Capitulo 4 "Primer llamado"

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Revisamos el estado de Rosita, nos aseguramos de que no lo hubieran dejado heridas o cualquier cosa de este tipo.

-Les agradezco todo.-Nos dijo mientras tomaba su mochila.

-¿Porque te molestan?- Kagami sacudió un poco su ropa.

-Oh, no lo sé con certeza. Laila es la que no me quiere.

-Laila, eso explica mucho- comenté. Todas me miraron exigiendo una explicación- Laila es la del cuerpo bonito pero su persona es odiosa. Y tú, Rosita, eres bonita tanto por fuera como por dentro, es su envidia.

-¡Aah!- exclamaron todas.

--Bueno, no importa ya. Les agradezco de nuevo su ayuda.- Dicho esto Rosita saco una bolsa pequeña de tela.-¿Les gustan los dulces?- abrió aquella bolsa y nos mostró aquél tesoro.

Es sorprendente que en una bolsa pequeña entren tantos dulces. Una enorme variedad. Juleka y yo nos quedamos admiradas por otro lado a Kagami no parecía asombrarle aquello.

-Tengo dulces de todos los países.- Seguía sonriendo mientras Juleka y yo deleitábamos nuestro paladar con uno que otro dulce.-Toma uno Kagami.

Tsurugi la miró un par de segundos. Desvío su mirada y empezó a frotar su cabeza.

-Yo... Nunca he probado los dulces.

-¡¿Qué?!-Exclamamos las tres.

-¿Estas bromeando?-Dijo Rosita tirando sus dulces por el asombro.

-¿Es por tu mamá?-Pregunté.

Ella asintió con la cabeza.

-Considera innecesario los dulces. No aportan nada bueno para mí. Por eso mismo solo como lo "saludable y necesario" para mí desarrollo

-De acuerdo, eso ya suena muy exagerado.- Comenté- No has vivido. No tienes en si una vida.

-Lo sé. Pero no puedo oponerme a mi madre.

-¡En tal caso yo te mostraré todos los dulces posibles!-Exclamó Rosita emocionada mientras recogía  su bolsa.-¡Te mostraré desde los dulces hasta los picosos!

-¿Picoso?- Kagami pensó por un momento como seria el sabor de un dulce con picante entonces Rosita aprovecho e introdujo en la boca de ella un dulce.-¿Qué te parece?

Kagami hizo una mueca como si hubiera comido un limón con todo y cascara.

-¡Raro!- Sacudió su cabeza de un lado a otro. - Pero, debo admitir que tiene un sabor un poco agradable. Después de esa sensación de acidez hay un sabor muy rico.- Cambio su expresión. ahora mostraba un rostro de satisfacción.

Tomó la bolsa y saco mas dulces. Ni siquiera se tomó el tiempo para disfrutarlos, con forme se metía uno en la boca ya estaba preparando otro.

-¡Que delicia!

-Tranquila. Te puede hacer daño.-Comentó Juleka mientras trataba de quitarle la bolsa

Debo admitir que se me hizo raro ver a Kagami tan ¿Emocionada? por comer dulces. Más que comer los estaba devorando. En un momento nos vio, miró que las tres teníamos una expresión entre miedo y preocupación. Regreso la bolsa y se tranquilizó.

-Perdonen-Se inclinó y regreso a su expresión de siempre.-Es solo que me han limitado tanto que, no sé como actuar.

-Tranquila te entendemos.-Sonreí y la tomé del hombro. Ella trato de regresarme la sonrisa y, como es costumbre, lo hizo mostrando toda su dentadura. Juleka y yo reímos pero Rosita puso una cara como de 'Trauma' lo cual nos dio mas risa.

-Ah... De acuerdo-Comentó la rubia mientras desviaba su mirada.

-Oigan...-Traté de cambiar de tema. La situación era ahora rara para Rosita.-¿Les parece si vamos a dar una vuelta?

-¿Que tal si vamos a mi casa?- Preguntó Kagami.-Mi casa está sola y podemos estar tranquilas.

Todas estuvimos de acuerdo. 

Tomó su celular y marcó.

- Sebastian. Por favor ven a recogerme, estoy con unas amigas... Si... Dile a Alejandra que prepare bocadillos... De acuerdo, Gracias.-Colgó. 

Esperamos unos cuantos minutos y llegaron a recogernos. De camino platicabamos,  bueno mas bien  Juleka y Rosita platicaban mientras Kagami y yo solo escuchabamos su conversación.

-¿Estás segura que quieres llevarnos a tu casa?-Susurre para no incomodar a las dos chicas.

-Si. ¿Por que no?

-Pues apenas nos conoces.

-Son mis amigas, les tengo confianza.

¡Santo Cielo! Tengo miedo de esa forma de ver las cosas por parte de ella. Solo porque le hablamos bonito ya nos considera amigas sin ni siquiera conocernos. No sé si esto sea bueno o malo. Me asusta lo que pueda pasar en un futuro, y no refiriéndonos a las amistad si no en el amor. El día de mañana que llegue un patán sé que ella no logrará verlo ¿Qué sera se ella? Es demasiado inocente pero, igual sé que es alguien fuerte, madura. Dios mio, dos días de conocerla y me he encariñado con ella bastante, creo que la comprendo hasta cierto punto.

Llegamos a la casa de Kagami, bajamos del auto y entramos. La señora que vi en las fotos, Alejandra, nos esperaba en la entrada de la sala, al vernos corrió a abrazarnos.

-¡Que emoción!- Nos tomó a las cuatro al mismo tiempo.- ¡No fue mala idea ir a la escuela!

Juleka y Rosita no entendían a que se refería y creo que por ahora eso era bueno. Nos sentamos y nos llevaron unos postres y bebidas. Platicamos de diversas cosas. Bueno, en si le hablábamos a Kagami de cosas que creíamos no había vivido o disfrutado en su vida.

Así continuamos unas horas. Faltaba aproximadamente media hora para irme a casa, suponiendo que salia de la escuela,recibí un mensaje de texto, era mi madre.

-"¿Estás bien? ¿Ya mero vienes?"- ¿A qué se debían estas preguntas?. Comencé a escribir una respuesta. -"Si madre. ¿Pasa algo?"

Espere  unos minutos y me respondió :

-"Nada grave... Solo, atacaron la panadería" ¡¿Qué?!- No pude evitar alarmarme y me levante de golpe provocando que mis amigas callaran y dirigieran su mirada hacia mi.

-¿Qué ocurre?-Kagami se levanto y me tomó de la mano.

-Atacaron la panadería de mis padres...

-¡No puede ser!- Rosita también se levanto y me abrazo.-Lo siento tanto.

-Vamos rápido.-Todas tomaron su cosas y salimos en dirección a mi casa.

Debido a lo que dije llegamos rápidamente a mi hogar. Todo era un desastre; las ventanas rotas, la puerta derribada, algunas paredes tenían agujeros, y los estantes estaban tirados y algunos rotos. Mis padres estaban afuera de la misma viendo el caos . Al verme corrieron a abrazarme. 

-¿Estas bien 'Mane'?- Mane era mi apodo desde que era pequeña.

-Si padre. Pero...-Mi papá me entrego una nota. La leí:

-"Te vas o no respondemos. Cuídate, Maritonta."- Creo saber quien o quienes hicieron esto. Voltee y me dirigí a Kagami, le entregue la nota.

-Pagaran por esto. 

Entramos a la panadería para ver con mas exactitud la gravedad del asunto. ¡Demonios! Todo había sido provocado por piedras, rocas. La mayoría tenia una nota agregada, todas esas notas eran amenazas. Agradecí que lo sucedido ocurrió en un momento en que mis padres no estaban. Las consecuencias hubieran sido peores.

-Esas tipas están locas. -Tsurugi me miró.- Exageran demasiado por un titulo de "poder"

-Siempre han sido así. Les gusta sentirse superior y  lastimar a todos, pero cuando alguien las reta terminan dañandolo mas.

Mis nuevas amigas, Juleka y Rosita, se acercaron más.

-Te ayudaremos Marinette.- Comentó la rubia.

-Si Mari. Hablaré con mi padre sobre esto, él no dudará en ayudarte.

Fue lindo. Ahora entiendo porque Kagami confío en ellas inmediatamente, en realidad eran buenas personas. Las abrace como forma de agradecimiento. No sé, pero sentí que me miraban, dirigí mi mirada a la calle y entonces lo vi, una figura que se cubría completamente.  Me separe de mis amigas y me dirigí a aquella figura. Ésta comenzó a huir.

-¿A donde vas?- Preguntó Kagami mientras me alcanzaba.

-Creo que aquí están todavía.-Señale aquella persona que había notado.


A través de su miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora