NamMin | ᴏɴᴇꜱʜᴏᴛꜱ

▪ᴀʟɢᴏᴅᴏɴ ᴅᴇ ᴀᴢᴜᴄᴀʀ▪

Título: Algodón de azúcar.

-Toma, pequeño -el niño sonrió, tomando rápidamente el algodón de azúcar de color rosado que NamJoon le entregaba.

-Glashias, señor- pronuncio con dificultad, ya qué había empezado a comer, y corrió a sus padres.

NamJoon sonrió, sintiendo su pecho cálido. Ah, no había nada que le gustara más que vender dulces. La expresión de felicidad de los niños lo hacían feliz, le recordaba a su infancia, cuando soñaba con ser un "señor creador de dulces".

Sonrió, desviando un poco su mirada para ver a un costado, donde cuatro chicos venían caminando despacio, riendo por algo. Desvió la mirada otra vez, buscando azúcar para echar en la máquina, cuando un grito muy peculiar llamó su atención.

-¡Claro que no lo haré!

El grito venía de aquel grupo de chicos, donde un bajito peli rosa estaba completamente sonrojado, seguramente al darse cuenta de que estaba gritando.

-Hola- bajó rápidamente la mirada, encontrándose con una niña de baja estatura, despeinada y con ropa algo sucia -No sé si el dinero me alcanza, pero... ¿Cuánto sale eso?

Señaló el algodón de azúcar de tres colores: azul, rosa y amarillo. NamJoon volvió a mirarla, sonriendo.

-¿Cuánto dinero tienes?

La pequeña se encogió de hombros, sacando de su bolsillo unas cuentas monedas. Luego se paró sobre las puntas de sus pies para dejarlas sobre las manos del moreno.

-¿Es fucifiente? -preguntó agobiada, mientras arrugaba su camiseta rosa.

No alcanza...

-Claro que es suficiente, pequeña. ¿Pero sabes algo? Como fuiste muy amable, voy a regalarte este algodón de azúcar, y también estos dulces -sonrió, entregándole todo a la pequeña, incluyendo las monedas que le había entregado.

-¿¡De verdad!? -se asombró- ¡Usted es genial! ¡Muchas gracias, señor gigante!

Ella sonrió, dejando las cosas sobre el carrito, corriendo a NamJoon para abrazarlo.

-No hay problema, pequeña. ¿Cómo te llamas?

-Me llamo Lalisa, señor gigante. ¡Ahora JungKookie podrá comer dulces! ¡Muchas gracias!

NamJoon sonrió, viendo como la niña salía corriendo en busca de quien sabe qué, cuando escuchó un carraspeo.

-Umh... H-Hola... -era el peli rosa escandaloso.

-Buen día, ¿qué estás buscando?

-Yo... b-bueno... Quiero eso- señaló unas pequeñas bolitas de chocolate.

-Que tengas un buen día- se despidió luego de que le entregara el dinero, viendo como el más bajo se alejaba con la cabeza gacha -E-Espera...

-¿Sí?

-Mi nombre es NamJoon...- no sabía porque lo dijo, pero estaba seguro de que era una buena decisión.

-El mío e-es JiMin.

-Tres años después-

-¡Lisa, ven aquí!

-¡No puedes atraparme! ¡Soy muy rápida!

-¡Debes bañarte! ¿O quieres que llame a papá NamJoon?

-¡No, papi! Papá se enojará y me dejará sin dulces por una semana.

-Bueno, entonces busca a JungKook y los bañaré, cariño.

Luego de haberse conocido en aquel parque, ambos jóvenes cayeron enamorados. Después de dos años de novios, decidieron adoptar dos pequeños, pero se llegaron una gran sorpresa cuando entraron, se encontraron con aquella niña, que corrió a abrazar al más alto, preguntándole "¿Van a ser mis papis?", lo que logró hacerlos llorar de felicidad.

El amor en esa casa era algo realmente hermoso, cuando alguien lloraba, los demás lo consolaban, Y cuando alguien reía, todos se unían a las carcajadas.

-JiMinie, hermoso.

Sonrió al escuchar la voz de su marido a sus espaldas, girándose para darle un suave beso en los labios.

-Realmente estoy agotado, NamJoonie.

-Lo sé, precioso, pero ahora solo debemos bañarlos, y podremos ir a la cama.

-Quiero dormir por un año.

-Me gustaría, bebé. Pero solo si despierto a tu lado.

Ah... realmente eran felices.

Me gustó mucho escribir esto, y no quedó tan bien como me gustaría :/

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