No entendía lo que pasaba. Es decir, desde que todo ocurrió, su vida no era más que trozos de alguna página de recuerdos hecha añicos. Su mente parecía desvanecerse y volver a su antojo, sobre todo después de que fue sacado de la montaña.
Sabía que estaba en un hospital porque había gente que lo cuidaba, curaban sus heridas y hablaban con él, pero eso es todo lo que recordaba. Sólo sabía que los días estaban pasando verdaderamente porque había un reloj en su sala y cada vez que su consciencia volvía, las agujas se habían movido de sitio. Era literalmente lo primero que miraba cada vez que despertaba.
Recordaba el rostro de mucha gente, al menos de la que veía a menudo, por ejemplo la del chico bajo que aseguraba ser su hermano. Incluso le había tomado cariño, pero aún así había llegado a ver otros rostros preocupados a través del cristal, que sentía que conocía pero que no podía llegar a una conclusión verdadera por más que se esforzaba.
Le tomaba un tiempo entender su contexto cada vez que su consciencia volvía, sin embargo esa vez se sorprendió de verse sentado frente a alguien, en algún sitio que no era su típica sala de camilla.
— Parece que ya está aquí de nuevo... —comentó el hombre al notar el susto en el rostro de Wonho— un placer, estoy aquí para hacerle otras preguntas.
Wonho asintió tomando la mano que se le había ofrecido segundos atrás y aunque no entendía a qué se refería el hombre con “otras preguntas” no quiso protestar ni preguntar nada.
— Bien... —susurró con la voz ronca.
El hombre se acomodó en el sofá, mientras sostenía en su mano un portafolio lleno de papeles.
— Comencemos entonces. —sugirió— ¿Puede decirme el nombre del chico que rescataron junto a usted?
Wonho miró al hombre fijamente por varios segundos, sin embargo por más que lo pensó, no recordaba ningún momento en el que aquel chico hubiera mencionado su nombre.
— No lo sé. —respondió con sinceridad— Supongo que no lo recuerdo, o quizá no me lo dijo.
El hombre asintió.
— ¿Por qué? Pasaron algún tiempo juntos, es muy extraño que nunca le haya dicho su nombre... —respondió mirando a Wonho con seriedad— ¿no cree?
El menor se encogió de hombros como si aquello no fuera importante para él.
— Nunca se lo pregunté supongo. —respondió desinteresado— ¿Donde estamos? ¿Por qué estoy aquí?
Se sentía un poco asustado de estar en un lugar diferente al que recordaba y no saber el motivo, pero sus preguntas fueron ignoraradas por la persona que simplemente se dedicó a buscar algo entre la montaña de papeles que tenía, al menos hasta que lo encontró y lo extendió hacia él.
— Chae Hyungwon. —informó mientras él tomaba la página donde se le ofrecía una foto de él con su nombre impreso— Era él, ¿cierto?
Wonho sonrió al ver la foto tan bonita de Hyungwon que se le había entregado, incluso su corazón hizo fiesta en su pecho.
— Lindo nombre... —respondió después de un largo rato de silencio, para finalmente guardar ese nombre en los rincones sanos de su cerebro, rogando al cielo que nunca pudiera olvidarlo.
El hombre vio su reacción y aunque esperó más de él, no obtuvo más que silencio y sonrisas, entonces recogió la foto obligando a Wonho a volver su atención hacia él, otra vez.
— Así que Wonho, ¿podría explicarme que tipo de relación tenía usted con Hyungwon? —preguntó con desinterés mientras volvía a colocar la fotografía en el portafolio.
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Stay
FanfictionHoseok se aventuró en un recorrido que debía ser corto y bonito, pero después de un desafortunado incidente se encontró con un chico increíble, como nunca antes había conocido. Era hermoso, embriagante, misterioso. Era todo eso y algo más. O quizá n...