Capítulo 10: Cambiare.

19 1 0
                                    

Capítulo 10:

Narra Celene:

Se mantuvo distante durante todo el trascurso de clases. Definitivamente no entendía su cambio de humor. se había mantenido distante, ajeno y serio frente a todos y mucho más cuando me miraba con aquellos ojos color miel que habían perdido aquel brillo que lo distinguía cuando lo vi por primera vez. Las clases habían pasado rápido y se escuchó el sonido de la campanilla que anunciaba la última hora de clases. Todos los alumnos empezaron a  salir desesperadamente entre risas, empujones y gritos al final lograron salir de aquel lujar que tanto odiaban.

Justin seguía sentado en su asiento mirando un punto que desconocía. El maestro había salido ya hace un buen tiempo y estábamos solos él y yo. De repente Justin se puso de pie, guardo uno de sus libros y coloco su mochila en el hombro. Observe cada acción que hacía y sin notarlo el me miraba seriamente desde el umbral de la puerta.

-¿vas a venir o no?-me pregunto impasible como ya era costumbre en él. Asentí y empecé a seguir su paso hasta llegar a como el me había dicho el "estacionamiento" el viaje a casa había sido muy silencioso, apenas se podía contemplar el ambiente. Él estaba muy concentrado en lo que hacía, no despejaba su vista del frente y en ningún momento trate de molestarlo.

Al llegar a casa, Justin no dijo nada solamente subió las escaleras dejándome solo en el vestíbulo. Se veía furioso y cuando quise arreglar mis ideas o llegar a una conclusión, escuche un espantoso ruido de una puerta cerrarle bruscamente provocando que me sobresaltara. Suspire y con toda la valentía del mundo empecé a subir las escaleras en dirección al cuarto de Justin.

Al acercarme a su puerta pude distinguir algunos letreros pegados en el con avisos como: "mantente alejado", "peligro" , "no molestar" , "prohibido el paso", etc. no preste atención a los amenazas y sin tomar precauciones decidí enfrentar a Justin.

Al traspasar la puerta y ya dentro de la habitación me encontré con Justin.  Se veía cansado en esa posición. Recostado boca abajo. Me acerque el esquivando la mochila en el suelo y me senté a su lado. Él se movió un poco pero no levanto su vista. Tenía que estar bien con él, saber el problema y por supuesto ayudarlo. Ese era mi trabajo.

-Justin.- lo llame  en voz baja para que solo el pudiera escucharme peor aún así me evadió.-por favor Justin.- volví a rogar. Empecé acariciar su cabello y este era bien suave, me encantaba su color era extraño pero lindo. Un color castaño claro con toques dorados, sencillamente bello. Sentí como él se relajaba y empezó a darse la vuelta lentamente.- por favor.- volví a insistir. Termino de darse la vuelta y sus ojos color miel dieron con los míos.

-¿Qué quieres?-me pregunto con una actitud muy diferente a la de siempre.

-necesito saber porque ese cambio de actitud.-respondí.

-tu deberías saberlo…eres mi ángel.

Eso era cierto pero no podía saberlo todo. Las personas necesitan su espacio personal y lo respetamos no leíamos sus pensamientos por respeto a ellos y la cooficialidad. Es una falta de respeto intervenir en los pensamientos de otros y esa la única razón por la cual no lo hago y lo supiera si…o no.

-lo ciento.-me disculpe dándome cuenta de mi gran error. Me avía descuidado de él. Como no pude pensarlo antes. – en serio lo ciento…no me di cuenta de mi error.-agache mi mirada ocultando mi vergüenza y mi gran equivocacion.

-no lo vuelvas hacer.- me ordeno. Y no dude en asentir. Se merecía a cambio eso. En mis pocos días de estar con él ya había cometido mi primer error. Sin esperarlo el trato de tocar  mi rostro.

-es extraño tocarte de esta manera.- levante mi mirada y observe la suya que estaba muy cerca examinándome.-es diferente…simplemente no puedo tocarte.

Y tenía razón de esta forma era como una sombra. Capaz de ver impasible de tocar. Solo era un espejismo y por alguna extraña razón anhelaba su tocar.

Narra Justin:

Desde aquel día Celene se mantuvo al tanto de cualquiera de mis actividades. No se alejaba de mí y eso aun que sonara egoísta, me encantaba. Me encantaba tenerla para mí y que solo se dedicara a mí. Pasamanos mucho tiempo juntos, nos recostábamos en el pasto del patio trasero a ver el tiempo volar al igual que los días y ella aún no se transformaba en un humano y extrañaba su piel.

Era extraña esa sensación se sentirla cerca y no dejarla ir. No me era fácil torturar a los novatos en las drogas con ella cerca, no era facil hacer mi trabajo. En sus ojos podía ver la tristeza y la desilusión apocar aquel brillo en sus ojos grises que la distinguían. No era fácil que ella viera lo que en realidad era, me hacía sentir culpable y trataba de alejar aquellos sentimientos pero no siempre era fácil.

Por un lado Celene parecía estar perdida en su mundo. Jugaba con Pach el perro de la casa. Un bello Golden Retriever de pelaje crema.  Pach la adora y mi madre cree que está loco porque al parecer jugar solo no es normal. Ethan por lo que pude observar aún sigue en los pensamientos de Celene aunque ella lo niegue. Lo noto en su mirar y en la forma en que se distrae con facilidad cuando lo ve. Ella no sabe que él le gusta por el hecho de que ella no conoce aquel sentimiento y no seré yo quien la ayude a descubrirlo. Sí, soy egoísta. Y el motivo de eso es Celen. ¿Es malo desear tenerla solo para mí?

No esperare su respuesta yo ya tengo la mía.

-entonces, ¿conoces Rumania?- seguíamos en nuestro lujar de siempre. Pero en esta ocasión ella prefirió tomar asiento en las cómodos asientos del jardín en mueblados mientras yo seguía recostado en el césped.

-sí, es un lujar muy bello…mi protegido se llamaba Arrius, un chico muy inteligente.- me hizo saber y al final sonrió como si recordarlo le traerá buenos recuerdos.

-¿Qué pasa cuando ellos mejoran?.. ¿Cuándo cumples tu misión?-ella acomodo su cabello y me miro tiernamente como siempre lo hacía. No sabía si quería saber la respuesta, me asustaba pensar lo peor y yo la quería a mi lado.

-regresare  a casa.- y eso fue todo. Me incorpore y mire sus ojos tratando de encontrar algo que me digiera…que me asegurara que ella no se iría, pero era inútil lo único que logre encontrar fue entusiasmo y una sonrisa que confirmaba que ella quería volver a casa.

-y…y ¿si no …si no hay avances sí...Si sigo como estoy?.-ella bajo su  mirada y su entusiasmo fue remplazado por una aleada de tristeza.

-no regresare…seguiré contigo.- sonrió tristemente mientras me miraba. Problema resuelto.

-bien…mejorare.-ella sonrió y se sentó a mi lado en el césped.

"Mas que un angel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora