Un Gabite finalmente consigue evolucionar bajo el cuidado de su exigente entrenador, sin embargo este comienza a actuar de manera extraña una vez que está a solas con su Garchomp.
/Advertencia, contenido explícito./ /Yaoi/ /HumanoxPokemon/
Un resplandor envuelve el cuerpo de Gabite, el pokémon comienza a cambiar su aspecto, su tamaño aumenta drásticamente, su piel se muestra más oscura y sus aletas se desarrollan de tal forma que incluso lucen afiladas, lentamente el brillo se atenua revelando la figura de un imponente Garchomp.
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-oh... asi que finalmente ha sucedido... he estado esperando bastante a poder verte de esta forma.
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-entrenar, pelear, esas cosas no son lo mío pero creo que ha valido la pena. -Mencionó Ryan con una sonrisa un tanto extraña en su rostro.
-déjame echarte un vistazo más de cerca.
El siempre obediente pokémon avanzó un par de pasos hasta encontrarse de frente a su entrenador, la diferencia de estatura era evidente tanto que Ryan debía alzar bastante la vista para poder ver los ojos de Garchomp.
Puso sus manos en el firme pecho de Garchomp, la áspera superficie no le causaba lesiones ya que asi lo había decidido el Dragón.
-vaya, tu cuerpo si que se ha vuelto bastante fuerte, no dudaría en que fueses capaz de destrozar pedruscos gigantes con ayuda de tus brazos ahora.
Garchomp veía a su entrenador algo confundido, el chico seguía inspeccionando el cuerpo de su pokémon cuidadosamente, bajando por su abdomen hasta llegar al vientre bajo, en ese momento Garchomp tragó algo de saliva.
-sabes debería revisarte aquí también, me da algo de curiosidad saber si está parte tuya ha cambiado de alguna manera, aunque no lo he visto antes de todos modos.
Garchomp trató de retroceder un paso pero la voz de Ryan lo interrumpió. -oye, no te muevas. Se obediente y enseñame lo que llevas allí debajo.
Sin más opción el pokémon permaneció inmóvil, desde que era un Gible jamás desobedecío una orden de su entrenador por lo que ahora hacerlo era inconcebible.
-¿cómo tengo que hacer para que salga?, al parecer está escondido.
Puso sus manos en la entrepierna de Garchomp, si bien esa zona era ligeramente abultada sus partes no sobresalian como las de cualquier otro reptil. Usando uno de sus pulgares comenzó a masajear el lugar buscando señales de alguna apertura, luego de un instante comenzó a abrirse una línea en la superficie, el interior era de un tono rosa claro y se encontraba algo húmedo.
