Stay

09.

No entendía mucho de lo que estaba ocurriendo a su alrededor, no sabía qué era verdad y qué era mentira, tampoco conocía las voces que le hablaban a sus espaldas pero sí sabía que el dolor en su pecho era real al igual que sus ganas de llorar y de mandar todo al carajo.

Quería simplemente morir ahí mismo.
Sentía que no merecía estar vivo, mucho menos salir de ahí.

Quería quedarse.

— ¿Wonho? —susurró alguien detrás de él en un tono leve que tenía la intención de no asustar al ya alterado Wonho, quien al escucharlo se dio la vuelta— Wonho... —volvió a mencionar su nombre con un aire de alegría en su voz.

El mayor lo miraba fijamente, sin embargo cuando aquel chico quizo acercarse en busca de poder abrazar a su querido hermano, el mayor rápidamente tomó una gruesa rama del suelo y amenazó con golpear al menor con aquella improvisada arma.

La punzada en un costado le indicó que algo no estaba bien dentro de él y en general su cuerpo dolía cada vez más, si embargo, tal como le dijo el delgado, no podía confiarse de cualquiera que pronunciara aquel nombre.

— ¡¿Eres real?! —preguntó totalmente alterado y entre lágrimas mientras amenazaba con golpear a Kihyun que ni siquiera podía hablar a causa de los nervios— ¡Responde!

En aquel momento su amenaza se intensificó, sin embargo antes de que pudiera hacer algo como producto de su enfado, otra persona que no lograba reconocer llegó al lado del primer hombre y lo hizo retroceder rápidamente.

— ¡Por Dios, Wonho! —exclamó asustado— no hagas una tontería, claro que somos reales. ¡Estábamos buscándote!

Aquellas palabras hicieron eco en su cabeza, entonces miró a su alrededor y notó como más y más personas comenzaron a llegar hasta que hubo un buen grupo de ellos ahí. A unos cuantos pasos de él.

No se sentía intimidado por ellos, pero si a la defensiva y al contrario de lo que todos pensaron, su actitud se volvió más tosca, al menos hasta que uno de ellos tomó la palabra.

— Wonho... —le llamó— soy un médico rescatista, este es mi equipo... —los señaló— y estábamos buscándote desde que nos enteramos que estabas perdido. —al escuchar aquello el semblante de Wonho se relajó un poco pero no demasiado— Noto que estas herido y seguramente esto haya sido muy duro para ti... Queremos brindarte la mejor atención para que estés mejor, vamos a sacarte de aquí y por fin enviarte a casa...

¿Casa? Había olvidado hace tiempo de donde era, con quien vivía y a quienes conocía. Esas palabras no lo alentaban.

— ¿Cómo sabe mi nombre? —preguntó aún alterado— ¿como sabe cual es mi... Casa? —su molestia aumentaba sin siquiera saber por qué— ¿Quien le dijo que yo estaba aquí?

Siguió amenazando al resto con su improvisada arma, sin embargo el hombre permaneció tranquilo, todo lo contrario al chico más bajo quien a esas alturas lloraba desconsolado en los brazos del otro.

— ¿Recuerda como llegó aquí? —preguntó el hombre acercándose a él, entonces él respondió con una negación— su familia quiere ponerlo a salvo. En el proceso le explicaremos lo demás, por favor deje que revise sus heridas, se le nota adolorido.

El hombre le señaló su costado donde él inconscientemente había llevado su mano a causa del dolor provocado por el abrupto movimiento que hizo para recoger la pesada rama.

No sabía qué sentir, pero sí sabía que debía darse por vencido y dejarse a merced de aquellas personas aunque no quisiera. Ya nada tenía sentido en su cabeza, pero esa era una batalla que no ganaría. Así que suspirando soltó lo que tenía en la mano y sus lágrimas continuaron corriendo por sus mejillas.

— Ayúdame a salir de aquí... —pidió entre el llanto— te lo suplico, sacanos de aquí...

El hombre asintió, sin embargo al prestar más atención a su frase, se dio cuenta que había algo que estaba pasando por alto.

— ¿Hay alguien más contigo? —preguntó preocupado viendo como Wonho se quedaba con la mirada perdida— Wonho, necesito que me digas si hay alguien más a quien debamos ayudar.

— Si. —respondió sin verlo.

Los rostros preocupados de todos no se hicieron esperar, así que rápidamente pusieron sus habilidades en marcha, lanzando un rápido vistazo al lugar en busca de los rastros de otras personas.

— ¿Varios? —preguntó el hombre en busca de información, pero Wonho negó.

— No, solo una persona. —susurró.

Ambos familiares de Wonho estaban viéndolo totalmente asustados y rotos de ver la condición en la que se encontraba aquella persona que amaban tanto, sin embargo Kihyun sentía conocer a su hermano demasiado bien. Así que lo observó con calma hasta que decidió mirar más allá de él y soltandose lentamente de los brazos de Shownu comenzó a avanzar hacia el lugar donde su mirada estaba fija.

El resto de personas estaban demasiado ocupadas en prestar atención a lo que sea que Wonho dijera para actuar con cautela porque después de todo él estaba actuando por instinto ya que no conocía a nadie, sin embargo el grito desgarrador de Kihyun alarmó a todos y no tardaron en ubicarlo con las linternas, sobre todo Shownu quien casi tuvo un infarto a causa del sonido.

Iba a preguntarle qué pasó y por qué estaba tan desconsolado llorando, sin embargo Kihyun lo ignoró y se fue directamente hacia Wonho con toda la intención de golpearlo, pero afortunadamente fue salvado por Shownu, quien pudo detener a su pareja a tiempo.

— ¿Qué demonios pasa? —preguntó Shownu envolviendo a Kihyun fuertemente con sus brazos para inmovilizarlo.

Al verse encarcelado por los brazos de su pareja, después de tantas emociones fuertes, intensos días de búsqueda, mucho estrés, culpabilidad, malas noticias y noches sin dormir, lo mejor que pudo hacer fue romper en llanto aferrándose a Shownu como si su vida dependiera de ello. Quería fundirse en su pecho y esperar que toda aquella situación fuera una jodida pesadilla de la cual quisiera despertar.

— Está ahí... —informó en medio del llanto, señalando el lugar al cual había ido segundos atrás— la persona de la que habla, está ahí.

Todos se miraron entre sí, sorprendidos. Excepto por Wonho quien asintió dándole la razón a Kihyun.

Rápidamente todos se pusieron manos a la obra, mientras algunos avisaban que se habían encontrado a dos personas en el bosque, otros revisaban el estado de salud de Wonho, otros intentaban calmar a Kihyun quien podía colapsar en cualquier momento por su debilidad y los otros se dirigieron hacia donde debía estar el delgado.

— Pero... —susurró uno de ellos mirándolo fijamente— yo... ¿Qué? —preguntó asustado.

Wonho lo miró y suspiró. Sus heridas estaban siendo revisadas para comprobar que podría salir de ahí por su cuenta o si iba a necesitar un equipo especial, sin embargo él apartó a la gente que lo estaba ayudando y caminó a paso lento hacia donde estaban los rescatistas junto al delgado.

— Es una larga historia, él no quiere irse pero... —suspiró con tristeza y miró al delgado con suplica— Por favor explícales... —vio como Hyungwon negaba entre lágrimas— por favor...

Él volvió a insistir en eso una y otra vez sin siquiera darse cuenta de todas aquellas miradas que estaba recibiendo. Unas eran de lástima, otras de tristeza, otras horrorizadas y algunas que simplemente no tenían descripción específica para decir.

No hubo respuesta de Hyungwon.