III

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CAPITULO III

Ya no llevo a cuenta de cuantos shots y cuantas cervezas me he tomado pero la verdad creo que son muchas, al por fin encontrar la puerta de un baño después de abrir muchas habitaciones y encontrar pareja en situaciones comprometedoras puedo entrar a descargar mi pobre vejiga la verdad pensé que se me iba a estallar, cuando sali de este escuche una voz conocida que se encontraba en la habitación de al lado así que me asome solo para saber si todo se encontraba bien, al empezar a abrir la puerta pude ver ropa por el piso y una camisa llamo mi atención pues era la que tenía hoy Alan seguí abriendo y pude ver el comienzo de una cama, cada vez que veía mejor mi corazón se aceleraba, mis ojos se llenaban de lágrimas, mi respiración al igual que mis piernas empezaron a fallar.

Con mucho cuidado me dirigí a el swich de la luz y al encenderlo todo mi mundo se vino abajo, como se sentirían ustedes al ver lo que mis pobres ojos ven la verdad les aseguro que nada bien, en la cama se encontraba Alan el único novio que a mis 16 años he tenido y no solo eso, sino que sobre él se encuentra la que creí mi mejor amiga de toda la vida.

- Si más Alan, más duro- dijo Laura mientras saltaba sobre él.

- No sabes cuánto me encanta esto- contesto el mientras llevaba sus manos a los pechos de Laura y los apretaba fuertemente.

- Eres el mejor- dijo ella abriendo los ojos y dándose cuenta de que la luz estaba encendida, sin dejar de moverse sobre el que creía mi novio volteo a verme.

En vez de poner cara de preocupación sonrió maliciosa y continuo con su trabajo.

- Pobre Juliana no está bien lo que le estamos haciendo- dijo ella mientras seguía mirándome.

- Es una inútil no sirvió ni para darme un buen polvo, lo mejor es que es tan inútil que ni a sus hermanos les dijo algo así que eso facilitan las cosas- dijo él.

- Sabes me alegra no haberme acostado contigo- dije ocasionado que el abriera abruptamente los ojos y quedara pálido, pude ver como se separaba bruscamente de Laura y se ponía de pie completamente desnudo cosa que un que por dentro me estuviera muriendo de dolor logro sacarme una pequeña sonrisa.

- Juli – dijo el acercándose.

- No te me acerques sigue con lo que estabas haciendo- dije y volteé a ver a mi supuesta mejor amiga – sabía que te impresionabas con cosas pequeñas, pero de ahí a que eso te de placer se me hace terrible- dije apuntándole a la hombría de Alan.

La verdad es que para que estuviera completamente excitado un chito era más grande, sin esperas respuesta Sali de la habitación, baje las escaleras y busque a mi hermano Gabriel el cual gracias a Dios aún no se ha ido.

- Hermanito me podrías llevar a la casa – dije cundo me encontré frente a él.

- Claro vamos, pero estas bien y donde esta Laura – dijo él y sentí un pinchazo en el pecho.

- Ella se ira con Alan así que no hay problema vámonos - dije tomándolo de la mano y arrastrándolo hacia la salida.

Al encontrarnos afuera un suspiro se escapó de lo más profundo de mi ser, llegamos a el auto y emprendimos viaje a la casa lo bueno es que en todo el corto recorrido ninguno dijo nada.

- Ju te encuentras bien – me pregunto mi hermano mayor.

- Si hermanito, solo un poco cansada nada mas- dije yo dándole una sonrisa, pero creo que me salió más una mueca.

- No te creo, pero no voy a insistir sabes que estamos para ti no importa el que – dijo el mientras me abrazaba.

- Lo se muchas gracias nos vemos mañana voy a descansar- dije separándome de él y entrando a mi habitación pues en toda la conversación ingresamos a la casa.

Al entrar decido darme un baño y ponerme mi pijama, al acostarme en la cama todo el recuerdo de hoy vienen a mi mente, no les ha pasado que su cama es su más fiel compañera y su mejor psicóloga, pues a mí sí.

Una gran opresión se instala en mi pecho, siento como cada célula de mi cuerpo duele pero no es un dolor exterior es un dolor interior, siento como mi corazón se rompe en mil pedazos y gruesas lagrimas ruedan por mis mejillas, pero cada vez que más salen más duele es un dolor que nunca había sentido y por fin entiendo cuando dicen que una traición duele mucho, lo gracioso de la situación es que nunca me había fijado en un chico y en el primero que lo hago es el primero que tenía que jugar conmigo que estúpida no creen.














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Hola chicas aquí el tercer capitulo espero les guste.

Voten y comenten.

Juliana - 3 parte princesa de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora