IV

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CAPITULO IV

De tanto llorar me debí quedar dormida la verdad en este momento tengo un gran dolor de cabeza y me arden los ojos, me intento mover, pero no puedo hay un fuerte brazo sobre mí, giro para ver de quien se trata y me encuentro con mi mellizo el cual al sentir mi movimiento se despierta.

- Como estas princesa – dijo el abrazándome fuerte mente, el cual recibí gustosa pues esto es lo que me hacía falta.

- Bien gracias pero que haces aquí – dije yo.

- La verdad anoche o esta madrugada no estoy seguro, cuando llegue escuche tus sollozos así que me asome y vi que te encontrabas dormida y llorabas así que decidí acostarme contigo y tratar de calmarte, así como cuando éramos niños- dijo y me regalo una gran sonrisa.

- Gracias, creo que era por un muy mal seño que tuve anoche- le dije dedicándole una sonrisa.

- Bueno princesa, si me disculpas tu príncipe se tiene que ir dar un baño pues hoy nuestro padre no llevara a cazar con nuestros primos y tíos- dijo el mientras se levantaba de la cama, me dio un beso en la frente y salió.

Yo también me dirigí a bañarme, ya estando en la ducha los recuerdos de anoche se vinieron a mi mente y nuevamente comencé a llorar, esto duele mucho la verdad nunca había sentido un dolor tan grande, cuando sali de la duche me dirigí a el closet a sacar ropa que ponerme.

Al buscar una blusa encontré el reglo que me dio mi Madrina ayer, me quede mirándolo y decidí buscar sobre esa base militar por internet, al encontrarla quede fascinada pues tenía muchas cosas buenas, era muy grande y lo mejor de todo es que tenía abierta las inscripciones así que sin pensarlo mucho me inscribí, al terminar decía que en unos días llegaría la respuesta de si fui elegida así que deje mi computador sobre la cama y sali a desayunar con mi familia.

Dirán pero no se supone que anoche tomaste y estuviste despierta hasta tarde, pues les diré que si pero digamos que hay ventajas en la genética creo pues por lo que mi madre me ha contado de la oca familia de ella que conoció, en ellos no se notaban si estaban borrachos o sobrios pues tomaban mucho pero siempre estaban igual así que creo que por esa parte sacamos una muy buena resistencia a las bebidas alcohólicas aun que la única que si nos afecta mucho tanto a mis hermanos y a mi es el Ron, bueno y lo de madrugar la verdad papá desde pequeños nos a echo levantar muy temprano por eso es que no importa todo lo que trasnochemos o incluso si no dormimos somos muy resistentes, pero claro todo esto tiene un secreto y es que a todos nos fascina el café, si algún día me ven a mi o alguno de mis hermanos de mal genio denos un café y quedamos como nuevos.

La verdad ahora que lo pienso en mi casa muy rara vez tomamos chocolate o te, normalmente siempre tomamos café, creo que somos adictos a la cafeína. Al llegar a el comedor me di cuenta de que todos están sentados esperando por mí.

- Buenos días familia perdonen le demora- dije regalándoles a toda una sonrisa.

- No te preocupes – dijo la voz de Alan el cual hasta el momento veo que esta frente a mí, sentí como todo el aire abandonaba mis pulmones y una gran punzada de doler me llegaba directo al corazón.

- Hija tu café lo deseas con azúcar – dijo mi madre.

- No, por favor con un poquito de leche, que quedé bien cargado- dije sonriéndole.

- Nunca voy a entender esa fascinación de los 5 hermanos en tomar café- dijo la voz de Laura la cual se encontraba al lado de Alan sonriéndome maliciosamente, había olvidado por completo que ellos pasarían aquí la noche.

- Digamos que es una especie de energizante – dije yo restándole importancia.

- Madre y la tía Sofía- pregunto uno de mis hermanos menores, la verdad ellos son un poco difíciles de distinguir lo único que ayuda es que uno tiene un pequeño lunar en el parpado derecho si no serían exactamente iguales.

- Hijo ella se fue ayer tenía que volver a la academia ya que empezaron a recibir las nuevas inscripciones- dijo mi padre, el cual no ha sido capaz de mirarme pues al parecer lo que le dije ayer aún le afecta.

- Hola familia – dicen 4 voces a coro, al voltear a ver puedo distinguir a mis primos, mi tío Daniel y a mi padrino.

- Hola – dijimos todos en unisón.

- Están listos para ir de cacería- dijo mi padrino mirándome fijamente a mí, sé que me tiene que decir algo.

- Si –gritaron los gemelos parándose de la mesa ocasionando que una taza cayera al piso y madre los regañara.

- Ustedes 2 se vuelven a sentar y se comen todo, luego se van a levantar y a limpiar el desastre que han hecho – dijo ella muy seriamente.

- Papi – dijeron mis hermanos haciendo cara de perrito mojado, padre iba a hablar, pero se dio cuenta de que madre estaba mirándolo muy mal así que prefirió seguir tomando su café.

- Familia, tengo algo importante que decirles- dije mirando a toda mi familia.

- Claro habla hija – dijo padre viéndome por primera vez.

- La verdad quiero decírselos en privado – dije mirando a los 2 que no tenían nada que ver en esto.

- Ya entendí, mejor me voy nos vemos chicos- dijo Alan parándose.

- Espera me voy contigo – dijo Laura repitiendo la acción del anterior, al escuchar que la puerta principal fue cerrada decidí hablar.






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HOLA CHICAS AQUÍ OTRO CAPITULO ESPERO LES GUSTE.

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Juliana - 3 parte princesa de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora