—Te diré solo si tú me respondes algo - le dije luego de pensar unos segundos qué respondería
—¿Condiciones? Hm, me agradas. Bueno, tu dirás, ¿qué quieres saber?
—¿Qué piensas de Lina? - pregunté
—¿Lina Hawthorne? ¿Qué hay con ella? - cambió de postura y se sentó más derecho.
—No lo sé. Simplemente quiero saber, ¿qué piensas de ella?
—Bueno, es una chica linda... - se encogió de hombros.
—¿Solo eso?
—Pues, si... creo.
—Vamos, debes pensar algo más de ella. Ella tiene tiempo aquí, al igual qué tu.
—Si. Ambos tenemos el mismo tiempo, más o menos. Y bueno, es linda, atenta y amable. Sé que estudia Leyes. Y qué le va muy bien. Y le queda muy bien el verde.
—¡Guau! Pero sabes mas de lo que deberías.
—¿Querías saber no? - cuestionó
—Muy bien - levanté mis manos.
—Ahora, tu. ¿Qué piensas de Niall?
—¿De quién? - me hice qué no sabía.
—¡No me trates de loco! ¡O no te hagas la loca! - reí
—Bien, bien. ¿Qué pienso? Bueno, no lo se. Qué es una clase de idiota. ¿Me agrada? Por el momento no.
—Hm, ya. - asintió y terminó de comer su helado.
—¿Para qué querías saberlo? ¿Él te ha enviado?
—¿No le dirás a nadie? - asentí - Prometelo.
—Muy bien, lo prometo.
—Sí. Me ha mandado a preguntarte. Pero no te enojes, qué por eso te invité, me ha gustado comer contigo.
—Tranquilo. Y es un idiota, en lugar de tratarme bien, manda al mejor amigo. ¡Patético! - exclamé - Y gracias, también me la he pasado genial.
—¿Quieres irte ya? - asentí.
Louis pagó la cuenta del restaurant. Ofrecí a pagar mi parte pero él se negó y pagó todo. Luego salimos del restaurant y subimos a su super auto. Me puse el cinturon de seguridad, y él hizo lo mismo.
—¿Dónde has conseguido este auto? - le pregunté cuando nos detuvimos en un semáforo.
—Bueno, trabajo muy duro - él sonrió mirándome un segundo.
Reí entre dientes —No te creo.
—Creéme. Es cierto.
—¿Y de qué trabajas? ¿Traficas drogas en el campus?
—No. Entradas.
—¿Entradas? - pregunté
—Empecé, hace unos años. Niall, apenas entramos fue el mejor de la clase, y pues como era mi compañero de cuarto y todas las chicas lo querían y él quería a todas - giré mis ojos - ofrecía entradas para estar dos minutos con él, en la habitación. Los besaban y luego se iban.
—¿Cobrabas? ¿Él era parte de todo?
—Ajá. Le decía que cobraba 30 libras, y le daba 15. Pero en realidad cobraba 50 libras, por los dos minutos. Y pues, cuando Niall descubrió que no le pagaba lo suficiente, no lo quiso hacer más. Y comencé a vender entradas para conciertos exclusivos de una banda que hay en el campus; 150 libras.
ESTÁS LEYENDO
¿Puedo llamarle "amor"? » Niall Horan
Fanfic«Él es el típico idiota que trae como locas a todas las chicas del campus... Y puede que también a mí.» Portada hecha por: @ImCrushWithYou