XXXVII

425 26 1
                                    

CAPITULO XXXVII

- Yo también me pienso hacer el examen- dijo Julián.

- Gracias –

- Y yo – dijo el pequeño Edwin.

- Y yo- dijeron al tiempo mi tío y Gabriel.

- Enserio muchas gracias- dije y me senté – sé que tenemos que hablar de lo que paso, pero esperemos a llegar a cas allí hablaremos con padre- dije seria.

- Está bien hija – dijo madre.

- Donde está la abuela – pregunte viendo que ni ella ni el abuelo estaban.

- Se encuentran con tu padre, pues este al saber lo que paso con tus hermanos corrió a los brazos de su madre – dijo mi madre un poco fría.

- Usted es la esposa del señor Will Rojas – dijo la enfermera

- Si señora – me miro raro de pronto es por ser tan jóvenes.

- Sígame por favor para hacerle la prueba- dijo

- Bueno, pero ellos también se van a hacer la prueba – dije señalándolos ella miro a Edwin.

- Familiares de Ángel D'agostino – dijo un médico que salió de no sé dónde.

- Nosotros- dijo madre poniéndose de pie.

- Necesitamos una transfusión de sangre el perdió mucha y no tenemos de ese tipo de sangre en este momento - dijo mirando a Edwin ya que es muy parecido a Ángel.

- Soy su gemelo- dijo el

- Mucho mejor, ven conmigo – dijo el doctor cogiendo el brazo de mi hermano y salió corriendo prácticamente.

- Bueno vamos – dijo la enfermera y nos guio a una habitación un una camilla y un escritorio.

Uno a uno nos fue sacando sangre para llenar un tubo y nos dijo que en un momento estarían los resultados.

Llevábamos como 10 minutos esperando junto con los demás pacientes y familiares pues aun estábamos en la sala de espera cuando veo que viene un hombre bien vestido hacia nosotros.

- Juliana hija hace mucho que no te veía como esta mi hijo – dijo el señor Carlo Rojas, padre de Will y mi suegro.

- Papá – dije parándome y abrazándolo, cuando lo conocí el me pidió que le dijera papá o padre ya que el siempre quiso tener una hija y pues su esposa murió en el parto de su hija que a las pocas horas de haber nacido también murió desde entonces son ellos 2.

- Que pasa hija cuando supe que un D'agostino estaba aquí supe que era de tu familia – dijo el

- Si señor es mi hermano menor, pero Will- dije y rompí en llanto nuevamente no sé por qué estoy tan llorona últimamente.

- Que paso con mi hijo – pregunto el señor mirándome fijamente a los ojos.

- En este momento lo están operando recibió un disparo muy cerca al corazón –

- Por dios – dijo el

- Ya nos hicimos las pruebas para donar sangre – dije tratando de controlarme sé que él no puede estar muy estresado.

- Por esta maldita enfermedad yo no puedo – dijo el volviendo a abrazarme, el señor Carlos sufre de diabetes tipo 2 por eso él no puede donar sangre.

- El estará bien – dije dándole fuerza al igual que él lo hace conmigo.

- Por favor vengan conmigo vamos a una sala más privada, además si están operando a mi hijo como a tu hermano deben de estar en el 3 piso vamos yo les avisare a los médicos y enfermeras. -

Lo seguimos hasta el elevador y de ahí fuimos al 3 piso cuando llegamos a este caminamos un poco hasta esta en una sala llena de sofás.

- Esta es la sala de descanso, pero por el momento va a ser para ustedes está bien voy a avisar a los doctores, cualquier cosa mi oficina está en el 5 piso o me puedes llamar- dijo Carlos.

- Está bien papá muchas gracias – me dio un beso en la frente y salió.

Mi familia que no habían dicho nada me veían raro.

- Él es el padre de Will – dije dando a entender que no quería dar explicaciones. A los pocos minutos de que Carlos salió llego una enfermera y pidió hablar conmigo.

- Señora usted no puede donar sangre – dijo

- Y eso porque – pregunte

- Usted tiene 4 semanas de gestación motivo por el cual no puede donar – dijo y en mi rostro apareció una sonrisa gestación, embarazo, un hijo de Will y mío.

- Quien de mi familia puede donar – le pregunte.

- El señor Julián, si gusta puede ir a infórmale y en unos momentos la alcanzo – dijo

- Bueno, muchas gracias – dije y Sali rumbo donde se encontraba mi familia

- Que te dijeron – pregunto madre.

- No puedo darle de mi sangre el único que puede el Julián – dije mirando a mi hermano el cual asintió se puso de pie y salió justo cuando la enfermera llegaba.

Llevamos y más de 3 horas sin razón de ninguno de los dos mis hermanos volvieron una hora después de que Julián saliera, al parecer Edwin se desmallo después de que le sacaron sangre y lo tuvieron un tiempo más en la camilla mientras se recuperaba, Carlos ha pasado cada cierto tiempo a ver como estoy y que nos han dicho, mi abuela y abuelo llegaron hace poco con algo de comida para todos y aun que no quiero comer tengo que hacerlo por la personita que llevo dentro de mí.




🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹

HOLA CHICAS ESPERO QUE ESTA HISTORIA SEA DE SU AGRADO, GRACIAS POR APOYARME.

VOTEN Y COMENTEN.

Juliana - 3 parte princesa de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora