Capítulo 12.

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Una semana después.

—Te voy a extrañar tanto —Sollocé en el hombro de Emily.

—Hey, volveré en nada, ni percatarás que me he ido —Me tendió una sonrisa cálida.

—No me dejes —Me limpié una lágrima.

Rió.

—Cuídate Scarlett —Y me abrazó por última vez, antes de salir corriendo.

—Adiós Em, —Susurré.

**
Decidí dar un paseo para aclarar mis pensamientos.

Era un día precioso, el viento chocaba contra la piel delicada de mi cara.

Y mis manos, en mi sudadera. Disfrutando la brisa y el frescor del viento.

Pasé al lado del cementerio y vi a alguien que me resultaba familiar.
Decidí entrar, el ambiente era tan escalofriante y muy silencioso. Pero lo encontraba muy tranquilo, con algunos trabajadores barriendo hojas y regando las plantas.

Me percaté de que estaba Matt, sujetando un racimo de flores, arrodillado sobre una tumba llorando.

—¿Matt? —Dije suavemente.

Se resaltó, dándose cuenta de que estaba ahí.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó,

—So-Solo estaba andando por aquí y te ví.

—Oh —Dijo agarrando las flores.

—Bueno, me voy entonces —Empecé a andar dirección a la salida.

—¡Espera! —Le escuché decir.

Me giré para quedar mirándole directamente.

—¿Sí?

—Quédate conmigo —Suplicó.

Me arrodillé junto a él.

—Ella es mi hermana —Murmuró.

—Matt, y-- .

—No, no digas "lo siento" o alguna de esas mierdas, por favor —Dijo.

Tragué saliva.

—V-Vale.

Leí lo que ponía en la lápida y lo inspeccioné con delicadeza. Hmm, 'Georgia Espinosa, 1998-2013' Había unos cuantos ramos de flores alrededor de la tumba. Rosas, margaritas, tulipanes. Había muchas rosas blancas que destacaban entre otras.

—¿Vienes aquí a menudo?

—Sí, todos los días después del instituto, y los fines de semana —. Echó un vistazo a su reloj — Como a esta hora.

—¿Y te sientas aquí y rezas?

—Sí, luego la cuento como ha ido mi día, sobre mis problemas. No se si podrás notarlo, pero éramos muy cercanos. Siempre solía hablar con ella, de mis problemas, sobre el instituto, de todo prácticamente. Cuando falleció, me dejó roto. Pero, después empecé a venir aquí. Yo sigo hablando con ella, ya sabes, ella sigue aquí, ¿verdad?

Por eso nunca veía a Matt cuando iba camino a mi casa después de salir de las clases.

Asentí.

—Ella siempre te echa un ojo, Matt.

—Siempre dejo flores, por que a ella le encantan las flores. Sobretodo las rosas blancas —Explicó.

—Es muy tierno por tu parte —Le sonreí.

Ahí fue cuando me di cuenta de que tenía un ojo morado.

Con cuidado pasé mi mano por el moretón.

—¿Lo han hecho de nuevo? —Pregunté con suavidad.

—Sí, esta vez no he podido evitarles, eso que lo suelo hacer —Me tomó por la muñeca.

—Necesitamos ir a por un poco de hielo —Dije, levantándome.

—¿Le puedo decir una última cosa? Será rápido.

—Claro, esperaré en la salida —Dije llendo.

Esperé unos minutos, miré un poco por encima de mi hombro, mirando que Matt estuviese bien.

—Bueno, bueno, bueno.. ¿Que tenemos por aquí?—Escuché una voz familiar decir.

Oh mierda.

broken ; matthew espinosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora