi veinte años.

Al haber terminado de destrozar la mitad del bosque, prácticamente, comienzo a cazar algún animal que suponga algún desafío. Pero todos los que me encuentro, son fáciles de matar, pese a que me guste cabrear a los osos y tengan buena garra, solo hacen que mi ropa se rasgue. Cuando dreno el último animal, un viento me golpea en la cara, trayéndome el aroma de un ser exquisito que está sangrando, y sin pensarlo mucho, comienzo a correr hacia ese ser, deseando beberme su sangre, su deliciosa... ¿Es una pequeña humana? Dejo mi lado predador a un lado y vuelvo en mí mismo, viendo entre maravillado y horrorizado una chica de no más de dieciocho años, tumbada en el suelo y totalmente inconsciente. Al acercarme, veo una horrible herida en su costado, como si la hubiesen estado cazando con un arma.

Alarmado, noto como le quedan pocos minutos, y sin pensarlo, la alzo en brazos y corro de vuelta a casa. No sé porqué estoy haciendo esto, pero nada más verla pienso en que esta pequeña humana es mía, y no puede dejarme.

—¡Carlisle! —Exclamo cuando quedan cien metros hasta llegar a casa. Mi padre sale apurado y observa con sorpresa el pequeño cuerpo que llevo en brazos. —Por favor, sálvala.

—¿Estás seguro? —Pregunta observando la herida de su costado. Asiento de forma repetida hasta que llegamos a su consultorio, donde comprueba que está a punto de morir. —¿No deseas hacerlo tú?

—No, por favor. —Susurro observando su precioso cabello oscuro, su carita... Resultándome imposible morderla, porque sé que perderé el control y ella no puede morir.

Carlisle me mira unos segundos hasta que sonríe comprensivo y agarra la muñeca de la pequeña humana, mordiéndola. Hace lo mismo en su otra muñeca, en su cuello, y sobre su pecho. Cuando termina, escucho como comienza a gritar de dolor y me siento a su lado para acompañarla en estos tres días de dolor.

—Por eso no veía nada, Emmett no se había decidido. —Escucho susurrar a Alice. —Ahora lo veo todo claro. Ella es la pareja de Emmett, su verdadera alma gemela.

Al despertar [Emmett Cullen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora