NamMin | ᴏɴᴇꜱʜᴏᴛꜱ

▪ꜱᴏʟᴏ ꜱᴇxᴏ₂▪

Dedicado a:
Joyyy_C0904 y Anitalabuerfana
Espero que les guste esta perte❤

Y también a ValiendoVergaal100 y Pachi_Kusakabe por apoyarme❤

Habian pasado dos semanas, y JiMin sentía haber perdido más de cinco kilos. Lo único que había comido era una sopa de fideos que le había traído su amigo TaeHyung, y lo único que hizo fue vomitarla apenas se había ido de su casa. Estaba cansado, le dolían las piernas y también se cabeza de tanto llorar, pero nada le importaba.

El timbre de su casa comenzó a sonar una y otra vez, aumentando su dolor, así que caminó lentamente para abrirla.

-¿NamJoon?

-JiMin... Oh Dios estás muy pálido, ¿puedo pasar? -JiMin negó, confundido.

-¿Que haces aquí? ¿Solo vienes a burlarte de mí?

-No JiMin. Lo siento mucho, yo... estoy muy arrepentido y me di cuenta de porque solo te necesitaba a ti. Te amo, JiMin, siempre lo he hecho, solo que fui lo suficientemente estúpido, y me di cuenta muy tarde- comenzó a acercarse a JiMin, mientras este retrocedía -¿Me perdonas?

-No hay nada que perdonar porque te he perdonado hace mucho, NamJoon, pero no te quiero cerca por ahora.

-Está bien, pero solo déjame cuidarte.

JiMin asintió y lo dejó entrar.
La última vez en la que NamJoon había estado dentro, había sido para follar, y había notado lo Bonita que era la casa del más bajo. Las paredes eran amarillas y las cortinas blancas, y habían flores reales en los floreros, pero ahora se veía tan distinta. Las cortinas eran más opacas y las flores estaban marchitas.

Primero se dirigió hacia las cortinas y las abrió, dejando entrar la luz del sol, y luego tomó las flores y las desecho en el cesto de basura.

-¿Por que haces esto? ¿Por que ahora?-preguntó JiMin, llorando.

-Porque te amo, JiMinie, y espero que en algún momento aceptes ser mi novio, y luego mi esposo- susurro sobre los mechones de cabello de JiMin, abrazandolo fuertemente, mientras el otro sollozaba en su pecho.

Durante los próximos días NamJoon lo había visitado, llevándole flores y comida casera, y besando su coronilla antes de irse.
Pero JiMin no solo quería eso, deseaba volver a tener la intimidad que antes tenían, así que caminó a su cuarto y se puso una sudadera de NamJoon, y se quedó sin ropa interior.

-JiMinie, llegué. Te traje algo que ha preparado mi mamá y-oh Joder.

Casi se entraganta al ver a su chico siendo tan atrevido, sus muslos rebotaban suavemente por cada escalón que bajaba, y la sudadera danzaba de arriba hacia abajo, dejando ver recelosamente los testículos de Park.

-Buenos días, Joonie.

-Joder, buenísimos- gruñó, caminando hacia él, lanzándose hacia sus labios.

Comenzaron un beso rudo, mientras JiMin comenzaba a desabrochar la chaqueta de NamJoon, y este levantaba la sudadera que traía puesta JiMin, acariciando con libertad sus piernas, glúteos y cadera.
Sus encuentros siempre eran tan brutos y rápidos, pero a ninguno parecía molestarle.

-Te amo JiMin...

-Solo cállate y follame.

Ambos rieron y se lanzaron hacia el sillón. JiMin desabrochó el pantalón de NamJoon, y sin molestarse en quitarlos completamente, sacó el miembro de Kim rápidamente.

-Siempre tan larga y gorda, Joonie. Amo tu polla.

NamJoon empujó su cabeza hacia su pene, obligándolo a engullirlo casi completamente, y comenzó a sentir arcadas y algo de dolor en su mandíbula, pero haría cualquier cosa para complacerlo. Cuando en su boca se acumulo demasiada saliva, se alejó y la escupió sobre la polla de Kim, deseoso de enterrarse en ella hasta ya no poder tener otro orgasmo.

-Todavia no- gruñó -Primero quiero comerte el culo.

Oh como le encantaba aquello. Los besos negros de su -proximamente- novio eran fabulosos, así que sin rechistar se apoyó sobre sus codos, dejando su culo bien parado, listo para recibir la lengua de Kim.

-Oh mi Dios, eres tan bueno...

Kim sonrió entre sus nalgas, y dejó una gran mordida en una de ellas, haciendo gemir de placer.

-¿Te gusta así, príncipe? ¿O quieres que te folle duro? Puedo comerte el culo todo el día.

JiMin nego desesperado, inclinándose hacia atrás en busca de la gran polla del contrario -Follame duro y rico, Joonie. Lléname tan profundo como siempre lo has hecho.

Y NamJoon lo cumplió durante toda la noche, haciendo a JiMin tocar el cielo con sus pequeños dedos, mientras lo llenaba con su leche tan profundo como al pequeño le gustaba.

-Te amo, JiMin. Te amo tanto...-susurró mordisqueando el lóbulo de su oreja.

-También te amo, pero ya no follemos. A este paso me voy a quedar seco a los treinta.

NamJoon nego mientras carcajeaba, y recostó a Jimin sobre el.

-Bien, amor. Vamos a dormir.