XVI

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CAPITULO XVI

- A quien Juli dinos – dijo James el cual estaba a mi otro lado.

- Mi padrino – dije muy suave pues sentí como la fuerza abandonaba mi cuerpo y caía en un limbo.

- Juli, despierta – escuchaba, pero no podía abrir mis ojos, pero un olor muy fuerte logro sacarme de mi sueño.

- Ya despertó – hoy la voz de Rosio.

- Hola, como estas- dijo el mayor Rojas a mi lado.

- Bien creo, no recuerdo que paso- dije, pero era mentira me acordaba de todo.

- Mi niña, tu madre quiere hablar contigo por teléfono, por lo que paso los altos mandos me permitieron que hablaras con ella- dijo mi madrina.

Yo simplemente asentí y vi como tomaba su celular, marcaba algo y se lo llevaba a la oreja, después de unos segundos comenzó a hablar y después me lo paso.

- Alo – dije con voz muy suave.

- Princesa ya me enteré lo que paso en verdad lo siento mucho, tu padre quiere que vuelvas para que estés segura además de que quiere que estés para el entierro de tu padrino- al decir eso escuche voces detrás de ella.

- Estas con todos mamá- pregunte.

- Si estamos esperando que nos entreguen el cuerpo – dijo ella con voz entrecortada.

- Ponlo en altavoz- dije.

- Listo te oyen – dijo ella.

- Hola – dije triste.

- Hola - se escuchó un gran coro.

- Solo quiero decirles que no pienso volver si no dentro de 2 años para ir a la universidad- dije y al otro lado solo hubo silencio- abuela- dije triste.

- Dime – dijo ella con voz ronca se nota que ha estado llorando.

- Sé que tú eres la encargada de mi padrino al ser la tía, por eso te pido que no lo entierres quiero que por favor lo cremes y me mandes las cenizas, las quiero tener a mi lado hasta que decida qué hacer con ellas- dije llorando nuevamente, viendo como mi madrina y Rosio que se encontraban abrazadas también lloraban, mientras que a mi lado se encontraba el mayo Rojas el cual al verme llorar no dudo en envolverme en un fuerte abrazo.

- Tú no puedes – escuché la voz de padre, en ese momento puse el celular en altavoz para escuchar mejor, pues el llanto no me lo permitía muy bien que digamos.

- Cállate Damián – se escuchó la voz de mi madre.

- Pero es mi primo y será enterrado al lado de su padre – dijo el mucho más fuerte, pero yo lo interrumpí.

- No, tú no tienes ningún derecho por tu culpa casi matan a mis hermanos, por tu culpa mi padrino murió, por tu culpa casi matan a mi mayor y por tu culpa tuve que matar a 6 hombres.- dije y al otro lado se escuchó una exclamación de sorpresa – hace poco más de 1 mes te dije que nos sacaras de ese mundo de porquería, no quisiste así que te atienes a las consecuencias, tengo entendido por lo poco que me dijo mi padrino el día que viaje que soy su única heredera, así que mientras vuelvo- hice una pausa para quitar mis lágrimas – Gabriel – dije.

- Dime princesa – al oír la voz de mi hermano sentí como el cuerpo del mayor se tensaba pues aún me tenía abrazada a él.

- Hermanito, por favor ayúdame con todos los negocios yo aún no se nada y se lo pediría a padre, pero no quiero saber de él no por el momento- dije.

- Pero linda aún no sabemos lo que el tío tenia – dijo él y es verdad.

- Solo sé que tiene el aeropuerto, creo que en estos días el abogado se comunicara conmigo, por lo que me dijo una vez que hablamos él está aquí en Rusia ya que el vino un tiempo para asegurarse de que mi madrina estuviera bien – dije seriamente.

- Muy bien así será linda – dijo mi abuelo.

- Abuelito – dije y mi voz se volvió a romper y comencé a llorar, pero el mayor me seguía abrazando.

- Mi nieta bella, no llores linda te acuerdas de lo que decía tu padrino – dije y negué no sé por qué si él no me ve.

- No – dije

- Él siempre decía- dijo el pero la voz de padre y del tío Daniel lo interrumpió.

- Cuando mi alma se valla de este mundo y simplemente quede mi cuerpo, no me lloren, tampoco vistan de luto, todo lo contrario, rían, canten y bailen pues yo estaré feliz de ir al más haya con mi familia, no les pido que se olviden de mi solo recuerden que los voy a estar esperando del otro lado – terminaron de decir y se escucharon sus sollozos.

- Chicos aun me da miedo que hablen al tiempo- dijo mi tía Linda logrando que riéramos.

- Muy bien, no voy a llorar más, los amo y no olviden poner la canción que tanto le gustaba a mi padrino, hablamos después – dije y colgué.

- Estas bien – dijo el mayor Rojas muy cerca de mí.

- Si señor – dije y pude sentir como mis mejillas se volvían rojas.

- Juliana – me llamo Rosio.

- Perdón sé que tú también tienes que estar muy afectada casi matan a tus ahijados – dije y se me olvidaba contarle Rosio es la madrina de los gemelos y el padrino es el tío Daniel.

- Tranquila, ello está bien gracias a él, además por la muerte de una familiar llora cualquier militar – dijo ella con una sonrisa triste.

- Madrina – la llame, pero ella aun lloraba.

- Yo lo siento en verdad no puedo dejar de llorar él era como mi hermano, crecimos juntos, cuando paso lo de Bianca y Dylan estuvo a mi lado, cuando paso lo de tu nacimiento- dijo y comenzó a llorar más – el después vino para asegurarse de que estuviera bien, cuando murió Ángel, el volvió y se quedó conmigo por eso casi nunca lo veías desde ese día – dijo ella llorando cada vez más fuerte.

- Tranquila, aunque se fue lo recordaremos aquí – dije tocando mi cabeza – y en especial aquí – dije tocando la parte de mi corazón.













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Hola chicas aquí otro capitulo espero les guste.

Voten y comenten.

Juliana - 3 parte princesa de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora