Malas semanas.

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Lunes por la mañana. Tara odiaba los lunes por la mañana. Pero este lunes era diferente, porque se había ido fuera el finde semana, y llevaba desde el viernes sin verlo.

Siguió andando por el pasillo del instituto, vió a lo lejos a Caleb, que la saludó con la mano y se alejó rápidamente dándole la espalda. Tenía la sensación que la llevaba un tiempo evitando, sólo quedaban para estudiar, y siempre en la biblioteca o alguna cafetería. Caleb se negaba siempre a ir a su casa, siempre ponía alguna excusa para quedar en algún sitio con más gente. No entendía qué problema tenía con el quedarse a solas. Eran amigos, ¿no?

-Hola, preciosa.-Sean se posicionó detrás de ella abrazándola por la espalda. La chica se dió la vuelta para saludarlo, y él la besó rápidamente en los labios.

-¡Sean!-Protestó la chica, que al instante enrojeció y miró hacia los lados. El chico rodeó sus hombros con su brazo derecho y comenzaron a andar.

-Me encanta cuando te pones vergonzosa, ¿sabes?

-Me lo recuerdas muy a menudo, ¿sabes?-El chico sonrió, y la besó en la cabeza.

-Bueno, dime. ¿Ya tienes el disfraz para el viernes?

-Todavía no sé de qué vestirme, Halloween no es una de mis fiestas preferidas, y odio disfrazarme, siempre voy ridícula...

-Te lo vas a pasar genial este año, ya verás. Y ya que soy tu novio, y tampoco he decidido de qué disfrazarme, ¿y si vamos esta tarde y elegimos un disfraz a juego?

-Vale, pero con una condición. Tenemos que llevar máscara. Se me da fatal pintarme la cara para estas cosas.

-Hecho.-Sean sonrió y le volvió a besar la cabeza.

° ° ° ° °

Caleb caminaba por el pasillo despreocupado, con su habitual paso calmado, y su pose observadora. Había visto pasar a Tara hace un rato, seguramente ahora estaría con Sean besuqueándose por algún rincón del instituto o hablando sobre lo adorables que eran mientras compartían un mismo batido con dos pajitas.

De lejos, vió a Jena y a Marcus discutiendo, Kat estaba con ellos, lo miró y le hizo un gesto con la mano para que se uniera a ellos.

-¡¿EN SERIO, MARCUS?!-Jena gritaba mientras torturaba a su novio con la mirada.

-Jena, ya te he dicho que no puedo hacer nada. Mis padres lo decidieron ayer y me obligan a ir.-Marcus intentaba agarrarla de los brazos para calmarla, pero ella se resistía.

-Tranquila fiera, ¿qué pasa?-Caleb se posicionó al lado de Jena, apoyando su brazo en los hombros de ella para calmarla.

-¿Que qué pasa? Que el cenutrio de mi novio me ha dejado tirada en Halloween, cuando ya tenemos los disfraces a juego comprados, y no se pueden cambiar. A parte que se supone que es la mejor noche del año, y ahora voy a estar sola. ¿Qué se supone que voy a hacer? ¿Le pido al friki que tengo por compañero de clase que se disfrace conmigo?

-Seguro que Caleb está encantado de disfrazarse contigo.-Aseguró Marcus, acercándose a ella.

-Es cierto, a Caleb le va mucho el rollo de baile de disfraces de Halloween en el instituto, sí.- ironizó Kat.

-Seguro que Cal ya tiene ligue para el viernes.-Dijo Jena, cabizbaja.

-¿Sabes qué, Jena? No tengo mejores planes para el viernes que ser tu... ¿De qué supone que vamos disfrazados?-Jena sonrió ampliamente y le dio un abrazo rápido.

-Ya lo verás, es una sorpresa.

° ° ° ° °

Cerró la taquilla y se frotó los ojos, no conseguía dormir nada desde hacía semanas. Se colgó la mochila en su hombro derecho y caminó por el pasillo.

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora