—¡¿Puedo saber cómo entraste y que haces aquí?!—Mina exigía respuestas.
—Cálmate, Minari — pedía levantándose del sofá de la oficina. —Solo estaba por aquí cerca y decidí pasar para hablar. —
—Después que desperté y no te encontré en ninguna parte del departamento… —decía Mina dejando su bolso en el escritorio y recostándose sobre él. —¿Chaeyoung dónde estabas? — pregunto de brazos cruzados.
—Si, lo se y lo siento Minari. —hablaba Chaeyoung con sinceridad. —Solo que tuve que salir temprano, estoy buscando departamentos. Recuerdas. —
—Porque tan temprano? ¿No podías simplemente avisar? —
—No lo pensé Minari lo siento… —Chaeyoung se acercaba cada vez mas a la japonesa que aun se encontraba recostada en la parte delantera del escritorio frente a la baja. —Solo que sabes que quiero hacer las cosas bien… quiero hacer las cosas bien contigo y… —
—Y-y que Chaeyoung? — pregunto algo nerviosa por la cercanía de la baja. — Sabes que después de lo de Jennie, ando preocupada no sé si también vaya a encontrar solo un zapato tuyo por hay y no saber mas de ti… y… y no saber si te han hecho daño… o si…—
Mina fue interrumpida por los labios de Chaeyoung sobre los de ella. Al principio no supo que estaba pasando, cuando entro en cuenta solo cerro poco a poco sus ojos y sus labios comenzaron a ceder al beso. Un beso tierno en el cual se decían todo lo que se extrañaban, todo lo que se necesitan una a la otra en esos momentos.
Se separaron por falta de aire, unieron sus frentes y mientras sus pechos subían y bajaban con desesperación buscando estabilidad, Chaeyoung fue la primera en romper el silencio.
—Lo siento… — dijo con una mano abrazando la cintura de Mina, y con la otra acariciando la mejilla de esta. —Prometo ir todos los días a vert… —
—Quédate conmigo… — interrumpió Mina abrazándose a la baja — P-puedes dormir en el dormitorio conmigo. —
—Esta bien Minari —no iba a contradecir a la japonesa, si la japonesa necesitaba de ella, ella iba a hacer lo que fuese por la japonesa. —Aquí voy a estar siempre para ti. —
Tailandia
Jennie despertaba poco a poco por la luz del día que ya pegaba en su rostro. Después de rascar sus ojitos gatunos como una niña pequeña, abrió sus ojos. Notando un brazo que la abrazaba, iba a darse la vuelta para ver de quien se trataba, pero aquella persona al sentir sus movimientos la presiono mas hacia su cuerpo. Jennie en ese momento no sabía que hacer, sentía la calidez de la rubia, sentía su aroma, incluso juro ver de reojo su cabello rubio. Pero… pero había algo que no concordaba, sentía un bulto bastante grande clavándose en su trasero, “por suerte tengo una bata y ropa interior” pensó, porque con tremenda cosa clavándose justo en su trasero no quería ni pensar que pasaría si estuviera desnuda. Intento nuevamente soltarse, pero por cada intento de zafarse aquella persona detras de ella hacia mas presión y mas se unían sus cuerpos.
—L-lisa? —tenia que intentar de otra forma, ya no podía ahogar un gemido más. —L-lisa eres tú? — volvió a preguntar mientras que con una mano sacudía un poco el brazo que la sostenía.
—Hmm? — fue la única respuesta.
—Li... ¡Oh! ¡Dios! ¡Joder! —mordió su labio inferior, no pudo evitar jadear aquello pues el brazo que la abrazaba ahora acariciaba uno de sus pechos al mismo tiempo que el bulto hacia un poco de fricción en su trasero. —LISA! — grito como pudo.
Lisa despertó por fin, se levanto apollando su cuerpo sobre su codo. Jennie logro colocarse boca arriba para así mirar a Lisa. Jennie bajo la mirada buscando el causante de su casi orgasmo, sus ojos se abrieron como platos. Lisa siguió la línea de visión de la castaña.
—Y-yo… yo … yo… yo l-lo siento… lo siento… lo sien…—
—Lisa… —la interrumpió la castaña tomando una de las mejillas de la rubia con su mano y acariciándola para calmarla. —Esta bien no te preocupes, cálmate por favor — pidió en un tono dulce.
—N-no… no te doy asco? — pregunto agachando su cabeza.
—No Lisa, nada de ti me daría asco… —dijo logrando que la rubia la volviera a mirar — ¿Puedo preguntarte algo? —Lisa asintió. —El… —dijo señalando con su mirada el pene de Lisa aun contento —Y el tal “Gran” Limario del que tanto hablan aqui... —dijo destacando la palabra “Gran” —Tienen algo que ver el uno con el otro? —noto el sonrojo de la rubia.
—Eh… yo… bueno… mis… los muchachos le dicen a… a él… —nuevamente las miradas hacia el alegre pene de la rubia. —Le dicen así… ella... por… una vez Rosé lo vio, ella…yo pensé que no había nadie en casa…y salí a la cocina...sin...sin… y… y… ella lo nombro así. —logro finalizar. —L-lo siento… creo… creo que anoche tome de más… creo … creo que por eso… lo siento. —
—Esta bien Lisa no te preocupes… —Jennie acariciaba la mejilla de Lisa y miraban sus ojos una de la otra, un silencio cómodo se formo entre ambas e inconscientemente fueron acercando sus labios poco a poco hasta unir sus labios en un beso lento pero intenso.
Lisa paso su lengua por el labio inferior de la castaña pidiendo permiso para entrar a su boca, el cual fue cedido, ambos cuerpos comenzaron a calentarse. Lisa con una mano tomo uno de los pechos de la castaña masajeando y dando pequeños apretones. Sus respiraciones ya estaban agitadas. Jennie no aguanto mas y comenzó a bajar lentamente su mano. Primero acaricio el pecho de la rubia, luego bajo un poco mas hasta su abdomen marcado, rose que hizo suspirar a ambas. Un poco mas hasta tocar el elástico del boxer. Cuando…
—JENNIE!… —“Nam” susurraron ambas acertando. —Tengo hambre, todos están dormidos y Jin no me deja tocar la cocina. Puedes hacer algo de comer?! —
Ambas suspiraron.—Esta bien, Nam solo dame un momento. —
Lisa miro a Jennie con suplica en un puchero —Ya Lisa esta bien… —dijo aun acariciando la mejilla de la rubia —Creo que deberías ir a arreglar eso… —se moría por ser ella misma quien la ayudara —Yo tomare un baño para bajar a hacerles algo de comer me imagino que todos a parte de Nam, deben estar muriendo de resaca. —dicho esto se levantó y se dirigió hacia el baño.
En la cocina.
—Buenos días, Lisa… —saludo Nam sentado en un taburete —El desayuno que hizo tu novia huele muy bien. ——N-no… no es mi novia… —Lisa pudo notar un poco la reacción de Jennie, no supo si era enojo o tristeza, pero Lisa si quería que la castaña fuese algo mas.
—Si Nam, déjalas… —defendía Byul —Bueno Lisa, Buen día… — saludo —Y si, huele muy bien lo que hizo nuestra chic… Auch auch, duele! —Solar haciendo acto de presencia.
—No es tu chica! —soltó Lisa captando la atención de todos incluyendo la de Jennie. —Digo… —
—Ya, ya, dejen de molestarlas… —interrumpió Jin —Cariño te ayudo con esto —dijo a Jennie ayudándola a repartir el desayuno a todos ya en la mesa.
Sur Corea-Seul
“Muchas veces uno piensa que tiene el control de su vida, que es amo y señor de su destino y de pronto aparece algo o alguien que mueve todo su mundo y hace que empiece uno a perder el control”En un restaurante tomando el almuerzo se encontraban tres personas manteniendo una conversación agradable a la vez que se mantenían al tanto de la desaparición de Jennie, con preocupación en sus rostros. Por otro lado, había dos personas más poniéndose al tanto de sus vidas y trabajos.
Algo que estas cinco personas compartían en común eran aquellas mascaras con la que ocultaban sus secretos.

ESTÁS LEYENDO
Aquellos ojos felinos / Jenlisa g!p
Fiksi PenggemarJennie Kim una joven de 23 años, que a su corta edad a logrado ser una empresaria y modelo muy reconocida, entregada por completo a su trabajo. Gracias a su carácter frio y calculador a logrado muchas cosas en su empresa pues es una de las mejores...